1321-1398

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Part of Excelsior

Title
1321-1398
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
1 OS figuras en las que se comprenden dos 1 fechas, alfa y omega de la historia de Filipinas española. ~ Felipe 11, a quien cupo la gloria de dar su nombre a este archipielago al ser descubierto pol' Mngallanes, y la Reina María Cristina, que tuvo el sentimiento de ver desprenderse florón tan querido y hermoso de la corona de España. Est; período, .cuyos anales comienzan en Filipinas co11 personajes del re1ieve de Calipulaco y Lakandola, concluye con los nomb1·es señalados en las ciencias, las le~.ras, la¡;;. artes, la Iglesia, la Magistratura,· la Milicia y todos los ramos del saber humano en general como Rizal, Arellano, Azcárraga, Hidalgo, del Pilar, Luna, del Pan, Guerrero, Mabini y cientos de cientos más, incluso les de posleriorPs días que acusan la levadura de su ~du­ cación y de la acción de España en estas islas, bien distintas al plantarse la enseña de la Nación educado1 ra de los mundos que descubrió, de cuando fué ésta sustituída por las fajas y estrellas norteamericanas. Los Estados Unidos, que con toda la soberbia de su poderío, no les ciega la pasión para reconocer méritos agenos han sido los primeros en declarar que al 11egar a este preciado Archipiélago se encontraron con un pueblo formado y edu~a- S. M. DON FELIPE II .do de tal manera que no desmerece de los demás del Globo ron respecto al grado de progreso y civilización en que lo hallaron. Filipinas, siempre que vuelva la vista al pasa - do, en sus nobles sentimientos de justicia, no podrá menos de l"eCOnOcer lo mucho que debió ·a su anterior Metrópoli en loS trescientos años que convivió con ella bajo . una cronoloeía dinástica, que comenzó con el egregio monarca,· dispuesto a gastar la última moneda de su tesoro antes que abandonar las islas, que tan costosas le resultaban, para que no ·se perdieran almas para el cielo, y tel·minó en los tristes días durante los cuales dióse a conocel' como mujer excepcional, de vfrtudes y talento tan grandes, como la hoy Horada Da. María Cristina de Hapsburgo que, en medio de la desgracia que rodeaba a la patria española , cuyos dest~nos se vió obligada a regir, plantó los jalones para un t·esurgimiento de España. Merced a SUR nfanes y de~ve!os para defenJer la herencia del hijo a ella cC:nfiado, así como el destino del pueblo regido por sus débiles manos, supo asegurar aquella y dar comienzo al pat· a la nohle empresa seguida por el tierno infante convertido en hombre, Don Alfonso XIII, de colocar a España en el alto y respetado puesto que hoy ocupa, haciéndose querer y respetar de propios y extraños y con especialidad de a:Quellos que llevando en su sangl'e la sav.a española van a su encuentro cc• mo hijos amantes de la Madre s. M. DA. MARÍA CRISTINA DE HAPSBURCO que tanto hiciel'a por ellos y que tanto desea .la con. el Reu Alfonso e11 br azoH. felicidad de los mismos. Sc11ero y <1rtíst·ico Túmulo levt1ntc1do tn ef <~ncccro de fa Santa Iglesia Cntedrn.l pm· las t'Xequías en memoria ch la Reina Ma.dre Da. María. Crisf1'na de Ha1)sb111·go. El Cónsul Gen. de Esva'iut, Dn. Emilio de Motta. el Gob. Gen. Sr. StitnS()n, el Delegado de S. S. en Filipinas, Mons. Piani, el Presiden.te Quezon, el "Spea,ke1"' Roxa,s, cue1-.po Consulcw y alta,s auto1"idades civiles y mili· ta:res que 1Jrt's.;die1·on los solemnes funerales, t•11 los qw• ofició el Excw.o. St'. Ar::obispo de il/1111il11, Mons. 1lJ .• J. O'Dolze.·ty. flu11q11cte de d sped:dn en el Salón de M a.1"111 ol en ho-nrn· <1l GolJ. Grn. Sr. Stiwson, ofreri<lo l¿egislcitu1·a.