Durmamos Hermano.pdf
Media
Part of Estudio
- extracted text
- Junio ESTUDIÓ 16, 1923 ;-:-::~.~.~"'~·~:::w,;~:.c~.~,_;,=-. .... ~::,_;::,_,:,_; 1 ~ ¡DURMAMOS, HERMANO! ~ ¡ ~-:: ---~~- -2.,..,,;_-~~~;~~--_,.._:;-_~·~:c--:;r~-~~;-c~c-T~...,,;;:-:·~""--~,;-·~:::~__;:·:-~:---:~;.;::·:c-::4ii>J;::-~~:::'J:~::-~~~:: 1 No estamos de acuerdo con la manera los Santos Inocentes o del primero de abril, I' ele opinar de Sánchez Calvo. Este notable lo tomáramos por un parchazo, y cuya letra catedrático de Derecho era más sordo que dice así: "Washington, mayo 26-Un grupo un mojón y como en cierta ocasión paseara ele 40 Americanos distinguidos (no precirn por la capital hispana en compañía de su el ~·érn~ro de distinción), entre ellos dos entrañable amigo Palacio Valdés, acertaron miembros del gabinete del Presidente Hara pasar frente a la clínica de un especia- ding, Hoover y Davis, han firmado un doculista renombrado, lo cual sugirió al gran mento donde se declara no haber antagoliterario esta indicación: "Oye, aquí puedes nismo entre la ciencia y la religión, pese a c-perarte, si quieres. A cambio de dos mil la dura controversia reciente. Tres obispos pesetas, oirías perfectamente". Y el juris- v otros cabecillas de círculos científicos, perito le renlicó con frialdad: "¿Y crees tú financieros, políticos y religiosos han añaque vale dos mil pesetas cuanto en la vida· di do su firma a la declaración". me queda yá por oir?" No se rían mis pacientes lectores, aunPues, sí señor. Dos mil pesetas, y aun que la cosa no sea para menos de tomarlo a dobladas, ofreciéramos nosotros por adqui- ri~~L Un problema en cuyo planteamiento rir (si acaso la llegáramos a perder) la fa- v solución debiera tomar parte únicamente cultad de enterarnos de las revelaciones de la flor y nata de los elementos científicos y los hierofantes americanos, los cuales, sea religiosos, acaba de ser resuelto por un condicho de paso, remusgamos haber de ser ciliábulo ele "cuarenta Americanos distinhombres de buen humor. Porque, o yo· soy guidos" t sin que se nos haya dado a conocer un naranjo, o se requiere tener la gaita tem- si !o son por su ciencia o su posición social, placla para permitirse el lujo de tomarnos pero apuntando la presencia de dos estadisel pelo mediante el telégrafo, sirviéndonos tas entre los junteros, donde hubo tal vez legítima ración de puchero de enfermo con otros tan poco llamados como ellos para inel aire solemne ele quien creyera poner a tervenir en asunto tan ajeno al de su espenuestros alcance una estupefactiva novedad. cialización. Más há yá ele una centuria que los sa- Y cual si los "cuarenta Americanos pientes Católicos, y aun por ventura los de distinguidos" se les antojaran insuficientes otras filiaciones religiosas, vienen disertan- para dar con el platillo de la balanza en los do con magistral desenvoltura y muy de ;:i bismos de la convicción, ponen por contera propósito sobre los supuestos conflictos entre la aprobación de algunos gremios de negola Ciencia y la Fe, para desencastillar a los riantes v políticos, tan enterados de las inteaclversarios del dogma de este lugar de refu- rioridades de la tesis debatida como yo del gio, adonde, llevados de una indigestión de cirte de injertar melone~ en una fosforera, hollejos de filosofía, se acogen unos pocos, y, o el pari-pari Lagaska de la vida de Santo arrastrados ele la corriente de pedantería y Domingo de Guzmán y de sus relaciones con volterianismo barato, llegan los más. el "esneluznante" tribunal de la InquisiLa bibliografía Católica nos ofrece ción. ¡ L!-'!garto ! abundosa cosecha de tratados acerca de esa Si la posible pugna entre dos puntos flecha obligada en la aljaba de todos los cloctrinale~ sólo puede ser debidamente recombatientes de la acera de enfrente, y tén- suelta por quien conociere muy por menudo gase por un alarbe todo aquel que descono- los términos de comparación, el juez más ciere las principales producciones de este indicado para decidir en última instancia la género, y renuncie espontáneamente a to- cuestión científico-religiosa de las discormar parte en justas apologéticas, ni aun si- dancias supuestas entre la Ciencia y la Fe',· :iuiera incurra en la pueril vanidad de me- es el teólogo que hubiere conquistado una ter baza en las polémicas de sobremesa posición relevante en el campo de las cienrloncle se desfloraren los sendos fueros del cias naturales, o el sabio naturalista empaCreclo y ele la razón. pado en el estudio de las honduras de la reliPues, bien. Como todo lo dicho sea ver- gión. dad, nos ha sorprendido la prensa diaria Cuando el médico Neo-Yorkino John con un telegrama, que, de llevar la fecha de William Draper se ilusionó con poner una ,Vol. l. -2- _Núm. 24 Junio ESTUDIO 16, 19~3 -----------------------------------1 pica en Flandes y el !rnñal en el corazón del Catolicismo al publi~:ll" la "History of the conflict between religi01'1 and science", una avalarlcha de esci'i~ores pulverizó sus aparentes objeciones, demostrando cumplidament2 ·en estimación de todo hombre imparcial que si el doctor americano podía echar su cuarto a espadas en el ramo de Hipócrates y Galeno, encontrábase muy atrasado en 2quellas otras disciplinas, cuyo cono::!imiento e::; indispensable para disertar sobre fosis de t.:..n complicada contextura y de tan conside1-~ ble extensión. Y a pesar de haber quedado Draper en la picota del ridículo, la plaga de filosofillos de redacción ha venido hasta hoy royendo el misme> tema y repitiendo los estribillos de , siempre, muy convencidos de hallarse de su parte la razón. Ahora que "cuarenta Americanos distinguidos" se deciden a desmentir al Profesor de la Universidad de Nueva York, ignoramos cuál haya de ser la conmocióvi cerebral de quienes se han pasado la vid~ martillándonos los oídos con las conclusiones de esa obra, repudiada medio siglo más tarde por una "cuarentena" de paisan ')S su yes de "distincion". Mas, hágase el milagro y hágalo el moro Muza. Y, pues, las réplicas de los sapientes Católicos no consiguieron reducir a silencio las bocas de ganso de tantos esNUEVO 'I'nwmns el vivísimo pff1ce1· de anunciar a nl'<'stros lecto1·cs P/ nacimiento de ?1.n nuevo adalid de la Causa Católica, tanfo más respr.tab ·e para nosotros cu unto que es d Buletfo oficial de las disposiciones de nuestros P1·elados, donde .'liemr!1'e nos halwemos de inspirar. Con dtL ir que su redacción corre a cargo de los PP. de la Universidod de Santo Tomás está dicho todo. Hé aquí el i?deresante sumario del prúne1· número: Palabras del Arzobispo de Manila. (Pár;inci de honor) ; Nuestro propósito; Carta Encíclica de Su Santidad Pío XI, sobre la paz de Cristo en e~ reino de Cristo; In/01·mación canónica. Ayuno eucaristico. Dudas sobre competencia de algunas sagradas critores de hojalata, obstinados en no beber de otras fuentes sino del camellón casero, esperamos que tan pronto como se enteren del interesante documento firmado por la ensalada americana, no volverá a mentar la soga en casa del ahorcado, ni sacarán a relu'cir el yá desprestigiado antagonismo entre la ciencia y la religión. Y los Católicos podemos yá dormir tranquilos. Durante esta última media centuria hemos fatigado las prensas con la publicación de magníficas apologías, donde se ponía de manifiesto la armonía de la Iglesia y la Academia y sólo cosechamos la sonrisilla de los letrados de la acera de enfrente, incapaces de desba.ratar nuestros argumentos, yá que, como dice Benoit Emonet, "pas une réponse pertinente n'a été faite aux travaux émanés de l'exégese catho- , lique depuis quarante ans" (ni una con tes- 1 tación atinada han recibido los trabajos pro- ' cedentes de la exégesis católica en estos cuarenta años) . Ahora sin duda doblarán la cerviz esos volterianos de cartón. ¡ Cómo no! "Cuarenta Americanos distinguidos" han comunicado al ~undo no ha~er pugna entre la Fe y la ~azon. Y por telegrafo. Y muy serios, como ~1 se tratara de una novedad. Tenemos ' pues, los Católicos motivos para descansar. PAULINO. ADALID . Congregaciones. Anotaciones. Nuevo Vicm·io apostólico. Nueva Pref <'ctura A.pos_ tólica; Actas de ;a Curia Pontificia; Información general; Circular del Arzobispo de Manila, sobre testamentos de los sacerdotes. Legislación vigente en Fi!.i¡¡inas sobre testamentos. Formula; Pfo Unión del tránsito de S. José (para :os soce1'Clotes); Infol'maáón interdiocesana (Una súplica); Casos morales; Información religiosa; Lista de los sacerdotes que hasta ahora nos han remitido su nombre y dirección como suscriptores; A los Sefwres Anunciantes (P·1 ecios). Sea bienvenido el Boletín Eclesiástico lnterdiocesa.no, a quien desearnos larga y próspera existencia para bien del Catolicismo. Reciba nuestro más efusivo abrazo fraternal. ------------------------------··,------------Vol l. -3- .Núm. ::!4
- Date
- 1923