Cronicas de Madrid

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Title
Cronicas de Madrid
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
DESDE l!:SPIAf\iA CROillCAS DE MADRID Ha.y que repetir una vez más, la estereotipad.a frase del personaje de '1La Verbena de la Paloma", Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad. pués en los actuales ·!!_lomentos, España entera, dividida en asuerófobos y asuerófilos, comenta con verdadero ensañamiento las operaciones que en San Sebastián realiza el Dr. Asuero, devolviendo el libro uso de las .extremidades a reumáticos y paralíticos, y verificando otras curas. con una sencillez y una rapidez, que causan verdadero asmobro, ya que tod"O se reduce a una cauterización en el utrigémino", que los 14intelectuales" de allende la Ribera de Curtidores, denominan utrigésimo". Parece que el nerviecillo denominado segúw la primera de las acepciones que menciono, o séase la técnica, y al que hasta ahora habíamos prestado escasa atención, resulta ser el causante de muchas de nuestras enfermedades, molestias y transtornos. Apenas hay población en que los méd:icos no estén dedicados a la cauterización nasal, local donde por lo visto tiene instalados sus reales el trigémino, y en cuestión de poco minutos, el pacieii- L~ figvrli má1 .~·•lienle de 1• a~1i1.l.lid•d eii:nlífica espliñoÍ•, te (mejor diríamos {!l impacien,t:e, pués por regla_..-; " e• .. lil del Doctor A•vero, quien 1n1e lu dvdu e incomprengeneral el que e~tá enfernlO, tieile de todo menos ;~:~:1~e 1 • 0:p:::::·:· ~~ 1:~"id0em·:r1;01:e r::::::~~~'. _ única, conpaciencia), si entró con muletas en la clínica sale bailando el más desaforado d-e Jos charleston o fox-trot en uso, que es otra nueva enfermedad que padecem.os y que no hay médico que la cure; aca .. so el trlgémino tenga también la culpa de ello. La desolación cunde en el uramo de farmacia", pues como es lógico, de seguir así las cosas, el material de pomadas, emplastos, y otras drogas que costaban mucho y curaban poco están llamadas a desaparecer, y algo parecido ocurre con muchas señoras enfermas, a quienes una enfermedad bien aprovechada, traía consigo la adquisición p1·0 hene pacis, de algún. vestido, alhaja, sombrero o cosa parecida. Alerta maridos, en cuanto vuestra amada esposa, sienta el sistema nervioso .en estad·o de alteración, o se fije demasiado en los escaparates, ¡Duro y a cauterizar el trigémino ! La nota de actualdad la comparten las Expo, ·siciones de Barcelona y Sevi11a, que son orgullo de España, y demuestran de manera palpable hasta donde podemos llegar cuando nos lo proponemos; constituyen un verdadero éxito, y el mentís más rotundo a los señores aguafiestas que auguraron no sé cuantas catástrofes, con la valentía (?) de pintar a este país entregado a la anarquía cuando disfrutamos de una paz, que la octaviana a su lado, era sencillamente una merienda de palos. Aquí en Madrid y en todas partes de España la normalid"ad es absoluta. Las inauguraciones han sido. para nuestros Reyes y para el Gobierno un constante viaje triunfal, y es de suponer que a medida que el tiempo pase, la concurencia de visitantes nacionales y exti:angeros, será cada día mayor, pues el esfuerzo realizado merece la pena de cruzar el charco. Por fin parece que vá llegando la Primavera; las flores embalsaman el ambiente, la veloz golondrina surca los aires, ... los sombreros de paja aparecen tímidamente en algunas cabezas masculinas ... Lo cual no quiere d'ecir que las nubes no se encarguen de cuando en cuando, con verdadera inoportunidad, de recordarnos que hasta el 40 de mayo ... , y hay entonces precisión de volver a exhibir los abrigos .de invierno, ya recogidÓs en los armarios,. . . o en la casa d·e empeños mas próxima, con el fin exclusivo de eVitar los deterioros de la polilla, ¡claro está!, ese simpático animanillo, que también hizo su aparición en proporciones desoladoras, lanzando carcajadas ante la nafatalina y los polvos insecticidas. No dá mas de sí la decena; pidamos a la Providencia que la próxima, sea más fecunda en acontecimientos, y pueda comunicaros cosas amenas, como vivamente desea. UN SEÑOR DE LA CORTE. 1 9 Junio, 1929.