Curiosidades

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Part of Excelsior

Title
Curiosidades
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
LAS IMPRESIONES DIGITALES DE LOS MONOS \ Mr. Fitzgerald, miembro del servicio. antropométrico de los Estados Unidos, ha sacado impresiones digitales de los monos del Jardín Zoológico de Nueva York. En una de las fotografías tomadas, las huellas revelan que nuestros ºhermanos inferiores" tienen la piel de los dedos bastante menos fina que nosotros. El sabio neoyorquino espera sacar conclusiones interesantes cuando haya reunido una buena cantidad de impresiones digitales de los simios. EN BUSCA DEL DIAMANTE ARTIFICIAL Continúan obstinadamente los quimicos s~s experimentos de laboratorio intentando producir el diamante artificial. Uno de esos hombres de ciencia, y de los más eminentes, Sir A. Parsons, ha presentado ante la Real Academia de Londres una extensa Memoria relativa a estos interesantes estudios. ReanudandQ el citado quimico los ensayos que emprendió en 1887, ha hecho actuar, aislada o simultáneamente sobre diversos productos carburados, la presión, la compresión brus· ca, las altas temperaturas, los agentes químicos, el vacío y los rayos X. He aqui el resultado de sus observaciones: Todos los hidrocarburos, los cloruros y los óxidos de carbono depositan carbono amorfo o grafito cuando son calentados eléctricamente a presiones hasta 6,000 atmósferas. Elevando estas presiones a 16,000 atmósferas y caldeadas eléctricamente, se transforman, tanto el carbón como los grafitos, en grafito blando, previa vaporización. Para llegar a obtener el diamante, han de ·coincidir una compresión rápida, una presión momentánea de 16,000 atmósferas y una temperatura superior a la de vaporización, obrand'O sobre una mezcla gaseosa de óxido de carbono, o de ácido carbónico, hidrocarburo e hidrógeno incluidos en un hierro fundido. Es probable que para la formación del diamante sea necesaria una presión momentánea de 300,000 atmósferas. El autor de estos experimentos ha reproducido todos aquellos que pretendían haber logrado, anteriormente a los suyos personales, la formación del diamante; pero sus trabajos resultaron infructuosos. Según Sir A. Parsons, para que pueda producirse el diamante es indispensable la presencia del hierro. El peso de los diamantes, de tamaño microscópico, obtenidos por el químico inglés, es de 1/20000 del peso del hierro. TROPEZONES QUE DAN FORTUNAS Suele decirse que· no todo es oro lo que reluce, pero el pedrusco de cuarzo con que tropezó Jacabo Cook, si lo era. Este individuo era un buscador de minas, indio, que un dia yendo por el campo dió un tropezón, se hizo daño en el dedo gordo de un pie, y para desfogar la ira descargó un tremendo golpe de pico en la piedra causante del dolor. Y la piedra relució y recompensó de tal manera el daño causado, que al poco tiempo Jacobo se presentaba en Le Pas ( Manitoba, Estados Unidos) con una canoa llena de oro. Había descubierto un rico filón. Nicolás Creede, que Uegó a ser millonario, debió su fortuna a un accidente parecido. Montado en una mu)a subía una áspera pendiente, y el animal se escurrió, y al hacer un de~esperado esfuerzo para incorporarse, arrancó con la herradura un trozo de piedra que dejó al descubierto una superficie reluciente: era plata. Creede denunció la mina y a los dos meses era rico. Hace años, en el Perú, un pobre hombre compró por siete pesos los cimientos de una casa, y al demolerlos salió una piedra que tenía casi la mitad de oro. Un metro más abajo encontró una mina riquísima. Pedro Ferrero, muletero ·mejicano, descubrió por casualidad también los depá!:dtos llamados del Real del Monte, en Hidalgo, y a los- doce años había sacado de ellos más de quince millone3 de duros. En Australia no existen asilos de huérfanos. Del niño que se queda si11 padres se encarga una familia particular que Jo cuida hasta cumplir los catorce años. El Gobierno paga la manutención y la asistencia.