Hermosura de la Ribera del Tajo

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Title
Hermosura de la Ribera del Tajo
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
HERMOSURA DE LA RIBERA DEL TAJO Por D. MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA I DMIRADO Tirnbr~o d'e ver la fl-eseura y belleza del claro Tajo por do. caminaba, vuelto a Elicio 9ue al lado le venía, le dijo: no poca maravilla me causa, Elicio, la incomparable -belleza de estas fresCas riberas; y no sin razón, porque quien ha visto com~ yo_ las- espaciosas d~l nomhr;adó· Betis'. y las que visten y adornan· al fa:nlosO Ebro, y al conocido" Pisuerga; ... y en las apartadas tierras, ha p~seado las del ·santo Tíber, y las amenas :del Po, celebrado por la caída d'el atrevi~o mozO, sin dejar de h~ber rodeado las f~e·scuras .d,el apacible Sibeto, grande ocasión había de ser la que ·a ~iravilla me m~_viese ~e yet" otras algunas. No vas tan fuera de camino en lo qu·e <Jices, segón yO creo; discreto Timbrio, respondió Elicio¡ qtte con "ios ojo's no- veas la razóti QU.e~de decfrlo'i.ienes, porque sin duda puedes creer que la amenidad y fresc.ura de l~S· ribera~· de e:ste río hace notoria y conocida ventaja a todas las que has nombrado~ aunque .entf.ase en ellas las del apartado Janto, y del .conocido .Anfriso¡ porque tiene, y ~a ·J:¡_,ch~ cierto la exp~riencia, que casi por de~echa línea, el)cima de la ni&yQr par~ d~ estas riberas se muestra un cielo luciente y claro, que con un largo movi~iento.i.y con vivo ri!spland"Ot, parece qUe c~nvida a regocijo y _gusto al ~O~azóD/~üe ·dJ ~l está más ajenQ. Y si ello es verdad que las estrellas y el sol se mantienen, como algunos dicen, de las aguas de ac8. abajo, creo firmemente qu"e' las ae este, ríO sean en gran parte ocasión de causar la belleza del cielo que le cubre, o creeré que Dios, por la misma razón que mora en los cielos, en esta parte haga lo más de su habitación. La tierra que lo ·abráza vestida de mil verdes ol'Ílamentos, parece que hace fiestas, y se alegra de poseer en sí un don tan raro y agradable, y el dorado río como en cambio, en los abrazos de ella dulcemente entretejiéndo.Se, forma como de industria, mil entradas y salidas, que a cualquiera que las mira llenan el alma de placer maravilloso: de donde nace, que aunque los ojos tornen de nuevo muchas veces a mirarle, no por eso dejan. de hallar en él cOsas·.que le causen nuevo· plac'er y nueva maravilla. Vueive, pues, los ojos, valeroso Timbrio, y mira cuánto adornan sus riberas las muchas aldeas, y ricas caserías, que por ellas se ven fundadas. Y la industria de sus moradores ha hecho tanto, que la naturaleza incOl"porada con el arte, es hecha artífice connatural del arle, y de entrambos a dos se ha hecho una tercia naturaleza, a la cual no sabré dar nombre. De sus cultivados jal'dines, con quien los huertos Hespérides y de Alcinoo pueden callar, de los espesos bosques, de los pacíficos olivos, verdes laureles, y acopados mirtos: de sus abundosos Pastos, alegres vaUes, y vestidos collados, arroyos y fuentes, que e1.1 esta ribera se hallan, no se espere que yo diga más, sino que si en alguna parte de la tierra los campos Elíseos tienen asiento, es sin duda en esta. ¿Qué diré de la industria de las altas ruedas, con cuyo continuo movimiento sacan las aguas del prof~ndo río, y humedecen abundosamente las eras que por largo espacio están apartadas? (Galatea, lib. VI).