Y digo yo...

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Part of Excelsior

Title
Y digo yo...
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Mr. Dwight F. Davis ha llegado. Es un hombrón con una sonrisa cautivadora. Juega admirablemente al "tennis" Y elude hablarnos de la independencia, que es un prodigio. Mr. Davis, a mi juicio, es algo más que un at,leta. Es, lo que se dice, un "hacha". X X X La primera dama actual de Filipinas, no es una dama. Es una damita. Muy bonita. Y muy "sport". Como su papá. X X X El Hon. D. Tomás Earnshaw, tras un obligado descanso, ha vuelto a la Alcaldía con el mismo empuje y los mismos brios de siempre. ¡Yá tenemos brújula, digo, Alcalde, Juanchito! X X X A propósito de Mr. Wright oí el otro día un chiste que me hizo bastante gracia. -¿En qué se diferencian-me preguntaronMr. Wright y el azocar filipino? -Hombre--repliqué-en que el uno nos endulza las horas, y el otro se las amarga a algunos. -No está mal. Pero, no. No es esa la contestación. -Tú dirás. -Bueno. Pues la diferencia consiste en que mientras el azucar filipino está tirado al precio a que se vende, Mr. Wright ... ¡je, je, je! -Mr. Wright ¿qué? -Mr. Wright se ha re ... tirado. Y o le hubiera tirado un vaso, pero me retiré riendo. Acabó de leer un despacho de Hongkong que dice que en la colonia se ha resuelto ya el problema de la escasez del agua, que amenazó muy seriamente a los habitantes de aquella isla. Y dice el despacho: ºLas copiosas lluvias ql).e cayeron por espacio de 24 horas han resuelto el pavoroso problema". Y digo yo: -¡Como en Manila! X X X El 25 de Julio se celebra el "Día Español". Y sin consul. Pero con "interino". ¡Vaya que zea! X X X -El "Día Español" es una institución en Filipinas-me decía entusiasmado un "kastila" de la Escolta. -Si, señor, una instituc~ón, pero una institu: ción de ... -¿De qué? -De comentarios. X X X -Pero ¿qué es lo qU:e debía~os J:ia~er el "Día Español"¿ Y yo le digo: -Qué es lo que no debíamp~ hacer querrá V d. decir? -Bueno ¿qué es lo que debíamos hacer? -Hablar tanto. Y mi hombre se pegó un~ palmadita en la frente requirió el "buntal" y el "palasan", y se largó a la calle lo mismo que un nuevo Colón a descubrir un nuevo mundo. X X X Los gemelos de Samar, que prohíja Don Teodoro R. Yangco, pudieron, por fin, "nupciar~ se", como decia el estudiante aquel. --¿Nupciarse? -Si, señor. Nupciarse es contraer nupcias; contraer nupcias, es casarse. casarse, es con· traer un compromiso eterno; y contraer un compromiso eterno es ... -¿,Qué es?-inquirí curioso. -Pasajeros que no pagan. -Y si la carretela se las "diña" en algún accidente de la vida ¿qué hace el animal que ha tirado de el1a? -A veces se desespera. Pero mucha~ más -Es. . . ¡una solemne imbecilidad! hace una animalada. Ya lo saben Simplicio y Lucio. Sin que' me -¿Qué hace? atreva yo a colgarles el sambenito de "imbéci- -Se vuelve a enganchar. les" por hacerlo. Y la respuesta franca, unánime, universal, es ¡ Dios me libre! · siempre la misma: Porque yo, yo. . . -¡Qué animal! Confidencialmente. Yo. . . ¡me he nupciado también! X X X X X X Cinco mil espectadores posaron sus nueve mil novecientos y pico de ojos-porque alguno habría En beneficio de los chicos de Yangco, he pre- tuerto-sobre los felices des.posados, Lucio y parado el siguiente cuestionario con sus correspondientes respuestas: -¿Qué es el hombre? -Un animal doméstico y de costumbre, que a veces va tirando con paciencia, y a veces se ehcabrita. -¿Qué es la mujer? -Una carretela de la que tira el hombre cuando se casa con ella. Es la que mete más ruido. A veces el hombre tiene que tirar de ella y de todos los que en ella van, tales como su madre, su padre, su tía y sus hermanos. Y el hombre va tirando de la carretela. . . hasta que se niega a seguir haciendo el primo. -¿Qué es la suegra? -Un mal necesario. Un látigo que sirve para ·que el. animal que tira de la carretela apure el paso, o se desboque. -¿Qué son los hijos? Simplicio y sus "respestivas", el día de su boda en la iglesia de los PP. Capuchinos. Segun los periodicos, la policia se veia impo: tente para detener a los curiosos que se apiñaban por ver a los gemelos y sus novias. -Señora, yo no veo nada. Esto es el eclipse más total que he presenciado. -Pues debe V d. verlo, caballero. ¡ No sabe Vd. lo que se pierde! Porque un eclipse ocurre al cabo de veinte, treinta o cincuenta años, pero esto. . . Bueno, esto, o algo parecido, no sabemos si lo verán nuestros biznietos. -Señora, se me hace la boca agua. ¿Me dá Vd. un cachito de sitio? -Imposible. Me están exprimiendo como a un limón ya sin jugo, y en vez de cachitos de sitio voy a repatir cachetes. Y cuentan que dos americanas, curiosas tam· bién, pero ignorantes del culto católico, al ver a -Los faroles que alumbran el camino del tanta Y tanta señora, Y a tanta y tanta mujer, hombre y de la mujer. Cuestan dinero y <lis.gustos ... pero iluminan. -¿Qué es el suegro? -Una bestia arrinconada por el desgaste. Si aun tira de su carretela. . . ¡es un héroe a quien hay que levantar un monumento! -¿Qué son los cuñados? cuyas cabezas cubrian pequefios pañuelos de mano, s~ quitaron sus sombreros, se ~ocaron las cabezas con sus pañuelitos, y contemplando las ceremonias exclamaron: -¡Wonderful! Ain't they cute little things ... ? Mientras el P. Alegria "nupciaba" para siem· pre a Lucio y a Simplicio ...