El Divino Decalogo

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Title
El Divino Decalogo
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
<Jf/<JJ¡vino <JJec <:5Por0fl @uen<Je /:tul .~·· Upen y Toña l'i{ln novios. ~ I. Lo fueron desde la infancia. r:¡-r¡. ~ ._· -~.-~ ---~ <>~ __ :" Upeng y Toño han ido junto, a Ja ( «:?./ ~/~ escue~a del villordo donde -nacieron de~- ) ~ ~/ (f( _, de que ca:si tenian amhos uso de razón. Upeng y Toño no viven en la aldea: son de un banio cercano edificado en plena sementera y sus casas de nipa dil'ltan una de otra escasamente cien metros: Toña es huérfano de padre y madre: vive al amparo de su tío, un anciano sin más familia que el sobrino y un~ parients. lejana que lleva en la <"asa e! manejo y la limpieza del hoga1-. Tio Tico no tiene más riqueza <JUe dos hectareas de ti eITa que siembra de palay y con su producto atiende a todas sus sobrias necesida· rle:o;. Es muy modef'.to; es un viejo chapado a la antigua costumbre er;pañola y scbrc todo y ante todo, es un católico ferviente, un celoso guardador de los prejuiciofl y de las virtudes ancc:;trales de su raza. Per:i él, todo lo es su rara; y su religión y sus creendas 5on todas para su raza. también. No mira él con buenos ojo!'; las idas y venidas de chicas y chicos en tenta.dora p1·omiscuidad a las es~ue!a.~ láica!S separadas de la lgles:ia y del U!mOt' de Dios: No le n.g-radan tampoco el ingié:i y esos juegos llamados deportivos de la naciente generación¡ pero como son cosas y orden~:i.zas y Ley de gobierno dobla la arrugada fNnte y repíte parodiando a Nuestro Señor Je. i;ucristo: "Dad a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que- es del Ce!'ar." Y el vje-jo continúa perseverante apegado a su atávica herencia siempre trabajando y a Dios rezando .. tiva:nente. que se las dan de personas de gran capacidad porque chapurrean muy mal el inglés y sobre todo, porque pueden reírse de todo& lo~ vie-jo:s con impunidad, euando charlan en la extraña. lengua que aprendieron a costa, !\abe Dios de que trabajos, de que abdicaeiones:, de que descalabros ... Upeng se ha transformado en unA arrogante y garrida dalaga y :s\1 madn~, ñora Sisang viuda de un sargento de la pasada revolución del año 1896 quien tiene por todo pa-b-imonio uttos 500 árboles frutales de cocos, procura también como buena cristiana que su hija se eduque en el santo temor de Dios. OigÁmOsla admonizar a su niña: -Basta ya de novio novio, Upeng. Anoche, cuatro. Esta mañana al llegar yo del palenque. Toño conversando contigo 4'pegao na jmito". ·-Son amigos flcmay, Usti también! Ja, ja, ja! -Hija, tu cuitlao. Mira que hay Purgatorio, Jnfiet•no ... -Y Gl':lria nanuy, ya lo i¡:é. - Sútt Maria Sep! ¿Qué niñas 18.g de hoy! ¡AY', con t.i:tnta educación.... ¡el Señor nos libre!·· ~~S11s! ¡Ustedes Ios viejos, masiado! · · · · · · · · · · Toño es un mozal6n de djecíoeho añofl:, recio, Upeng y Toño ya no van a la esCUela. Son ya ~iemprc apegado al "Cowboy" americano con el dos púbere"' de quince y died~ho, afüJS respec· ancho sombrero calado hasta las cejas? venga o no -venJta n cµimto y dnentonando notablementf! con su indumento dtl labriego fi11pi»o. El U.o Tic6, Je increpa por su hol¡ar:aneria: La lejana campana da .la vetusta Ialesia pro. vinciana colgaba en los 6pacios •&'Teste~, que la brisa o:re~ impregnada de acres oloru de Toña, p<>r los santos apóa:tolH, lleva el carabao tierra campestre y flores aelv,ticas, aus leves e el rto y b ' M lo. ingri.vidOfJ sonid0$ siner6niC06, invttando a ~ -Tio, Ticó, me siento mal: me due'.e mut'.'ho · fieles a la. meditación y el recogimiento para ele· Mta pierna. -Todo sea por Dios, ya ¡ri yo. Pero muchacho ¡para qué''" tú a servir en esto mundo? .. . -Ya verA, tio Tic6, voy a &er boxeador y tend:remos dinero por centas. -Ay, Toño, ¿,Tú bo.zine,"01 ¡y con esa perez.a que te enaeñorea el cunpo! .... ¡Kalamay! -No,: si es que ayer jupnd0 al futbol me dieron una patada ..• -EBO, eso, es lo Q\?e sabéis dar todo111 los jóvenes de hoy, estupendas patadas ••• - ¡Ban! carabao ¡Chú, chú! Vamos al río. Y 1rú, vete a soltar patadas al ptrtbol. u La lane-uidez ro!ada de un nostálrico atarde· cer ve¡tla el pataaje eampeaino con 111u ténue y dulce ropaje de rnelancoHa llevando a Jas . almas crJstianas loa evan~Hzadotts consuelos de la Re. dención. va?' 8: Di~s la consoladora plegaria del A 1tQtlHa, Encorvada hacia la madre tierra. la tostada cerviz de Tandán T;ro reflexionaba que todas sus ¡:u.&iones y esperanzas pendían de aquel pedat.0 de tiera que labra con ardor inusitado; pues de él Hpera ~a.car el su·itento para todo et año. Hermo~ y dieno es el trabajo que Dl.O:J impuso a la humana ~tirpe, Pensaba, en dUa\Jravio de sus culpas y como acción purificadora ~~e ven· ciese al deseo materializado en nuestra carne, ]Jropensa a la molicie, madre artera del espasmo, que encierra en Ja obscura carc'el' del mal hábito, al espíritu síempr_e propicio en inclinado plano r•ara conseguir su· elevación y proereso por me~to del flagelador vehiculo del dolor, del dotoi:: que es el único que pone con au· cflic:1o de t;spinas 1u luces de la clarividencia en nuestra'' t~nte . .. Yérgu~se súbito, al oír el pausado tañer de la campana, detiene al paciente carabao que a ra roturando los .surcos y destocándose el liviano salacot pronumpen su& fervoTOsoa labiOft la salutación vespertina: "A ve Maria, llena eres dl" gracia" . .• Santfguase con ingénita unción cristiana a tiempo que sus cansados ojos de anciano, diviu.n cabe un ribazo en la parda azulosa lejania el grupo inconsciente de dos jóvenes abstraldos y como olvidados de todo cuanto a su alrededor ae sucede y se de&•nvuelv• en la vida de rela~lón rle su diminuto mundo plueblerino. Tandin Tieó haciendo pantalla. con su 111alacot, sombrea sus ojo:is avizorando a los lt.ere;ea que no se han levantado para rezar la santa Oración de la tarde ... -¡ Nacú, Señor! ¡Mi Sobrino y nli\a Upenel ¡Qué tiempos, Dios mfo, que ti~ntpos 1 ¡La nueva juventud! ¡Claro! exclama horroti!.ado en 1u rudeza de ignorante campesino: puro in¡lés que ingJés, ¿cómo van a conocer a Dios, al Dlos l'S castila! .. . ¡ Nacú ! ¡Ay. loa niilo!. de hoy! Ya no tienen aqu~I respeto, aquel santo temor de otros tiempos. :Alivia, indi¡nado, al carabao del J'UC'O del a rado, le echa en Jos lomos el cordel que le eoblerna Y Mja que el paciente paquidermo vaya solo a la querencia de establo. -Ya le11 diré yo a esos descreido!ll ... ~x,clama. Y echa a andar, llena el alma de santos furo. re.s, hacla el rrupo d~l amoroso idllio. Entre tanto la enamorada pareja areno~ a toda ingeHncia extraña, entona su himno pasional an~ te la plena magestad de· la Naturalna Impávida que les habla eo ·n TOCes tangibles. y ,mat.erialn a su j uventud. incapacn ambos de comprender la pskoloeia de lo inco~ible. :-Que h.ermosa eres Upenc y cuanto te uno. - SI, mucho: pero yo hasta ahora creo q~e.. me encañas, ¡ bribón ! - ¿Yo! ¿Enpñart.. yo! SI para mi no hay na·da en el mundo más que t'O, Upene de mi vida. - ¡,Y por qué fuiste anoche a casa de Loleng'?·: ¿Te crées que nO Jo sé todo! -Mujer, me ma ndó mi tío Ticó para pedir a ñora ~én el papel del carabao que le compró et dla anterio'r. ...... Sí; y te estuvjste charlando con Loleng huta .-la!ll 9 de la noche. ~No, s.efiora. Es que el padre de LolenK" no encont raba el papel. - A mi no me convences ¡truhan! -Mira, Upeng, te digo la verdad. Yo no quiero a nadie más que a ti .•. -Sf, sf, eso cuanoo .. iciy delante. · - Tu eres para mi todo en este mundo. Sin ti no ha.y felicidad en mj vida. ¿Tú te. crées que cuando loe domingos Vamos a la tslesia a misa yo .miro a los santos? ¡ Díos me perdone! Mis ojo,. y mlm pensamientos son todos, todos para t;, que eres Ja virgen de mi amor. --Jesú&, Toni ¡por Difs~ - Te lo juro, Upeng ! .. . - Hlf"-i•, demonio, alma de Satanás, rugió Tandán T icó, sot"prendiendo el diitogo. La pareja enmudeció, Henoa de temuoso respeto ol "iejo. Tandá.n Tic6. rojo de e6lera Jcs e.etpetó gesticu:ando una catilinaria que les hizo levantarse en vilo atemoriu.ctos· y a T~ño ~peciaJ ­ mente, a qllien ordenó quitar e) sombrero que tenía calado hasta los ojos . -¡ERo! ¿Es eso lo que os hemos enseñado? ¿Es esta la educa<:t6n que os .hem·os dad'o los vie- ; jos? ¡ W«l«nv pina.vo.,.-altot! ~osotroS los pobres . vjejos criitianos llevamos aquí dentro-y se golpeaba el pecho furiosarneñte--incukilda la religión de Dio" nuestro Seiior .. -Tío, perdón!· - ¡Perdón, Tandán Tic6l -Perdón, perdón! N0: es a mi aquien debei's demandar perd6n, si no a Dios. Mjrad, mirad allí a 1o mAa alto de ese cielo que por ser demasiado bondadosO nO cae :wb1 -e vuestras cabeias y os aplasta; porque no sois más que baro, mise. 1·able. Dios, el Dios bueno que bajó a este muñdo pan ser martirio.do por salvar al hom· bre os el\1'ba mirando y os· teQ.ia todaYía compasión. Yo también os he estado viendo. Cuando la campana de la ~IHla tocaba el A11gelm ni siquiera os habeis ~anli~ad~: A.~je•. /t.ertjn Jos dos. -No noH dlmoa 'Cuenta, tío. - Pero · si· fuerais buenos católicos eu campana ~e¡rurame"nte habría. llamado a vueatros co~azones. - Verdaú, tío, v@r(f-a.L - Tiene t<1té, razón .Tandán T icó. - No ve.is que si Dios no tuvi~ra miserkoYrlia ik> vowtro• no podríais ni sentir el amor que lle· vais en vuestras almas?· - Perdón tlo. ·-Perdón, Tandán Ticó. -¡No hay perdón! j De rodff a~ 1 ¡De 1·ot!illai:¡ a hora. mismo, ¡ imflios ! An tes que el amor carnal, ante$ que Ja vida, esta El, que os la ha dado para servirle y que os permite vivirla porque es infinita. au bonrlad y su misericordia, G¡;cn.¡ y Toño poRtrados de hinojo!;: Pnci:re nuestro que e-stl!b. en los cielOs' . ." .. -Dioa oa premie. hijQ s m_íos y no .olvidad nunc~ en todos loa momentos · íelil:es o desgraciados c:!e vuBtra existencia. q ue antes que n2d ic y antes que todo, vuestro primer ~.ber· es:-· AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.