Quien Decis soy yo

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Part of El Misionero

Title
Quien Decis soy yo
Language
Spanish
Year
1934
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
AÑO IX, No. 2 JULIO 1934 "¿Quien Decís Soy Y o?'' N O HA Y duda: los tiempos actuales son difíciles; a pesar de las relaciones que oimos y a pesar de los artículos que le~mos, anunciando mejoras en la situación económica mundial y profetizando que pronto la depresión universal se desvanecerá, sin embargo los meros hechos demuestran lo contrario. ¿Por qué no admitir francamente un sincero "mea culpa" y confesar abiertamente que estamos cosechando los efectos y las consecuencias de nuestras obras? San Pablo dijo que el fruto del pecado es la muerte. ¿Acaso no podemos llamar con este nombre esta depresión que está paralizando las relaciones financieras internacionales? ¿Por qué no ir derechito a las raíces de este mal universal investigando la fuente de la perturbación, la causa verdadera de la anomalía? Y entonces, sin engañarnos miserablemente, aplicariamos enseguida el remedio; sinceros para con nosotros mismos, nuestros prójimos y Dios, tomemos la medicina necesaria. Yo lo sé, V. lo sabe y todos los Cristianos verdaderos lo saben que la Santa Providencia guarda en Sus manos nuestro destino, que no podemos nada sin la ayuda del Dios todopoderoso, y que El solo puede cambiar la faz de la tierra, del mismo modo que la ha creado, con una sola palabra: "Fiat". Volvámonos a Dios, al Padre Celestial quien en todas Sus obras no busca más que Su gloria, y a la vez desea nuestra felicidad tanto temporal como espiritual. Reconozcamos nuestra entera dependencia de El y admitiendo francamente nuestra culpabilidad por falta de Fe en Sus doctrinas y de fidelidad a Sus mandamientos, pidamos humildemente Su perdón imitando el ejemplo del hijo pródigo; en una palabra volvámonos a la práctica de nuestra Religión y reestablezcamos nuestras relaciones necesarias Renueve su s14scripción ensiguida. 34 con nuestro Creador, con Nuestro Redentor, y entonces, sí, entonces solamente veriamos la depresión aliviarse y la crisis desaparecer de nuestros hogares, de nuestro país y del mundo. Estas lineas se han escrito para promover en los corazones de los Lectores un acto sincero de Fe viva en Jesús, el Hijo de Dios, Nuestro Salvador de ayer, de hoy día y de mañana. Este acto tan sencillo de Fe producirá infinitamente más alivio que los miles de discursos vanos propagados por el radio hasta los últimos límites de la tierra con el fin de hacernos creer que la crisis toca a su fin gracias a un sistema nuevo de manipulaciones económicas en el cual ni se menciona el nombre de Dios, ni se considera la actuación de la Santa Providencia en todas las cosas. ---~+--Un día el Señor dejando las playas de Galilea se embarcó para irse al norte de esta laguna y como iba alejándose de la tierra, miraba las ciudades poco a poco desvaneciéndose en el horizonte: Cafarnaum, Betsaida, Corozain; una tras otra estas ciudades Le habían rechazazado, entregándole a Sus enemigos. En la mañana del día siguiente, desembarcó en la región de Felipe, llegó a las fuentes del río Jordan y entró en la capital CesareaFelipe, así llamada por el Tetrarca en honor de Tiberio Cesar, su protector y patrono. Edificada en las ruinas de la ciudad antigua Dan, todavía se encontraba en Cesarea la cueva de Pan, tan famosa en los tiempos de los colonos Griegos y que por mucho tiempo se había llamado Panea. Pero ni estas reliquias del paganismo pasado, ni los esplendores más recientes de la Cesarea moderna llamaban la atención del Señor. No hizo más que pasarse por los suburbios del pueblo, prefiriendo buscar un sitio de descanso al pie del monte Hennon, en los valles donde las fuentes del Jordan siembran la región con una vegetación abundante de matas y la atraviesan con numerosos esteros. Entre otros hay un hecho memorable que para siempre ilustra esta región y sus bosques. Aquí, mientras el Señor oraba en la soledad, inopinadamente interrumpió Sus oraciones que eran su único descanso y llamó a Sus discí¡jlllos a los cuales habiéndose acercado a El, empezó a interrogarles diciendo: "¿QUIEN DICEN QUE SOY YO, EL HIJO DEL HOMBRE?" La contestación de los discípulos debió haber llenado de tristeza el Corazón de Jesus. Sus Apóstoles confesaban que hasta entonces ni iuno en Israel había reconocido a Jesús como el verdadero Mesías; unos, como Herodes, obcecados por su miedo, Le tomaban por Juan Bautista resucitado; otros creían que era Elías; otros más Le llamaban Jeremías. "Es el visionario", así sonaba la opinión popular, "que ha vuelto a nosotros para repetir sus lamentaciones." Sostenga un Catequista! Muchos se imaginaban que Jesús era algún Profeta nuevo, pero nadie había descubierto en Jesús lo que es de veras en cualquier tiempo. Aunque Sus obras maravillosas habían manifestado con evidencia que era el Mesías deseado por todas las naciones, estas habíanse desvanecido como algunos relámpagos en la obscuredad de la noche sombría; por toda la tierra de J uda, la Luz brillaba en la obscuredad y las tinieblas no la comprendían. "Y EN CUANTO A VOSOTROS'', continuó el Señor, "¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?" Dirigida a ellos en el momento que el Maestro estaba lejos de su región natal, esta cuestión no era nada menos que una prueba decisiva de Sus Apóstoles. Simon asumió sin vacilar el examen; inmediatamente tomó la palabra en nombre de sus compañeros y dirigiéndose a Jesús contestó del modo franco que siempre le caracterizaba: "TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO." La Fe de Pedro, siempre alerta y viviente, tanto en medio del ronquido de las tempestades como ante la desaprobación de Cafarnaum, quitó ahora el velo que hasta entonces cubría· la Divinidad del Salvador y subiendo hasta por encima de la humanidad del Señor, Le .proclamó el Hijo de Dios, igual y consubstancial al Padre, es decir: Dios mismo. Escuchando la contestación y la ,profesión de Fe de Su Discípulo, 35 Jesús replicó: "Bendito eres tu, Simon, hijo de Jonas, porque ni la carne ni la sangre te han revelado ésto, sino Mi Padre Que está en el Cielo. Y ahora Y o te digo: Tu eres Pedro (una peña) y en esta Roca edificaré Mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y te daré las llaves del Reino del Cielo y todo lo que desatares en la tierra, también será desatado en el Cielo." Estas palabras conferían al hijo de Jonas la Supremacía y establecían sobre él la obra maestra de Jesús el Cristo-Dios-Hombre, que es Su Iglesia, la Iglesia Católica, transmitiendo a la vez a los sucesores de Pedro el don de la infalibilidad y los demás privilegios. -e;c¡)~En estos días cuando el mundo está sacudido y temblando, la Fe en el Señor, Nuestro Salvador, y en Su Iglesia se ha obscurecido en los corazones de muchísimos, quienes, desilusionados .por haber puesto su confianza en el becerro de oro, se quedan ahora espantados ante el hecho de la inhabilidad y la impotencia de este mundo materialista. iHa, ha, podían pasarse sin Dios! jlban a demostrarlo! Querían pasarse sin Dios porque Sus mandamientos constituían un obstáculo a su progreso en hacerse dinero. Su Iglesia, esta institución de moralidad anticuada, a lo menos debía ignorarse y hasta perseguirse, porque entre su doctrina Divina y la necesidad de una libertad siempre creciente de concienLas Misiones necesitan Capillas 36 cia, nunca podía reinar la "bonne entente" la paz. "Hijo mío, harte con dinero, harte honestamente si puedas, pero harte por todos los medios posibles", es un refrán muchísimo más facil a llevar a cabo en el comercio moderno que el otro que nos vino del cielo: "no hurtarás." Y poco a poco los hombres se han apartado del camino de la justicia: Rusia, Méjico, etc., etc., uno tras otro estos gobiernos han rechazado a Dios, Le han abandonado y entregadose a Sus enemigos. Y si otros paises no Le han renegado abiertamente, lo han hecho sin embargo en la famosa Liga de las Naciones, en las Conferencias sobre la paz y el desarme, y están haciéndolo prácticamente todo los días por su actitud en su modo de gobernar. ¿Y el resultado fatal? Como la torre de Babel, sus riquezas querían ensalzar hasta el cielo. ¿Para qué y a quién debían temer? ¿Acaso no eran ellos los dueños del mundo? .... Pero allá, más alto del cielo, el Todopoderoso se burlaba de sus intentos vanos e igual que hace siglos, cuando bajó de Su trono para confundir los soberbios constructores causando la confusión, así ahora, en estos últimos años, ha bajado de nuevo y con un solo gesto de Su mano omnipotente, toda la maquinaria del mundo financiero, se ha vuelto loca y en su locura ignorante se ha originado la terrible depresión actual... .. Y en medio del caos universal, de la inquietud general y de la desesperación, Jesús llama a Sus discípulos, los Católicos, de los cuales muchísimos se han apartado de El y otra vez les pregunta: "¿QUIEN DICEN QUE SOY YO, EL HIJO DEL HOMBRE?" Triste de veras es la contestación. Debemos confesar que hasta la fecha ninguna nación, ningún gobierno ha reconocido que el alivio se debe buscar en Dios, por medio de una vuelta general a la observancia de los mandamientos y a la práctica fiel de la doctrina de Cristo, Nuestro Salvador. Y aúnque algunas maravillas estupendas declaren manifestamente cómo reina Su Providencia, éstas no son más que algunos relámpagos que brillan un instante en las tinieblas sombrías de la noche; en el país del mundo, la Luz brilla en medio de la obscuredad y la obscuredad no La comprende. "Y AHORA VUESTRA PARTE", pregunta el Señor, "QUIEN DECIS SOY YO?" Dirigida 'ª nosotros en estos tiempos difíciles, esta cuestión no es más que una prueba decisiva de nuestra le-altad, de nuestra creencia incondicional en El. Igual que Simon Pedro, asumamos el examen sin vacilar. Tomemos la palabra ahora mismo y con la franqueza de nuestros antepasados que así nos han educado, y declaremos en nombre de todos nuestros hermanos en la Santa Fe: "TU ERES CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVO. TU ERES EL REY DE LOS REYES, EL QUE GOBIERNA EL CIELO Afiliese a los Cruzados de &mta Teresita Y LA TIERRA. DE TI DEPENDE EL BIENESTAR TANTO MATERIAL COMO ESPIRITUAL DE LOS INDIVIDUOS, DE LAS FAMILIAS Y DE LAS NACIONES. EN TI SOLO REPOSA NUESTRA FELICIDAD Y SALVACIÓN." Y escuchando esta confesión de Fe que brota de nuestros labios y de nuestro corazón, Jesús nos lleva por encima de las miserias de este 37 miserable mundo y conduciendo nuestras almas más allá de lo material y efímero, nos facilita Su plan de Su restauración que es el Suyo de ayer, de hoy y para siempre hasta el fin del mundo, diciendo: "POR ESO BUSCAD PUES EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA Y TODAS LAS DEMAS COSAS OS SERAN DADAS POR AÑADIDURA." + ............................... .....,¡.. •;.~ ... ,,,.:· ... ~~l¡:~"OT'flTI'J. . :-·"" 'i. .- - ~,.: '-'" ..... - u.,.,-.,_ OS rogamos Señor abaolvais de todo vínculo de pecados laa al· maa de vuestros siervos : John Pelssers, Belgium; Alejandra Bisnar, lnopacan, Leyte; Electa Querol de Iriarte, Cebu, Cebu; Sra. lgnncio Villajuan, Manila; Por nuestro Señor Jesucristo que con el Padre y el Espiritu Santo vive reina por todos los siglos de loa siglos. Amen. + .............................. + Dehemos sent'.r siempre una gran Yeneración a la verdad, porque e,; la Yerdad la que nos libra de nuestras pasiones y nos conduce a Dios. ---·H·--La oración es la acción más perfecta y más divina de la que es capaz un a lma razonable. La oración es la acción para cuyo ejercicio el alma ha sido principalmente creada, porque sólo por la oración el alma se une con Dios. Por consiguiente de todos los deberes, la oración es el más necesario. ---~+--PerseYerad siempre y hasta el fin en el servicio de Dios; no os preocupais del lugar donde fallecereis, porque importa muy poco donde uno muera, si ha sido fiel a su Creador. ---~··1---Quien quiere adelantar en el servicio de Dios dehe cada día renoYar su vida. San Carlos. Rogad por las ,l/isiones