En la playa Alborada.pdf
Media
Part of Estudio
- extracted text
- .\hl'il Siento mi alma herida, como en u1ios anteriores, por el impaciente afán de saborear con dulcíaima fruición los encanto• indeacriptibles, edénicos, de estos bellí.sjmos amane .. e eres de Resurrección; cargados de añoranzas, henchidos Je lirismo, im· pregnados de ternuras e idilios, que rezan suaves mi alma, haciéndola vibrar de felicidad. Para gozar todaa las magnificencias de esta alborada clt! Pascua hace ya rato que estoy aquí, acompañado de la soledad que me es tan grata :e gudando las delicias que me brinda este matinal y refrescante paseo de playa, junto al mar, par esta arena bañaJa por las olas mis compañeras, que ya empiezan a ret:'rarse, pero lánguida, pere· zosa, lentamente; cual si estuuiesen esperando ansiosas el nacimiento del s · l amigo, para saludarlo con sus lenguas de cristal, y marchar satis· fechas a besar otras playas. Se acerca el Jia. Lo anuncia la albcrada con esos haces Je luz, aún cvnl'1...sa, que se ven surgir detráa del monte, clareando las gigantes cumbres cubiertas ele verdor y re.:i:un·ando vida. Lo anuncian los trinos de lo., pájaro.s cantores, que despiertan llamados _oor el alba, y entonan, má.ir ag1·aclecidos que el hombre, eae fr"mn~ grandioso, uniforme y uariado n la vez_. cuyos ecos llegan desde el cercano monte: el himno mismo que entonaron a su Criador, cuando por vez primera batieron libres sua alaa en los albore.s del mundo, dueños del espacio. S2 acerca el día. Lo dicen esa nubes y neblinas pintadas de colores indefinible.s, y que poco a poco vánae revistiendo de magnifico.s arreboles. lo dicen las estrellas que se apagan, y la luna que palidece, y el horizonte que se enciende, y las llores Je loa jardines y los árbole.s del bo.sque, que se desperezan a las sua11ea caricias del vientecillo mañanero. Lo Jice el mar de azul intenso, y laa olas que juguetean como niñas alegre.s, y corren una tras otra pugnando por al· c.·anzar.se sin conseguirlo. /Surgió el sol nadando en lus, y llegó el día Je Reaurrección ! ¡Aleluya! /Alborada e.splenclorosa de Paacua, gemela de tantas otras que he pasado saboreando siempre las mieles de esta mística y religiosa poeaía que yo no sé explicar, porque tiene n•ás de cielo que Je tierra, Bendita seas! Tu penetra.s lo más Íntimo ele mi cora.:i::on, rociándole con el bá[ .. VoL L l!lSTUDIO 7, 1923 EN LA PLAYA ¡ALBORADA! .sama de las segurí.sima• y cotuoladoras eaperanJUU del porvenir; .,ue hoy aparece a~n ueloa1 y ae pre•enta lím· pido, ain nubea, con Jialanitlatle• Je paraiao. ¡Las eaperanza.s del poruenir! E•o es lo que mi alma 11é, y aJiuina y aiente en estas radiante• alborada Je Resurrección. Porque ai en mia E vocacione.s de Sema·na Santa, quedó mi cora.:i::ón envuelto por las neblinas del recuerdo, y se desprendió Je mía o jos una lágrima que lué a humetle· cer la tumba de los mio•¡ no me de· tengo, no puedo detenerme ahí¡ por• que má.s allá de las aombras del •epul· cro, mi lé católica uialumbra lo• bello• hori.:i::ontes Je la eternidad, iluminados por las inextinguible• elaridadea del Edén. Esta Paacua de Resurrección, tan llena de luz y Je vicia, me habla de otra resurrección, qse obligará a la muerte voraz: a Je11ol&Jer todaa •U• victima.a. Y en eae resplandeciente y lelicisimo dia, yo 11eré, y abnuaré, y poseeré, embriagado de dichas, a lo• que tan querido• me Fueron en el mt:náo, Jesaparecidoa luctuo•o día clel nido del hogar. ¡Consoladora esperanza, a cuyo recuerdo palpita en eata hora mi co· ra.:i::Ón presa de dulcísimas e interucu emociones, con bríos de amorea nueves y de vida nueva! ¿Qué importa la cerra.:i::ón ele laa tumbas, si allende el sepulcro, al primer paso, .se no• Franquearán laa puertas Je la V ida inmortal? ¿Qué importan la.s herida.s Jel combate, •Í rozan ya nuestra.a Frentes loa verde• laureles del triunlo? ¿Por qué llorar .sin e.speran.:i:a en las breuea horcu del dedierro, si pronto habrán de trocar.se en las sonriaa.s y eterno• abrazo.s de la Patria? A laa tinieblas y eclip.ses de V iernes Santo .siguieron la.s gigante• oleadas de lus, con que el sol inundó los jardines áe la Resurrección en este día memorable. Los ojoa purísimos de la Madre Doloro.sa, y loa de la inconsolable Magdalena, enrojecidos por laa hiruiente• lágrima. de· rramadas •obre la loaa tlel Sepulcro, brillaron tranafiguradoa por go~• y con.suelos inenarrables, en laa eacenaa conmovedora• de aquellos encuentroa, tan divino• y tan humanos, con el glorio.sisimo Vencedor Je la muerte. He ahi lo que yo también me atrevo a esperar ante la. •eguridaJe• Je mi lé. Voluerán, volverán las al• boraclas de Reaurrección de aquello• inocente.s y lelicíaimo• años, cuando yo y mis angelicale• hermanita. iba-10moa a la proceaión del Encuentt'o; Y alel(l'e• como el cimbalillo de la torre que sonaba a gloria, pre•enciábamo• el conmo11etlor y tiernÍ•Ímo abraso de lo Vir.-en con •U Hijo reaucitatlo. Y uoluerán bañada con toda loa ternura. y Jelicade.a. de aquello• mismos amores inocentes, purísimo•, que tenían saborea de paraiao. Y entonce•, embriaeado . de lelicidatl, laa encontraré como yo quiero, ·Y eapero me lo ha de conceder el cielo, con •U• trajecito• blancos, con su• caritas de angel, con aquella sonrisa que era para mí el colmo de tocla.s la.a dichas y de todo• loa gosoa. Y tendré la .suprema, la inelable seeuridatl de no perderla; pue• yo no habrá que temer ni laa inquietudes de la ausencia, ni el 11acio de la •oledad, ni los ultraje• de la muerte. Todo me lo recuerda e.ta alborada de Pacua ¡ todo me lo aae•u· ra mi lé, que en e•ta hora está lecun· ciando mi corasón con el benéti.co rocío de loa e•peranzas del poruenir. Y miro al cielo con noatálgica mirada, y lo aaludo como a mi uerdadera patria, y la Je loa mio•, que ya me precedieron en el viaje dejándome en loa arenales infecundo• riel de•tierro. Y sé que al travéa ele las nubes, mú allá Je e•• azul celeste, uiuen y e•· peran anhelante• el Jío del encuentro deli.nitiuo y eterno. ¡Penaamiento coruolador! Je•ucriato ha resucitado. Re•ucitaré también yo: yo que uoy humelleciendo, añoa hace, el camino de la uida con la lálf1'imaa que de mi• ojo• arrancaron el dolor y las •epa· racione• Je la muerte • Sí; reaucitaré ¡ y en ese día r••· plandeciente que no tenrlrá noche, Hrá el final Je lera lágrima. y del Jolor, de la •oleJad l' rle la sombra.¡ y el principio ele la• eternales sonri•as, Je los encuentra. y abro· zas, Je lo• éxtaaia y deliquio• y arro• bamientoa del corasán, •al •aborear toda la plenitud Je la bienaue,;tura~ y Je la dicho. y" resucitaré con ello•¡ con mia queridoa muertos: ¡con C armencite y Concho! 111Aleluya!!! EL SOL/T ARIO. Núm. 14
- Date
- 1923