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Abril -Estamos perdiendo el tiempo la¡;t,imosamente. Hemos emprendido una marcha equivocada. Es forzoso cambiar de ruta. No hay ambiente para fa idea que, tan cariñosament.e, Vienimos acariciando. Es posible que,, más adelante, modificada.s las circunstancias, llegue la oportunidad de celebrar con fruto el proyecitado congreso católico. Por ahora, es empeño inútil. Dejemos l.a lima y empuñemos el martillo. Consagrémonos a triturar enemigos del catolicismo. Es empresa más simpática y de mayores renrl'imiento.s. -Hoy más que nunca, estoy convencido de la justicia de nuestra causa. -l'onfesemos que es justa, pero reconozcam(}s también que ~ inoportuna. -E< <le interés permanente: prescinde y supera toda.s las circunstanci.a.."i. -l<;n cuanto al fondo. No olYidem_os nunca que una cosa es el fondo y otra muy diferente, los proced.imientos. -Fijemos :bien l>0s extremos. El fondo de la cuestión es defender los fueros de la civilización cristia.na en Filipinas y los procedimi·entos que .se redu'cen a fundir en una las energías todas de lo~ católi.cos para laborar con mayor eficacia ·por la realización nuestro ideal. Así 1o ven<>o entendiendo des.de el princi~io de la campaña. -Está perfecitamente conden•ado el pensamiento. -Pues, bien; defensa de la fe y unión de los católico.s, son dos conceptos tan estr.echamente enlazados que no hay posibilida.d de se.parados sin mútuo detrimento. -La defensa puede ser individual. -Pero e,arece d.e la efica.eia prD'!lia del esfuerzo colectivo sa·bianrente organizado. Todos' debemos wlaiborar en la medida 'de nuestI'll.s fuerzas. Para ello es prec-iso prepararnos adecuadamente. • -No atina-m<>s con la fórmula redentora. -La tenem08 al ale.anee de la miano. Si no la utilizamos, nuestra será ·la responsabilidad. Precisamente, acabo de repasar la f~mosa Encfolwa del gran P(}nt!füe Leoón XIII Sapientiae Christla.nae, Canta Magna de los debeVol L ESTUDIO res de los católicos, en donde encuentro admirablemente confiracerca de la acción católico-social madio todo cuanto vamos diciendo en Filipinas. Es un punto que hemos tocado repetidas veces. Vamos a rubricarlo ·Con pasajes tomados de este documento pontificio en la confianza de que los católicos los examinarán detenidamente y ·aea.ba.rán por convencerse die las obligaciones que nuestra condición de súbditos de la Iglesia nos impone. La cita será extensa, pero clara y sin coment.arios. '' Pa1ia mejor poner en sah·o la virtud de fa fe, dice, juzgamos »o.bremanera útil y por extremo conforme a las circunstancias de los tiempos, el esmerado estudio de la doctrina cristiana., según el t.alento y la capacidad de ca.da rnal; empapando su in1teligencia con el mayor conocimiento posible de la.s ve·r<lades atinentes a la l'eligión,.. Es de advertir que en eM,e orden de cosas que pertenecen a la fe ·cristiana, hay deberes cuya -exacta y fiel observancia, si siempre fuk necesaria para la salvación, lo es incomparablemente más en estos nuestros tiempos. Porque en tan grave y umvei•sal extravío de opiniones, deber es de la Igl-esia tomar el patrocinio d,e la verdad y extirpar de lo.- ánimios el 1 ('1Tor; <leber que está obligada a cumplir ,iempre e inviolablemente. porque a su tutela ha siclo confiado el honor dP Dios y la salvación de las almas. Pero 1a necesidad apremia, no sólo deben "llardar i~cólume la fe lo., qrue r:;andan, sino que cada uno está obligado a propagar su fe delante de los otroo, ya para instruir y confir~r ~ los demás _fieles, ya para repnnur la audacia de los infieles Ceder el puesto al enemigo, o ca: llar Cl1~ndo de todas partes se levant1a mce-<a.nte clamo1,eo para oprimir la verdad, 'Pl'opio es, o de hombres cobardes, o de qui·en duda estar en posesión de las \nerda.cles que profesa. Uno y otro ·es \nerg.onzoso e injurioso ¡{ Dios; uno y otro es contrario .a la salv'.lción del individuo y de Ja soci·edad: provechoso únicamente para los enemigo.;; del nombre cristiano, ·porque la cobardía de los buenos, fomenta 1a. audacia de los malos. Y tanto má.s se ha de vituperar la desidia de los -77, 1923 cristianos (•ua11tn epi·(~. se ptu'den desvaneePr la.;:, falisas aCll'-'Uciones y refut.ai· la8 opiniones erróneas, ordinariarn.·ente con poco tr.abajo, y con alg-uno mayor, i-;i("lnpr<•. FinCJilllt>n1<'. todo . .;, es dado oponer y mostrar aquella fortaleza que es propia de los cristianos, y con la cual no rara-.:. veces s·e quebrantan los bríos clt~ lo..; adv.er.sarios v sp df'sbaratan sti-; plane-s. I,¡\1e.ra de <pu• p} eri-;tiano ha na('ido pura la lucha. :-: cuanto é:sta. es má~ <'JH'.arnizada. tanto, 0on el auxilio d1• Di<h. ,., más segura la \'ietoria. Confiad: Yo vencí al mundo. Lo prim<'rn qui· ese <leher no•< impone, es profl''1lr abierta y con:;tantemc·n1.e la do<:t.rina 0a,tólica y propagarla ea J:1 uno según iSU') fuerzas. Porque. aunque el cargo (le prt~rliear. por derecho divino compete a los qm· el Espíritu Santo ha in,tituido Obispo." para gobernar Ja Ig·ll'si:1 d'e Dios. y priucipalmPnte. al ]{,¡,. mano Pontífice, sin emhan.ro. nadie crea que se prohibe a l,o; partjcula.res pone1· ('ll u~o algo de sll pa.rte, sobre todo a los que Ilio' ~oncedió buen ingenio y des(~o el~· IN1cer hjen: y que, cuando l'l ea so lo exija, puc>rlan facilmPntl' no ~"' a1Toµ·arsp e1 r•a1·g:·o dr dodor. p~'­ r:o sí comunjcar a Jo...; dcm{1..; lo que e<llos han rPcibido. si<'n<lo 1·0mo PI eco de la yoz dr lo_..; lll:J<'s· tros. Antes hien. a los Pa·.lres d1• 1 Concilio Vatie-:ino lt•,.; pareeió tian oport-111w -;.· fruL·t,0~·:1 l:i (·oia.1Jr,r:1ción d!l_l 1üs particular(·;, qnr• ha 1a juzgaron dPher Pxiµ:í1·.;e,J·;1: ' 'A todos les fieles, en especia-] a los que mandan o tienen cargo de enseñar, suplicamo; encarecl damente por las entrañas de Jesurislt-0, y aun fo3 mandamcs con la auto•·idad del mismo Dios y Salvador nuestro que trahajen con empeño y cuidado en alejar y desterrar de la Santa Iglesia estcG cnorelJ, y manifestar la luz pmisima de la fe.'' "Por Jo dc.m[Ls, ac:ul•rl(lcse cada un o qlle pue ~l·~ .'· clebe ,se,mbral' la fe crut&l·ica con Ja autol'idacl d¡·J ejemplo, y predicada prnfe<iindo1.a con fjesón.Por con..t;ignie nt e, entre los deberes f!llC nos julltall c.on Di o.~ y con la I gle.;ia. :..e ha de cont.a,,. como nno de los pl'inripale·o, eJ rte c¡ue ·cada cual ~e indu Dti~e ,, tl'n.ba je en la prop:i ¡r:cción a.e la verdad t' ris1tiana y (' Jl la ""pubtión de lo.; eiT01·es. " Pero no llena rán e;te d"b er Núm. Ú ESTUDIO 7, 1923 como conviene, colmad'amente y con provecho, si bajan r a Ja arena separadros unos d'e dtros. Y para que haya unión die los ánimos y semejanza en el oliiiar, ~o primero de tocio es necesa.r1a Ja concordia ele ·pareceres. Fácilmente s.e entiende la sabiduría de este precepto, porque el • entendimiento .es el .p rincipio d~l obrar, y, por consiguiente, ni pueden unirse las voluntades, ni ser las acciones semejantes, si los ente:ndim.ientos tienen div,erso sentlir." Resumiendo los principales ext1 ,emos cJ.e! documento .pontificio que hemoo trascrito, cli r.emos : 1) Lo católi00'3 debemos estudiar con tod.o ·esmei10, la doctrina cristiana, prnc.urar conserva.rla incóhw1e y prop~aigarla d-ela.nt.e de nuestros ciudadranos. 2) Los católico que e.edren el puesto al enemigo, o se c:aHa.n, cuandro todos combaten la r.aligión cristiana, o son unos COBARDES, o carecen ·d1e 1;óJ;id'as convJcciones. 3) El católico ha nacido ·para la lucha. 4) Tod.as 1 los católicos están obligados a propagar y manifestar la luz purísima ele la fe. 5) Tod•os debemos sembrar la buena d'oc;trinia c;on ·el buen ejemplo, y pFedica.rla mediante su consban te y tenaz .profesión. 6) JJOS ea,t,ólicos no podi·án cUJlll.plir satisfactoáamente estos sagrados deberes, si no llegan a unü:Se oot.rech.amernte en urna concordia aimoro a d e v;ol untad es, nacida y fecm.ndad:a por Ja armonía de s.enüres. Y ésto es, precisamente, lo que se intenta con eil congreso católico, fa unión perf.ecta d·e toclos los católic;os filipinos, en el parecer, en la voluntad y en la acción. Lo exige el enticJ.o común, l.o recfo.man los in te1,eses sacrosantos de la rdigión que profesamos, y lo mandan los Romanos P• onlífices y los Concilios ele l• a Lglesia Universal. A noootros nos corresponde obedecer. - Estoy plenamente de acuerdo contigo. P ero, la realjdad es muy amarga., y la tibieza espiritual, incurah!c. En la r>ráctic.a, podremos deci r, a unqu e con p ena que oleum perd.id.imus. - Dios pnmia la.s buenas interncio.nes. Por <Ytra parte, hemos collJSreguidr o la cooperación valiosísima del compañero "RomaJLOne'< ''. Con poc;os elementos ele tam'J 1-ta ent.ir d/a.cl, es seg1u·a la victo1-i.a. No hay que desconfiar., 8e ü·án agrupa.ncLo poco a poco. - Dios J.o haga. ~Cc n· e.m os este largo paréntiesis y vohnamios a la organización del co n gre~o ele nuestros amores. E. L. FERREIRO. 111 qoque de Día tras día ha venido publicando, duran· te la Semana Santa, versos de manifiesta irres· petuosidad el más leído de los diarios vespertinos, editados en lengua hispana, y causábanos sensación dolorosa el hecho de que un periódico, cuyos lectores son en su mayoría Católicos, tuviera tan poca deferencia para con las creencias religiosas de sus mismos sr.iscritores, quienes, de ser consecuentes, debieran darle una dura lección. Se comprende que, teniendo un esc,ritor nubladas sus facultades mentales por los vapores del alcohol, o en el empeño vulgar de hacer un chiste aun a costa de lo más sagrado, deje correr la pluma al soplo de la inspiración vina· ria o del espíritu volteriano, porque en el primer caso ha perdido la voluntad el dominio so· bre la imaginación desbocada y en el segundo viene a ser jugr'.lete de la pasión. Mas, como en todo diario haya de haber un director, sin cuya aprobación no se publica suelto alguno, y menos todavía una sección tan llamativa por hallarse escrita en verso c1ilinario, es cosa de maravillar que no se ponga freno a las chocarrerías clel coplero, cuando puedan resultar ofensivas a los sentimientos y a las doctrinas de una gran parte de leyentes, porque en ellas se toma a chacota lo más respetable de la religión .. Si cualquier extranjero osara despertar la hilaridad de sus lectores, tomando pie de nues· tra enseña nacional, de nuestra legislación o de las costl'.lmbres de nuestro pueblo, segura· mente sería el diario vespertino el primero en levantar tal voz de protesta, y con muchísima razón, contra la desenvoltura del pli!lmista que se permitiera bromas de mal gusto, barajando cosas tan dignas de miramiento para cuantos aman a su Patria como se la debe amar. Pues, bien. Tanta consideración, y aun Vol. L -8fl.lencion 111 por ventura mucho mayor, nos merecen a los Católicos los dogmas, las prácticas y los Mi. nistros de nuestra religión, y si el legítimo con· cepto de libertad no se extiende hasta el punto de quedai· autorizado un escrito1· a hacer man· gas y capirotes de cuanto se le antojare, como sea lesivo al derecho de los demás, obraran con cautela al guardar el debido respeto a la religión de la mayoría los directores de dicha publicación. Nada quisimos decir en nuestro número anterior sobre los despropósitos publicados en la sección "Vida Manileña" del diario vespertino, porque los juzgamos fruto de la ligereza y falta de consideración, y no producto de la malicia; mas, hemos recibido varias indicaciones de _lectores, entre las cuales hay una misiva enérgica, donde se nos ruega dar un toque de atención, y nos ha parecido muy justo atender a las súplicas de tan buenos Católicos, por c1<ya defensa rompimos el quietismo de nuestra inacción. Rogamos por ende a quien tuviere a su cargo examinar y retocar los escritos del periódico al cual venimos aludiendo, que procuren en lo futuro limar la pluma del poeta, siquiera cuanto fuere necesario para evitar fos conoep· tos malévolos e injuriosos a la religión de la mayoría de los filininos, a menos que prefiera complacerse en pisotear los sagrados derechos de la libertad. Q. CHILLO.· FLORENT 1 NO LEONCIO MESA DENTISTA 545 Mieericordia. Santa Cruz Tel. 2957. Núm. 14
Date
1923
Rights
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