Cambio de Ruta.pdf

Media

Part of Estudio

extracted text
Maye ESTUDIO 12, 1923 Hemos hasta aquí seguido al prote•tantiamo libel"&I en la complejidad de aua negaciones religioaaa y en au completa disolución bíblica¡ tal vez nuestra labor haya sido para muchos de loa lectores poco interesante, pues hubimOIS de limitarnos, e.n nueatroa estudios previos, a una revisión máa o menos completa de aiatemas, que hoy poT hoy pertenecen en su estructura material, aunque no en au formalidad, al dominio de la historia bíblica. No debemos, ain embargo, perder de vista, que tales siatemu fueron loa que prepararon el camino al neoprotestantiamo, que hoy tiene concentradas sus energías científicas, en lo que ae ha dado en llamar la ciencia de las religiones, a la cual, y para con&-ervar su propia existencia, ha tenido que agarrarae la reforma como a última tabla, de salvación. "El proteatantiama, dice a este propósito un gran pensador Católico, el dominico alemán P. W elss, empezó limitando su acción disolvente a la ei·tructura eclesiástica deil cr:stian·ismo, y luego le extendió a la Revelación divina. Su empresa quedó terminada, al terminar con ellas. Pudo entoncei, o mejor dicho, debió retirara•¡ mas¡ he aquí que la ciencia de las religiones ha venido 1\ dilatar su obra y a aplicar contra todas las religiolU!C en general los principios que el mismo aplicó con éxito contra la iglesia y la religión positiva y 1obrenatural". (El Peligro religioso", Cap. V, El Neoprotestantiamo). De esa ciencia de las religiones habremos de ocuparnos más adelante Y cuando hayamo1 terminado con la historia del racionalismo protestante, que desde hace meses traemos entre mano&. Hay que confesar que, después de los atrevimientos racionali1taa de Strauas, del que en lo1 artículos anteriores no1 hemos ocupado, el liberalúsmo racionalista adelantó muy poco, si bien sea cierto que, deapué1 de las negaciones de aquél, bien poco le quedaba que hacer. En variu ocasiones hemos hecho notar que el protestantismo es una religión de "negaciones", más bien que un conjunto de dogmas positivos. Empieza negando que Cristo dejase en su Iglesia un Órgano auténtico de interpretaciones bíblicas¡ y en su constante evolución hacia la impiedad, va negando principios y dogmas hasta haberlos destruido todos, sin dejar piedra sobre piedra Y conseguir, la completa de.molición de la Biblia y de la Revelación. i Cuan cierto es que una negación en el orden de la fe, lleva consigo la mueste de esa fe ! Sin hablar, por ahora, de loa más avanzados elementos, del campo racionalista, bueno será notar que la teolog1a protestante s.iguió o bien por el camino abierto y prepa .. ado por el putor de Suabia, o bien ae adhirió a las idea¡11 de Gottblo Pablo, sin que faltasen tampoco quienes siguieran y siguen lo que pudiera llamarse ecl.e~ticismo bíblico, tomando de .i.cá y de acullá ideaa y op1n1onea, que ni siquiera tuvieron la precaución de armonizar entre sí, dándose con frecuencia e.I caso de estar etn oposición unas partes del libro con otra.a. Aun loa elementoa más con1ervadore1 del protestantismo teológico, con muy contadas excepcione• se han dejado impregnar de las negaciones atrevidas' de 1<>11 racionaliataa alemanes y no es infrecue.ntre dentro deJ •-'no de las sectas más conservadoras el c••o d • - e un past~r, que, como el americano Grant, de New york, predica deisde el púlpito de su Iglesia en la famosa Quintia Avenida, no ser Cristo más que puro hombre, con otra• monstruosidades no menos impÍBJa, sin que su obispo ee atreva a destituirlo y arrojarlo del púlpito que con au1 blasfemiu profanó. Veremos, al ocuparno1 más adelan~ de la crisis religiosa en Alemania, Inglaterra y Eatadoa Unidoa, cuán profunda Ha la llaga de impiedad e irreligión en el cuerpo de las eectu proteatantea y cuán grande aea e.l mal que eJ racionalismo ocasionó a oeu sectas. Dentro miamo del catolicismo y debido al influjo de loa eiltudioa racionaliata1 prodújose una deaoomposición, que causó no pocas defeccionew y que, 1i no hubiera 1ido de orige'll divino y tuviera de 1u parte la aeguridad de su perpetuación a tt"avéa de todoa 101 L'iglos, sin que puedan prevalecer contra él las puertas del infientQ, tal vez hubiera dado al traate con 1u robu1tez, ocuionándole la muerte. La heregia modernista, que con tanta sagacidad descubrió eJ aapientísimo Pio X, había hecho p.,_a en no pocos escritores y penaadorea católicos y hubicausado terribles estragoa a no haber tan a ~iempo acudido el Sumo Pontífice, que, con admirable energía, cortó loa miembros podridos y limpió para aiempre los recintos sagrados de las ciencias ecl-iásticas de la peate racionalista, que había logrado introducirse en elloa. En doa puntoa fundamentalísimoa convienen todos loa escritores protestantes de la escuela liberal, y aun no pocos de loa que se llaman conservadores¡ en la negación rotunda y categorica, sin apelaciones posibles, de la autenticidad del Antiguo Teatamento, sobre todo del Pentateuco, y en la duda, cuando no en la negación radical y ain eufemismo, de la Divinidad de Jeaucriato. Y una vez que Cristo haya sido eliminado de 1u Iglesia; ¿qué le quedará a esta, que no pueda ser comparado Y quizá pospue.sto a lo que otras lgleajas enseñan? Si Cristo no e.a Dios, en su iglesia no puede existir el elemento divino y no habiéndolo queda reducida a la categoría de una retligión cua1'1'uiera, más imperfecta, quizá, que el budhiamo o el mahometismo. Con frecuencia hemos visto en las revi·ata.a y periólico.s establecer comparaciones entre la grandeza de Cristo Y la de Budha o Mahoma u otros grandes hombrea de la antigüedad clásica y aun de hombrea de nue1tro1 tiempos. Ello no es sino una conse'cuencia del espíri·tu de racionalismo que, poco ha poco, ha ido infiltrándoae en las mentes de nuestros escritores, gracias a los texto. racionalistas que la dominación americana nos trajo y que paulatinamente va moldea·ndo las conciencias de nuestros hombres de estudio. El racionalismo germano, del que con tanta extensión nos hemos hasta aquí ocupado, fué extendiéndoe., como una .plaga por todos loa pueblos civilizados, sobre todo por Francia y por Inglaterra¡ se fué filtrando en las ciencia's ·Y en las artes; en la literatura y en las costumbre.s. Su dogma fundamental ea la negación de todo orden sobrenatural y la afirmación, en consonancia con tal negación del origen exclusivamente humano del criatia• nismo. Y aquí, si el lector no lo tiene a mal damos fin la hº ' a r.a·toria del racionalismo germano, para dar comienzo a la del positivismo y naturalismo francés, cuyos dos máe altos exponentes son Litré y Renán. "FILAD ELFO". -6Vol. l. Núm. 19
Date
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted