Una oracion sincera

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Part of El Misionero

Title
Una oracion sincera
Language
Spanish
Year
1934
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
AÑO IX, No. 5 OCTUBRE 1934 Una Oracion Sincera ''SEÑOR Jesús, amo a - Tí sobre todas las cosas; venga a nos el Tu reino. Aquí he venido para interceder por mis hermanos, los paganos de mi patria." -"Hijo queridísimo, tu propósito ha tocado la parte más sensible de Mi Corazón." -"Señor, lo confieso, hasta ahora no he amado bastante a Tus últimos hermanos." -"Es que no les conoces, hijo mío. No sabes cuánto sufren y padecen y por eso no comprendes cuánto Y o les estimo y quiero. Verdad es que les has visto en Baguio, que allá te has avergonzado de la poca ropa que llevan sus hombres. Pero ¿les has visitado en sus sombrías chozas? ¿Comprendes tú todas las miserias de estas miserables habitaciones? ¿Has entrado en ellas? ¿Mas; has entrado en su cuerpo y alma? ¿Les has acompañado en la otra vida? Verdad, has visto de lejos sus andrajos y harapos, pero, hasta ahora no los has elevado para escudriñar su corazón. Hijo mío, ¿sabes tú lo que es padecer el tormento del hambre? ¿Nunca has oído llorar a un pequeñuelo pidiendo alimento? ¿Has visto a Mis hermanos de tu Provincia Montañosa terminar sus comidas suspirando por más, gimiendo por el alimento suficiente? Hijo Mío, ¿acaso has acompañado a tus hermanos en sus montes llevando sus pesadas cargas en sus hombros encorvados? ¿Te atreves a ir donde se ariesgan sus mujeres en las laderas escarpadas de las colinas, donde siem~ bran sus camotes, y donde el menor desliz las llevaría al precipicio y la eternidad, para la cual, por desgracia, no han podido prepararse porque ignoran los gozos o tormentos infinitos de la otra vida? ¿Acaso has seguido a un hombre casi desnudo hasta sus arrozales y le has observado cómo se afana en el lodo y trabaja como esclavo, bajo un sol ardiente o una lluvia torrencial hasta no poder más? Rent1ew su suscripción ensiguida. 130 ¿Acaso has seguido a estos montañeses valientes cuando bajan a sus casuchas .donde no encuentran otro bienestar sino un cajón para descansar, un suelo sucio para cama, un aire pestilencia} a respirar, una habitación miserable que se bambolea mojada cuando sopla el tifón? iAy de aquellos pobres, Mis más pobres!.... Lo que sufren ellos, Y o lo siento en Mi Corazón; lo que no se hace por ellos, se lo quita a Mí." -"Pero Señor, estos habitantes de la Montañosa, ¿Verdad que sufren tanto?" -"Esto precisamente es lo que más Me tormenta, que haya tantos que padecen de la miseria y que vosotros Oatólicos parecéis no saberlo. Sufrir el hambre, trabajar como esclavos sin la esperanza del menor alivio, vivir sin remedios para suavizar la muerte, enti:ar en la eternidad sin la debida preparación, tal es la temible suerte de miles que están a tu alcance, dentro de los límites de tu hermosa patria, en los montes encantadores donde también miles más privilegiados gozan del fresco de sus brisas, de la alegría de su capital y del oro que se les quita de debajo de los pies y con el sudor de los habitantes, qu.e hace pocos años eran dueños del terreno que contiene estos tesoros. ¿Acaso no te puedes dar cuenta de tanta miseria y cómo grita por la venganza del Cielo?" -"Pero Señor, no es verdad que has dicho: bienaventurados los pobres?" -"No profanes esta pJilabra Divina, hijo Mío. Esta es una palabra que habladeFeydeamor. Sin la Fe. el pobre. no ve en ella más que una maldición o una broma. Pobreza no significa miseria negra y desemparada. Pobreza del espíritu no es lo mismo que hambre del estómago. La indigencia material se convierte en bendición sólo cuando Ja Fe y la Caridad procuran a &ti víctima levantar los ojos al cielo y mover sus labios murmullando: Padre, hágase Tu voluntad. Pero tus hermanos paganos ignoran al Pe.dre Eterno. La pobreza siempre es una bendición dificil a llevar, más dura a cargar que el peso de las riquezas: exige una Fe profunda y un amor ardiente de Dios. Pero tus pobres hermanos paganos no conocen los tesoros celestiales de la indigencia terrestre. La pobreza se convierte en una bendición cuando las riquezas de los adinerados se transforman en un manantial de generosidad y de abnegación. Sin el amor a Mi Corazón, el dinero se convierte en orgullo y la pobreza en una maldición; el rico es un avariento y el pobre un desesperado. Hijo Mío, ésto es uno de los puntos más doloridos de Mi Corazón: los Católicos no apagan Mi sed devoradora de la Cruz y dejan Sostenga un Catequista! apartados de Mi abrazo a los más queridos de Mis Hijos, los más mínimos de Mis hermanos. Mis hijos privilegiados se permanecen sordos a Mis repetidas súplicas en favor de Mis queridísimos otros mios; cuando ruego a los que beben Mi Sangre y comen Mi Carne extiendan una mano salvadora a sus vecinos para aliviarles en sus penas terrestres y librarles de los tormentos eternos, Me contestan: 'procúrenos más bienestar, más alegrías, pero no nos hable de sacrificarnos.' Aúnque Y o Mismo paso el tiempo viviendo entre ellos y reposando en sus corazones, si Me atrevo a implorarles consagrasen algunos momentos al día rogando por la conversión de sus paisanos paganos o diesen algunos pasos visitando a sus amigos para que estos tomasen algún interés en las tristes condiciones de los Montañeses infieles, entonces me replican: 'nos falta tiempo' y para aumentar aun su defensa ficticia, dejan Mi Corazón dolorido para divertirse día y noche. iAy! hijo Mío, comprendes tu todo Mi dolor?" -"¡Ay! queridísimo Señor, ¿Cómo puedo consolarte?" -"Tengas piedad de Mí, hijo Mío, y predica a tus vecinos también tengan piedad de Mí; tengas piedad de Mí en Mis más mínimos, Mis otros Míos, y graba profundamente esta piedad en las almas de los que deben su todo a Mí." -"Por cierto, Señor, tenemos 131 piedad de Tí; todos Tus hijos Católicos son de buena voluntad.'' -"Sí, hijo Mío, natural; pero aquí no hay cuestión de sóla una buena voluntad, sino de un amor verdadero .... del amor que ardía en los mártires. En los tiempos pasados, hubo miles y millones que sacrificaban su vida por Mí como Y o también un día la he sacrificado por vosotros todos; hoy día estoy buscando a· mártires quienes muriendo a si mismos desean vivir. ¿Comprendes? Es verdad que encuentro algunos de estos mártires. Son seís millones, hombres y mujeres, Sacerdotes y Religiosos, en las Misiones, quienes sacrificando su bienestar terrestre, consagran su vida a Mí en los más mínimos de los Míos. Seis millones .... ¿Acaso es demasiado? De los trescientos y más millones de Católicos, no son más que dos por ciento. ¿Acaso no debería cada Católico servirme con el ciento por ciento de todo su ser? Entre los miles de Igorrotes de la Montañosa, no hay más que treinta Sa.cerdotes y cincuenta Religiosas sacrificando su todo por el alivio de esta gente espléndida bajo la vista de diez millones de Católicos sus paisanos; pero el número de Mis Apóstoles entre los Montañeses debiera doblarse, triplicarse y sin embargo está para reducirse con gran detrimento de tus hermanos y de Mis otros Mismos, tanto en este mundo como en la otra vida. Las Misiones necesitan Capillas 132 ¿Verdad, hijo Mío, que crees en Mí?· Crees tu realmente en Mis palabras cuando dije: cualquiera cosa que hagáis a los más mínimos de los Míos se hace a Mí Mismo? ¿Y cuando no has escuchado las súplicas de los Misioneros en favor de tus pobres paisanos infieles aun, sabías entonces que Me has rehusado a Mí tal como un día los Judíos rehusaban a Mi Madre y a Mí? Tu dices que Me amas sobre todas las cosas, pero quieres diversidnes que no necesitas, unas bagatelas, más que a Mi Divinidad; prefieres una satisfacción pasajera a una recompensa infinita que compré con Mi Sangre preciosísima y pagué con Mi Muerte en la Cruz~ No, hijo Mío, no hay amor verdadero donde no hay Fe verdadera en Mí y en los Míos. La indiferencia de los Católicos mata la Fe en ellos y en las almas de los demás. Su amor está encerrado en sus cofres fuertes y su Fe es una traición de su Salvador y de su salvación. Escucha, hijo Mío, lo que dice Mi Apóstol Santiago: '¿para qué os servirá, hermanos míos, si alguien dice que tiene la Fe, pero no tiene obras? .¿Acaso la Fe podrá salvarle? Y si un hermano o una hermana esté en la desnudéz y en la necesidad del alimento de cada día, y uno de vosotros dice a ellos: vayan en paz, que se calienten y se llenen, pero no les dan las cosas que necesiten para su cuerpo, de qué les ·servirá? También así la Fe; si no tiene obras, está muerta en si misma.' Tu crees en la existencia de un Dios? Haces bien, pero también los demonios tienen esta Fe.'' -"Esta palabra es dura, Señor.'' -"Ya lo sé, hijo Mío; por eso perdono a muchos su ignorancia. Cuando uno tiene algo, le es dificil reconocer el hecho de que otros tienen menos o nada.'' -"Gracias, Señor, por Tu perdón a los Católicos; ten misericordia de nosotros. Pero lo que siento, Señor, es que necesitamos algo más que Tu perdón. Dí una vez más Tu palabra sagrada: 'se hace a Mí ....... se rehusa a Mí', porque es dificil reconocer a Tí debajo de los harapos de nuestros hermanos paganos. Danos la fe vívida de aquella princesa que vió inopinadamente Tus sagrados pies relucir con rayos celestiales mientras estaba lavando los pies a un mendigo. Hable Señor, ¿qué es lo que más puedo hacer en favor de nuestros pobres hermanos paganos? Habla Señor; ¿qué más quieres?" -"Lo primero y lo mejor, lo has hecho, hijo Mío: has rogado por los Católico& para el bien de los infieles. Ahora tomando de Mí corazón una chispa de amor, figúrate ser un pobre pagano de la Montañosa y con este pensamiento véte a casa y, llama a la puerta de tu habitación. ¿Qué deseas recibir? Entra, y lo que deseabas para tu cuerpo y alma, por ahora y en la eternidad, tómalo y dalo a las misiones, ..... dalo a Mí.'' Afiliese a los Cruzados de S.nta Teresita