Del Sol y de La Luna

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Part of El Misionero

Title
Del Sol y de La Luna
Language
Spanish
Year
1934
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
202 Ofrezcamos una oración por el eterno descanso del querido difunto, porque los decretos del Padre Celestial siempre permanecen en secreto. Sin embargo los que han conocido al Rvdo.Padre Van Runckelen y que han sido testigos de su vida sacerdotal, quedan convencidos de que el Divino Maestro ha dado la bienvenida más cordial al que en vida Le ha servido en cuerpo y alma: "¡Regocíjate, buen y fiel servidor ... Entra en la alegría de tu Señor!" ---~-Del Sol y de la Luna Leyenda de los Igorrotes lbaloi, del Este de Benguet, por el Rdo. P. A. Claerhoudt, Misionero, Itogon. SÍ, que aquel chubasco fuétremendo, pero ahora reina ya la calma. Pude oir a un anciano que subconcienzudamente expresaba su opinión al ver el arco iris brillando en las nubes por encima de Calai: "buscando cangrejos"; musitó, sacudiendo la cabeza. Es lo que dicen aquí en los montes, cuando ven el arco iris extenderse por encima de los montes y cordilleras: "Bungdul, el arco iris, zambulle sus manos en las aguas del estero en busca de cangrejos." iAy del individuo que esté cerca del sitio donde Bungdul explora las aguas!... .. Ciertísimamente morirá dentro de muy poco tiempo .... nadie lo duda. Y tan pronto como el hombre que conduce una piara por el camiino, vea aparecer el arco iris, enseguida se detiene, enciende el fuego, y se sienta, esperando que Bungdul haya menguado y desaparecido; de lo contrario, sus animales enfermarían, enflaquecerían y se morirían, como todo el mundo lo sabe muy bien. Sin embargo Bungdul no tiene ninguna historia propia, me dijo el anciano, no es como Acu, el sol, y Bulan, la luna, que los dos tienen su leyenda. Bungdul no es más que una criatura de Acu, el sol, y su esposa, Bulan, la luna; y si V d. quiere saber algo más de Acu, el sol y de Bulan, la luna, pués aquí está su historia: iAy!... .. dichosos eran los tiempos pasados para nuestros abuelos, de veras que en aquellos días eran felicísimos. En aquella época, ningún ser humano debía trabajar en el calor del dia como suele . hacerlo en nuestros tiempos; en aquella época dichosa, la gente cavaban y araban sus campos cuando Bulan, la luna, desde lo alto del cielo miraba la tierra, pero durante el día, mientras Acu, el sol, lanzaba sus rayos de fuego sobre los montes, entonces cada uno y todos descansaban y dorUna suscripción anual; Pl. 00 mían tranquilamente a la sombra; en aquellos días fenecidos, las noches eran tan claras como hoy los días y la luz nocturna era fresca y reconfortante; entonces en la claridad alegre de la noche, el nUang, el carabao, trabajaba con gusto y hasta corría en el fango de los campos, arrastrando el arado.... Era tan dulce y tan agradable labrar en el lustre y el brillo 203 algunas veces algo cosquilloso? Donde están aquellos que nunca tengan con los vecinos algún choque? Y esto es lo que sucedió; el sol y la luna llegaron hasta altercarse vív;idamente y la luna siempre tan plácida se plantó en frente de su marido ahurrido y le echó en plena cara lo siguiente: "Y tu .... Tu no sirves para nada Sus oraciones y sacrificios procuran la salvación de ésta y miles otros pobres Igorrotes. de Bulan, la luna..... ¡Ay! de veras que eran días felicísimos aquellos ... ---~-~--Allá más arriba, allá donde el sol y la luna pasean, reinaba la paz más tranquila y hasta cierta cordialidad m'utua; pero debe estar muy tranquilo donde nunca sopla el viento, y así es que en los tiempos antiguos, un día, sucedió que el sol y la luna tuvieron una riña entre ellos..... ¿Quién no se siente sino para secar y quemar todo lo que hay en la tierra .... Bueno eres para ahogar y sofocar y nada más..... En el mundo entero no hay ni una sola criatura que te quiere; desde el momento que tu cara de horno se muestra en el horizonte, cada uno se escapa de la faz de la tierra y se esconde y se refugia en cualquiera sombra que encuentre o en cualquier sitio donde se sienta la frescura. Te Una suscripción para toda la fJida; Pl S. 00 204 lo digo francamente, la gente no me trata de esta manera; cuando yo miro la tierra, todos los habitantes salen afuera y ni una persona hay que no quede satisfecha y contenta conmigo; las mujeres cogen sus cestos y se los colocan en los hombros; los hombres se dirigen a los campos a trabajar o a los bosques a cortar leña, pero tu .... tu .... apenas han visto la punta de tu nariz cuando ya se espantan como si hubiesen visto a la Muerte en persona .... " -"Cállate, vieja, o si no, aquí sucederá una desgracia", contestó Acu, el sol; "una palabra más de tus tonterías y ..... " Pero una mujer no tiene su lengua para nada y no guardará el silencio de oro ante su marido que muestra los dientes y cuando la señora luna continuó su discurso tan insultante, vino un momento cuando Acu se puso tan colérico que fácilmente hubiese podido hasta matar a su esposa: -"¡Basta ya .... está bien ... ,cállate!.. .. " gritó no sin añadir una maldición terrible y fruncir el entrecejo contra su otra mitad; "ya está para caer la noche y todavía no hemos entrado la leña. ¿Vas a callarte? Pronto, ayúdame a amontonar la leña en el Sakpattan, para que se seque esta noche; después, puedes marcharte y dar tu vuelta alrededor de la tierra para derramar tu luz reluciente y tu frescura agradable .... si no, la gente se quejaría y lloraría al no ver tus mejillas de vieja .... " Estas palabras aparentemente habían calmado un tanto los sentimientos del marido y de la mujer, porque ambos sin decir ni hoche ni moche se metieron a pasar la leña adentro de la habitaeión, encima del Sakpattan. Pero inopinadamente, mientras Bulan se levantó para introducir otra rama, Acu agarró un pedazo pesado de madera y con toda su fuerza lo lanzó en la cara de la anciana. -"iTantamin!. .. iPara tí!" exclamó Acu y de sus ojos se escaparon rayos de fuego; "hace tiempo ya que te lo has merecido." Bulan, la luna, lanzó un grito de sorpresa y de alarma, chillaba y por poco se desvaneció por el dolor intenso que le causó el golpe inesperado: en la cara tenía una herida tremenda y uno de sus ojos quedó apabullado .... Toda la noche la pobrecita se quedó en casa y la tierra envuelta en las tinieblas. Toda la noche· no hizo más que lloriquear y gemir. -"¡A callarte!", gruñó Acu, "si no, te voy a triturar el otro ojo," y se acostó en el suelo de la casa, pero en toda la noche no pudo dormir por los gemidos de su esposa que de vez en cuando le repitió: ''itraidor! .... jasesino! .... '' Toda la semana, Bulan no salió y ni una sola vez apareció en el cielo; tenía vergüenza porque la herida la desfiguraba horriblemente la cara y aquella órbita ahora vacía le daba un aspecto feísimo. No hizo más que llorar ..... día y noche se lamentaba amargamente. AL "THE LITTLE APOSTLE" El mundo entero no estaba menos triste; desde el norte hasta el sur y desde el este hasta el oeste, no hubo más que una palabra: "¡Ay! Donde está Bulan? iAy! ¿Donde estará? Que vuelva, o el mundo se acabará. ¡Ay! ¿Quién en tinieblas o el fuego solar, Podrá atreverse, podrá trabajar? ¡Ay! Donde está Bulan? ¡Ay! ¿Donde estará? 205 se ariesgó de vez en cuando a mirar por un agujero de las neblinas, la tierra envuelta en la obscuridad. Pero .... ¿Qué gritaba la gente? ¿Qué es lo que oyó Bulan? -"iEh! iMira! .... allá! .... iEh. Bulan está otra vez allá! ... ¡Eh! ¡Míra~ la! ... jQué fea! ... ¡Qué!... Le falta un ojo .... Parece que alguién le pegó un ojo negro .... ¿Qué le habrá occurido? .... " Al oir estas palabras, Bulan se sentía tristísima y a penas podía cielo, la luna oyía día y noche es- contener sus lágrimas. ¡Qué vertas lamentaciones doloridas de sus güenza! "Y todo ésto por culpa Que vuelva, o el mundo se acabará. Desde las inmensas alturas del Una Misión en los Montes. de Acu, el sol, el loco, el idiota, el bruto .... " Sin embargo Bulan se levantó y dió un paseo por las nubes, mirando de vez en cuando entre los intersticios y vió cómo la tierra quedaba media obscura, cómo los habitantes andaban a tientas y cómo les era imposible ejecutar algún trabajo. · Bulan lo sentía mucho, sí, de veras, sentía profundamente haber perdido su belleza de antes; su luz, su resplandor, su majestad, todo esto se había desvanecido con el percance del ojo por la terrible herida en la cara; sólo se la quedaba amigos en la tierra y su corazón un débil rayo de su pasado esplende madre se sentía tocado profun- dor y las pobres criaturas allá abadamente, pero ¿Qué? Tendría que jo .... jAy!...¡Adios los tiempos de su mostrarles su cara desfigurada, su labor tan fácil y tan agradable en cara tan fea, tan repugnante..... la frescura de la noche! ..... ¿Qué? ¿Lo haría?...... -~Despacio, titubeando, por fin -"¡Ay, Acu, esposo mío!.. ... " tropezando bajó de casa y se sentó Bulan gimió amargamente cuando detrás de unas nubes desde donde por la mañana llegó a casa; "¡Ay! O a ''EL MISIONERO~' 206 Acu, ¿qué has hecho? ¿Por qué te has enfadado así conmigo? A mí no me importa que yo sea guapa o fea, pero qué lástima de tantos habitantes en la tierra, de tantos trabajadores ahora miserables de los campos..... Procuré enviarles alguna luz, pero todos mis esfuerzos han sido inútiles, no pudiendo desvanecer las sombras de la noche,aún mostrando mi rostro entero ..... Procuré iluminar los caminos, pero era imposible; en todas partes reinaba la obscuridad más tenebrosa, a penas si hubo bastante luz para que los hombres distinguiesen aún los senderos de los precip1c10s.... ¡Ay! los hombres morirán sin duda, sí, morirán de hambre; ni uno .siquiera de ellos pudo ir al trabajo, nadie puede labrar la tierra mientras permanezca esta obscuridad por las noches .... Pero tu, Acu, ¿Acaso, tu no puedes algo para aliviar a las criaturas? ¡Ay! Acu, por amor a los hombres, debes disminuir un poquito el fuego de tu rostro, para que a la luz del día puedan hacer al menos el trabajo más necesario ..... " Acu escuchaba la súplica de su esposa afligida; su afección para con los pobres habitantes de la tierra le conmovió profundamente el corazón, deplorando sinceramente su cólera de la semana anterior: -"Mujer," dijo a Bulan, "quiero expiar mi pecado ..... Me voy ahora para mi viaje diario alrededor del mundo, p.ero te prometo solemnemente que al mirar la tierra, atemperaré mis rayos y empañaré un tanto mi ardor; esto lo haré por consideración a tí, Bulan, para expiar mi crimen y encontrar de nuevo la paz de mi corazón .... " Y Acu se marchó aquella mañana dando como de costumbre su vueltainterminablepor los cielos. Pero esta vez hubo una brisa agradable por los montes; si el resplandor de Acu penetraba todavía hasta los barrancos más profundos de los montes, sin embargo los montañeses no huyían del calor como en los días pasados, ya no se refugiaban como antes en la sombra para descansar y dormir, pero se iban valientemente a sus campos y trabajaban y labraban con ánimo y fuerza. Claro está que siempre hacía calor todavía, mas ya no era como antes el calor del fuego y desde entonces, cuando al fin deldía, los hombres estaban sentados en frente de sus casas alrededor de los fuegos de pino, en espera de la frescura de la noche, ni uno de ellos sentía la tentación de volverse a sus campos o de hacer algún trabajo; miraban con evidente expresión de conmiseración la pobre luna reluciendo en lo alto del cielo, pero que desde su disgusto con Acu, su esposo, tenía vergüenza por so ojo triturado, y sin embargo, con el otro ojo siempre contemplaba la tierra, aúnque algo tímida, procurando todavía hacer lo posible para iluminar y animar la creación entera. Nuestra dirección postal: P. O. Box 8, Baguio.