El Sr. Alegre formula una ruego parlamentario

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Part of Diario de Sesiones de la Legislatura Filipina

Title
El Sr. Alegre formula una ruego parlamentario
Language
Spanish
Source
Diario de Sesiones de la Legistura Filipina II (85) November 4, 1927
Year
1927
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
LEGISLATURA FILIPINA 2013 el deber sagrado de los legisladores de disminui1· en todo lo posible tantas desgracias maritimas, ~·a que no sea posible suprimirlas totalmPntP. El Sr. QUIRINO. l Na es verdad que en casi todos esos hundimientos donde ban perecido tantas personas, el motivo principal era que habia exceso de cargamento, exccso de pasajeros, y que este exceso se debi6 a que las navieros no tenian suficiente tonelaje y tuvieron que pedir permiso especial para poder llevar mayor carga y pasaje que el permitido? El Sr. VILLANUEVA. 1:sas son circunstancias q1Je han contribuido a que esos accidentes maritimos tuvieran lugar en nuestro pais. El Sr. VERA. Concret8.ndonos al caso principal invocado par las que favorecen el proyecto, el caso del Negros, ;.no es verdad que despues de las investigaciones el comite dijo que el defecto estaba en la estiva y al error de algunos oficiales? El Sr. VILLANUEVA. La desgracia obedeci6 a muchas circunstancias. El Sr. QUIRINO. •No es verdad que oficialmente se ha declarado que si el vapor Negros se hundi6 fue por el exceso de pasaje y cargamento que llevaba, porque no habia hueco en el buque y no habia otro buque? El Sr. VILLANUEVA. Si, seiior. El Sr. VERA. Y •no es verdad que el hecho de que hubiese habido cargamento en la cubierta de! buque se debi6 a la ma la es ti va, porque, pudiendo ponerse los pl&tanos, baules y otros cargamentos de poca monta en las bodegas, se pusieron en las barandillas y botes? El Sr. VILLANUEVA. N 0 es verdad. El Sr. QUIRINO. •No es verdad que si el vapor Negros perdi6 su estabilidad era porque tenia exceso de carga y de pasaje y todo tenia que ponerse en la cubierta? El Sr. VILLANUEVA. Si, sefior, y eso denuncia que falta tonelaj e en nuestros mares. Sefior Presidente, nosotros los que vivimos en el Sur, en las islas Visayas, nosotros que enviamos a nuestros hijos a esta capital para que en ella hagan sus estudios, nosotros por nuestro propio interes y por el interes del pUblico en general, demandamos de la Legislatura Filipina que ponga un remedio a la actual situaci6n, pues creo Uegado el momenta de que concentremos nuestros esfuerzos en corregir un mal de tan lamentables consecuencias a fin de dar mayores seguridades al pUblico que viaja en los barcos de nuestro servicio maritimo interinsular. Seiior Presidente, si es proteccionismo y nacionalismo proteger los intereses de ciertas casas navieras filipinas, tambiE!n es nacionalismo y patriotismo conservar la vida de miles de estudiantes, de esos seres que habrlin de ser los afianzadores de nuestro porvenir, y tienen bajo todos conceptos derecho perfeetisimo a exigir de nosotros mayores seguridades en sus viajes, de modo que cuando ellos v_en~an a Manila o retornen a sus pueblos, euenten s1qmera eon alguna esperanza de poder llegar sanos y salvas, a las playas de sus pueblos de origen. Quiero invocar el altruismo de los hombres que viven en el centro de Luz6n, de los hombres que ~o ti en en necesidad de hacerse a la mar, porque tienen a mano los flamantes coches de la linea ferroviaria; queremos invocar su patriotismo en fa~ vor de aquellos que, por azares de la vida o por una necesidad absoluta no pueden prescindir de haeer esos viajes atravesando las turbulentas aguas que separan las islas Visayas del resto del ArchipiE!lago. Encastillarnos en un proteccionismo absoluto, olvid3.ndonos del pUblico, seria, repito, atentatorio al patriotismo que consiste primordialmente en subordinar los intereses de los menos a los intereses de los mis. Si nuestros navieros filipinos desean ser patriotas, quisieramos que lo fuesen en este sentido, siquiera en esta ocasi6n. Se ha dicho, seiior Presidente, que se debe dar oportunidad a los navieros filipinos. Y yo pregunto: zcui:indo la ban perdido ellos? Nunca siempre han dispuesto de esa oportunidad para aci.quirir nuevos barcos y mejor asi el servicio de cabotaje. Sefior Presidente, a los que estan contra la E:nmienda de la Ley de Cabotaje no Jes concedo un patriotismo mayor que el mio; ellos no pueden decir que son m3.s filipinos que yo, porque todo cuanto ban hecho por nuestro pais, tambien lo he hecho yo. Quiero decir de un modo solemne que cuando haya neeesidad de ir a la vanguardia en defensa de los intereses filipinos, no me quedare atris sere uno. de los primeros en dar ese paso, pero c~ando los mte~eses de esos filipinos estan en abierta pugna con los mtereses del pueblo, permitidme que os diga que ante todo .Y por encima de todo esta el pueblo. Se ha sometido por segunda vez a la consideraci6n de la Legislatura el mismo proyecto que se prcsent6 hace cinco afios por recomendaci6n de Ia Oficina de Aduanas, y si esta oficina est& ereada en virtud de una ley, tenemos que conceder peso suficiente a sus recomendaciones, por lo mismo que est&n de perfecta acuerdo con el bienestar publico. EL SR. ALEGRE FORMULA UNA RUEGO PARLAMENTARIO al ~~:.:;; .. ~LEGRE. Seiior Presidente, para un ruego El PRESIDENTE INTERINO .• Esta dispuesto a contestarlo el orador? El Sr. VILLANUEVA. Si, seiior. El Sr. ALEGRE. l Esta enterado el orador de la prot~sta de I_os hacenderos de N egros que pagaron pasa1e. de primera en el vapor CebU y que al Uegar do~f:\a protestaron por no tener acomodaci6n para El Sr. VILLANUEVA. N 0 es extraiio; eso es ta ocurriendo casi siempre, no es cosa nueva. EL SR. OSiAS FORMULA ALGUNAS PREGUNTAS PARLAMENTARIAS El Sr. OsfAs. Seiior Presidente, para algunas preguntas al orador. El PRESIDENTE INTERINO .• Accede a ellas el orador? El Sr. VILLANUEVA. Si, seiior. El Sr. OSIAS. •No es verdad que una gran partc de los prod uctos de nuestro pais se Bevan en barcos extranj eros desde los puertos lib res? El Sr. VILLANUEVA. No es verdad. Quiero demostrar a Su Seiioria datos que comprueban que de la carga que se exporta directamente al exterior y de la carga que nuestros barcos interinsulares transportan de un puerto a otro . . .
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