El Sr. Sandiko formula algunas preguntas parlamentaria

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Part of Diario de Sesiones de la Legislatura Filipina

Title
El Sr. Sandiko formula algunas preguntas parlamentaria
Language
Spanish
Source
Diario de Sesiones de la Legistura Filipina II (85) November 4, 1927
Year
1927
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
LEGISLATURA FILIPINA 2031 El Sr. OsiAS . .;No es verdad queen aquellos tiempos anteriores a la guerra no habia tampoco mis mercado para el tabaco :filipino en el extranjero, comparado con el mercado que tenemos hoy? El Sr. MABANAG. Eso es verdad; tenemos mas mercado ahora. El Sr. OsiAS . .; Y no es verdad que, de hecho, el cont1'ol de la compra y venta del tabaco est:i en manos de la Compafiia en esas dos provincias? El Sr. MABANAG. Si, seiior; hasta esos pobres que negocian en tabaco en pequefta escala van siendo eliminados poco a poco, porque la Compafiia hasta tiene ese negocio. El Sr. OSIAS • .;No es verdad tambien que Su Sefioria conoce a varios productores que estan en visperas de abandonar el cultivo del tabaco? El Sr. MABANAG. Es verdad, asi me lo han dicho varios. EL SR. SANDIKO FORMULA ALGUNAS PREGUNTAS PARLAMENTABIAS El Sr. SANDIKO. Sefior Presidente, para algunas preguntas al orador. El PRESIDENTE INTERINO . .;Accede a ellas el orador? El Sr. MABANAG. Si, sefior. El Sr. SANDJKO. Quisiera saber de d6nde sacan esos expended.ores de tabaco, como Lim Tuico, Lim Yengco y otros el tabaco La Uni6n y el tabaco Pangasinlin, lo mismo que las otras grandes fibricas de tabacos y cigarrilos que tienen tabaco La Uni6n y tabaco Pangasinin. &De d6nde precede ese tabaco? El Sr. MABANAG. De alli, pero esos compran muy poco. El Sr. SANDIKO. He oido que se ha eliminado a todos las acaparadores chinos; pero, ;. de d6nde vienen esos tabacos de La Uni6n y Pangasin3.n? El Sr. MABANAG. Compran de alli, pero en muy pequefia escala. · (Prosiguiendo.) Con respecto a la enmienda presentada par el Senador por el Cuarto Distrito (Sr. Sumulong), es verdad que contiene una disposici6n que, al parecer, permite la licitaci6n para mejorar el servicio de cabotaj e ; pero parece que, en la praictica, si se aprobare esta medida, el resultado seria que la competencia, o sea, esa licitaci6n solamente podria tener lugar con respecto a lineas hoy ocupadas por filipinos, porque con respecto a las lineas ocupadas por las casas hispano-filipinas, ya se dispone especialmente en el bill que pueden reponer su tonelaje; asi es que yo abrigo dudas bastante serias en cuilnto a la conveniencia de esa medida, porque no da preferencia a los navieros filipinos cuando estos se comprometan a prestar el mismo servicio de los extranj eros. Se ha hablado tambien aqui seiior Presidente, de la falta de tonelaje. El Senador por el Sexto Distrito (Sr. Alegre) ha afirmado que. hacen falta unas veinticinco mil toneladas para poder llenar debidamente las demandas de este servicio; pero, ana1izando tanto el Bill Quirino como la enmienda Sumulong, estos tampc..co resuelven esta dificultad, puesto que ni el Bill Quirino ni la enmienda Sumulong aumentan el tonelaje de los barcos. Si acaso lo aumentan, serR un aumento insignificante. Si realmente hace falta tonelaje en el pais, entonces debieramos adoptar una medida mis radical, obligando a que se aumente el tonelaje. Por eso, la medida propuesta por mi, en caso de ser aprobada, dara lugar al aumento de tonelaje que satisfari las demandas de pasaje" y transporte en nuestro pais. DISCURSO EN CONTRA, DEL SR. SUMULONG Sr. SUMULONG. Seiior Presidente: debo confesar que cuando comenze a estudiar este asunto de la navegaci6n interinsular, mis primeros impulsos me inclinaban a favor de las ideas tan elecuentemente expuestas aqui por las que nos hablan de proteccionismo y nacionalismo. Es un sentimiento muy natural e instintivo en nosotros, sobre todo tratindose de una cuesti6n tan importante para un Archipiilago compuesto de islas en que el transporte, las comunicaciones y el comercio interinsular son parte esencial o deben formar parte esencial de ese programa de desarrollo econ6mico y de unidad y solidaridad nacionales. Pero aplicando a este asunto un criteria judicial, digAmoslo asi, estudiando un poquito la historia de nuestro comercio de cabotaje durante las Ultimas diez afios, considerando las hechos, no desde el punto de vista de tal o cual compaiiia sino desde el punto de vista del pllblico en general, del interes colectivo, a mi me parece ineludible la conclusi6n de que debemos adoptar una medida radical, pronta y urgentemente para modificar esta situaci6n que todos reconocen que no es satisfactoria, que todos reconocen que necesita de un remedio que no debe demorarse por mucho tiempo. Todos estamos de acuerdo que los barcos operados por las compafiias filipinas, espaiiolas y chinas, si no son barcos viej os, son barcos que nun ca se construyeron para el servicio de cabotaje de Filipinas. Los que no son viejos, son inestables porque se han introducido en ellos mejoras solamente con el objeto de habilitarlos para nuestro servicio de cabotaje, porque esos barcos habian sido utilizados durante diez o quince afios en otros paises, en otra clase de servicios. Con muchisima raz6n el Senador por el Primer Distrito (Sr. Quirino) ha llamado 'la atenci6n hacia la ley que la Legislatura Filipina aprob6 el aiio 1923. .; Que es lo que hizo la Legislatura Filipina en virtud de aquella ley? Por medio de aquella ley se declar6 que ciertos vapores de algunas compafiias espafiolas debian considerarse como de propiedad nacional, barcos nacionales, en una palabra. Pero la ley estaba redactada en ta! forma que permitia a las compiiias nacionales filipinas cambiar a mejorar sus servicios, pero no permitia a los barcos espaiioles ninguna modificaci6n, ninguna mejora. Podrian hacer mejoras y reparaciones, pero no cambiar sus barcos, de manera que desde aquel aiio o sea hace nueve aiios en que ban gozado las compaiiias tilipinas del proteccionismo del gobierno filipino, se les ha permitido desde entonces y no se les prohibe, tampoco ahora por. las leyes que vamos a aprobar, ya se apruebe el bill presentado por el Senador Quirino, ya se admitan las enmiendas que he presentado, no se les prohibe, repito, que cambien sus barcos par otros nuevos. (. D6nde esta, pues, el discrimen? Se les ha dado esa oportunidad y continuaron con ese privilegio hasta hoy, porque nosotros no podemos privarles del derecho de
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