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Vol. XXIX CÁMARA DE COMERCIO ESPAÑOLA DE FILIPINAS Núm. 389 aflojamiento, por decirlo así, de las cadenas que ac­ tualmente esclavizan al comercio internacional. Los esfuerzos por llegar a la estabilización de las monedas y nivelación de los precios — y en esto estamos de acuerdo con M. Rist —, deben preceder a los que se encaminen a suprimir trabas de carácter fiscal al trá­ fico entre naciones. Para desandar lo andado durante los últimos veinte años en el pedregoso camino de los nacionalismos, es preciso procurar volvei’ a la situa­ ción cambiaría, monetaria, de antes de la guerra. Y no estaría mal que España, a la que corresponde el privilegio de ser una de las naciones que abrieron la brecha en ese camino, fuera ahora la que iniciara la marcha hacia atrás. FRANCISCO QUIJANO -------- oOo--------BARCELONA LA FERIA DE MUESTRAS Ninguna otra capital de España podrá encontrar­ se que ofrezca en mayor grado al visitante el agrada­ ble contraste entre la actividad fabril de la época pre­ sente de progreso y las reliquias de un glorioso pasado histórico. Situada a orillas del Mediterráneo en el N. E. de la Península Ibérica, es Barcelona una de las tres ciudades que se disputan la supiemacía comercial de dicho mar, en el cual cuenta la antigua ciudad condal con una gran tradición que se remonta a tiempos muy remotos. De clima muy benigno, frente al mar azul, con las montañas a la espalda y alrededores pintorescos, Bar­ celona ofrece un gran número de atractivos. Ciudad moderna en todo, cuenta con numerosas comunicacio­ nes de toda clase, férreas, aéreas y marítimas, que la sitúan a pocas horas de distancia de las demás pobla­ ciones de España y de las distintas capitales europeas. En Barcelona puede distinguirse claramente la ciudad antigua, de los modernos ensanches que la han convertido en una gran capital con ritmo y aspecto de magnífica población moderna. Lo más importante en arte y en arqueología se encuentra en el casco ae la ciudad antigua, donde se conservan aún callejones es­ trechos y típicos de aspecto medioeval e iglesias de gran valor histórico y arqueológico, así como casero­ nes románicos y edificios señoriales de épocas diver­ sas, conservados con gran esmero algunos de ellos, cuya contemplación nos retrotrae a tiempos pretéri­ tos de gran esplendor para la ciudad. Además, los mu­ seos y colecciones particulares de Barcelona, contie­ nen verdaderos tesoros artísticos de mundial fama. La parte moderna de Barcelona, de calles amplias y bien trazadas, ofrece una vista inconfundible de gran ciudad activa, limpia y progresiva sin presentar por ello el monótono aspecto peculiar de todos los grandes centros industriales. Al contrario, los mo­ numentos del pasado, que se descubren a cada paso en medio de la ciudad de perfil europeo perfectamente acusado y acentuado por la incesante actividad comer­ cial de su magnífico puerto, contribuyen, por la fuerza del contraste, a hacernos apreciar más a fondo las be­ llezas propias de cada época. Los barrios extremos de Barcelona están atendi­ dos por un ferrocarril eléctrico y otros medios de co­ municación; ofrecen un aspecto risueño, de calles rec­ tas, amplias y soleadas, bordeadas de jardines. Son dignas de mención especial las bellezas y curiosida­ des de la inmediata montaña del Tibidabo. excursión inexcusable para todo visitante de Barcelona, desde ¡ cuya ciudad pueden, además, realizarse gran número de excursiones que dejan al visitante grato y perenne recuerdo. Las bellezas del santuario de Montserrat, son co­ nocidas en demasía para intentar hacer ahora la apo­ logía de las mismas; el litoral de la provincia de Gerona, conocido con el nombre de Costa Brava, es de una belleza maravillosa e inolvidable; los monas­ terios de Poblet y Santes Creus, en la provincia de Tarragona, son tesoros artísticos de gran valía, y los paisajes incomparables de los Pirineos catalanes, no decepcionarán nunca a quien vaya a contemplar su grandeza. En ellos se encuentra el santuario de Nulia, magnífico lugar para la práctica de los deportes de invierno y servido por un funicular que ofrece oca­ sión de contemplar la belleza agreste de la montaña. Por lo que respecta a la actividad comeicial de Barcelona, debemos citar con carácter regular y pe­ riódico la primera quincena del mes de junio de cada' año, se celebra brillantemente y con éxito creciente la Feria de Muestras Internacional que el Gobierno da la República ha reconocido Oficial y de utilidad pública, según Orden del Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio, del 26 de noviembre de 1932, ratificada por la del 1 de noviembre de 1933 del Ministeiio de Industria y Comercio. En esta Manifestación, a la que concurie una im­ portante representación de las industrias nacionales y una aportación muy respetable de aquellas extranje­ ras que mejor pueden servir de índice al inte* cambio con España, encuentran adecuado marco en los suntuo­ sos palacios del Parque de Montuich, que en 1929 sir­ vieron de escenario a la grandiosa. Exposición Inter­ nacional. Contribuye a dar gran realce a la Feria las buenas condiciones que para ello concurren en la ciu­ dad que la alberga. Barcelona, ciudad de ambiento moderno y cosmopolita, reúne todas las garantías que se requieren para asegurar el éxito más resonante a una Manifestación de esta índole, durante cuya cele­ bración se pone una vez más de manifiesto el dinamis­ mo que siempre es característico de esta ciudad. Por todo ello y debido a esta reunión de circuns­ tancias todas ellas agradables al espíritu y que pre­ disponen a su favor el ánimo del más exigente, Bar­ celona se ve visitada por gran número de turistas y comerciantes de todos los países durante la celebra­ ción de la Feria de Muestras, que tan digna y eficien­ temente responde a las necesidades que hoy siente el moderno hombre de negocios. 15
Date
1936
Rights
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