Estudio El Organo de Mostoles

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Title
Estudio El Organo de Mostoles
Language
Spanish
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
f\-EVISTA fEMANAL Entered a.s ::;econd class matter at ihe Post-Officl at Mu11ila IJ l H, b;U'l'O H.: :-Alrjuul'lru lle í\boiti;; TEL. 57:2 "\ D111N lti'l'lü\ uo K _ ]fireutr i\guu P. O. BOX lti-!6 Vol. 111. Manila, 15 de Marzo de 1924. Num.63 -================= ----- --- --------- -- - ----- ---- ====== El Organo de Móstoles ~ ~; •= :• -1 s ·.f. ABEMOS por tradición inme. -- ~ morial conservada en la ri' . ! quísima fraseología del idio~ : ............ : ~~.._ ma de Castilla haber adquiJi~ ~ Pl' rido en tiempos idos gran ~J~l~! ' celebridad los órganos mosf toleros, los cuales no eran precisamente instrumentos mus1cos, como acaso se lo habrán figurado algunos de mis leyentes, sino un gracioso distribuidor vínico estilado en aquel villorrio vecino a la capital hispana, más conocido sin duda entre los aficionados a letras por el ingenio de sus taberneros de antaño que por la memorable actitud de su inmortal alcalde, Andrés Torrejón. - Consistía el artefacto en un sistema de regadío cuyos arcaduces eran unos muy gentiles cañones metálicos, de diferente tamaño, forma y longitud, provistos a buen recaudo de llaves o grifos, de donde manaba el sabrosísimo zumo de las uvas, procedent2 dé gigantescos toneles colocados de suerte que no podían ser vistos por los consumidores, la mayoría de los cuales abandonaba la vílla de Madrid la tarde de los días festivos para acudir a los bodegones mostoleños con religiosa puntualidad y el fervor habitual. Esa devota costumbre, como otras muchas de su talle y bondad, ha pasado yá al panteón de la historia, donde yace oscurecida por el polvo de los días transcurridos, habiendo alcanzado tanta espesura el descuido· tradicional de los descendientes de aquellos afamados catadores que hasta perdieron el recuerdo de los excelentes vinos de la localidad en pretéritas edades y no conocen yá los mostolenses de hoy otro órgano sino el de la iglesia parroquial, el cual no tardará mucho en colmar la medida de las condiciones requeridas para ser trasladado con decoro a alguno de los departamentos de trastos viejos del Museo Nacional. Lo que no alcanzamos a comprender son las razones donde debieron de apoyarse quienes hicieron de "los órganos de Móstoles" una locución füzurada y familiar para designar personas, dichos, opiniones o ideas dirnnantes o incong-ruentes entre sí, cuando apenas puede uno figurarse canalización tan concertada como la ele aquellos ilustres cultores de Baco, ni se da por ventura melodía más susurrante ni más esuiritual que la originada de la caída del hilillo de néctar diMarzo ESTUDIO 15, 1924 vino desde la espita al corpulento vaso de cristal. Mas decláralo el léxico así, y así habrá de ser. Cuando hace algo más de una semana cayó en nuestras manos el hebdomadario de la acera de enfrente, al cual le tenemos condenado al silencio de la impotencia, a pesar de disponer él de una redacción de "periodistas consagrados", según frase lapidaria de los mismos padres de la criatura, tropezamos en una de sus páginas fabricadas a tijera (y lo son el noventa por ciento) con unas pomposas declaraciones del apóstata Aglipay, donde intenta prese.ntar a1gunos razonamientos contra la enseñanza oficial de la Religión. Es más bien un atentado contra el sentido común. Lo cual no es tanto de maravillar si se tiene en cuenta la propensión del espíritu humano a iustificar su conducta a fuerza de imponer al entendimiento la aceptación de paralogismos y sofismas que en circunstancias normales le habrían parecido absurdos inaceptables y bajo el dominio de la pasión se le anto.ian argumentos de la talla y resistencia de las Pirámides. en consonancia con la atinada observación del autor de Doña Luz: "Quien llej.!a burdamente a ser irreJie:ioso, y así llegan los más, considera la religión de que es apóstata como una sarta de desatinos sin ningún significado racional". Y esto le acaece al renegado Aít1iPav. el cual ouerría triturar las creencias Católicas a poder de vocablos g-ruesos y esoesa fraseoJoe:ía. echando en olvido haber fracasado en el mismo empeño combatientes dP. mayor emnu ie intPlectual. Acotemos: "La creación del mundo contada por el Génesis es un cúmulo de absurdos científicos. v un~ reliirión moderna, digna <le nuestros admirahles nrogresos. no nu"de basarse en P.SOS infantiles cuentos .iudíos entrPverados con pornoP-raffa s repug-n~ ntí si mas". Ante todo. no s~hemos tod::iví!l dP ninP"Ún teólo!!o que sP. h::iva permitirlo el luio (lp considerar el Génesis como un tratarlo rle íieolo!!í:i. o dP suooner <'ont0 ni<l::i torl::i. h. G:PoQ"nosia en h1 narr::idón <lel hic::tori::i<lor hebrPo, ~ onien iamás lP n::isó nor ]as miPntes dP.scrihir nor menudo l::i. formación d"l rnundo. sino únicarnPntp deiar ~enh::idn en Pl Pncahe7::imiento del Pentateuco el ori!!en divino de la <'reación. Tamooco t~nemos cono<'imiPnto de sahio ~ lo-unn 0110 h::i,v::i cnns0~ cmido dP.mostr~r ]a f::i lspd::iil di:>l rP.lato híhli<'O O nonPr nP. m::inifiestn l~ nllO"Tia Pntro Ja dP.scrinción de Moisós v h. ciPnc>ia ~ctua1, supuPsta nor brnto<:\ arleo11inPs di:>l sah"r. Y es incontable el número de quienes han dedicado a esa empresa estéril todo su talento y actividad, obsesionados por el espejismo de una posible contradicción entre los dogmas de la Iglesia Católica y las conquistas positivas de la razón, cuando, como nota muy acertadamente el Dr. Gemelli, esos soñados conflictos "sono da imputarsi allo spirito con il quale procedono o scienziati o teologi, gli uni vantando una ipotesi scientifica come una verita assoluta; gli altri aff ermando per dogma cio che non lo e". Además, según advierte a este propósi to el malogrado autor de Landibar: "Las ideas de una época son un mosaico de cosas, un abigarrado naskaldi de ideas imperfectas e inexactas, en el cual las extravagancias se codean con el buen sentido, las exageraciones de todos órdenes se dan la mano con algunos juicios acertados, y las más frágiles y fantásticas hipótesis se deslizan en compañía de las más firmes teorías y hasta a veces tratan de suplantar a éstas"; "e in nome delle teorie si combattono i dogmi", en frase del ilustre Profesor de la Real Academia de Milán. Es muy cómodo lanzar afirmaciones arbitrarias cuando se cree uno exento del deber de demostrarlas, como pudiera yo en este momento asegurar que en la doctrina aglipayana se nieg;a la existencia de los aeroplanos y del telégrafo sin hilos o se establece categ-óricamente la incapacidad de nuestro pueblo para disfrutar de la desenvoltura consiimiente a la Independencia Nacional. Y apelamos a los restos de caballerosidad del ex-cura Aglipay, si por ventura todavía conserva algunos. para aue intente probar los incisos contenidos en el párrafo arriba ::tcot::ido, a menos de aceptar de antemano el calificativo de babazorro calumniador. Mas como no se avenga a satisfacer esa Pxigencia del dP.col"o público, oue no se avendrá, nosotros dedicarPmos ale:unos ratillos ::il ensayo de exnlan~.r los errores ~montona­ dos en el escrito del obispillo ilocano. de acuerdo con l::is declaraciones de los s!:tPientes más voceados. en sentir de los cuales "ni d::ins les sci1:mces physioues. ni dans les scienCPS naturelJes. ancun énoncP. tiri3 de l'exrn~­ rience nP cont.rPdit un nrincine on un sP.ntirnP.nt rPlhdeux" (ni en las ciencias físic::is ni en ]~~ n::ih1r::iles se encuentra un solo enunciado dedncioo de ]a P.xneriencia nue esté Pn contr::idicción c>on alo-ún principio o con Pl sentimiento rP.liP"io¡;:o). "La santa I!!]Psfa r.::itólic::i. Anost/\li"~ v Rom::inH. ha escrito ValPra. dPntro da fa. cu~ 1 reducimos v Hmitarnm:; lo ouP hi:l~t::i. ::ihora hemos llam:::i<lo va!!:::imente cristfanismn. concurre verdadera y eficazmente a ·Ja civiVol. III -2- Núm. 63 Marzo ESTUDIO 15, 1924 lización y al progreso, pero concurre, no dando reglas infalibles sobre lo político y s.ocial, sino atendiendo a que el dogma no se corrompa y a que las costumbres no se relajen, y en lo demás, DEJANDO LIBRE AL INGENIO HUMANO PARA QUE DESCUBRA, A VERIGüE, INVENTE, MEJORE Y PERFECCIONE CUANTO PUEDA Y QUIERA". órgano de Móstoles de las sectas disidentes del Archipiélago Filipino, donde gracias a los dos registros del odio al extranjero y abolición del fraile pudo hacer algunos prosélitos en el introito de la nueva dominación, fecha desde la cual no ha dado un paso de avance y manifiesta hoy signos evidentes de su· estado tanatoídeo, con síntomas de putrefacción. PAULINO. No acertamos a figurarnos lo que a esto pueda oponer el apóstata Aglipay, el legítimo --=---~~~~~~~~~~--~~~~~~~~~~ !>· • • • • • • - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ••••• -ce 1 El Aglipayanismo es Herejía j ®--·--------. --- ------....... -•C!. DESTRUCCION DE JERUSALEN. (Su ruína profetizada por N. S. Jesucristo). N dos circunstancias distintas pro! etizó el Divino, Salvador la. r_uína y destruccion de la deicida Jerusalén. Cinco días antes de la celebración de la Pascua, rodeado el Sagrado Maestro de sus discí. pulos y recibido en triunfo por una gran muchedumbre que le ovacionaba y vitoreaba con el "¡Hosanna!''_ i Ben. dito sea el que viene en el nombre d_el Senor, el Rey de Israel! al divisar la ingrata ciudad de Jerusalén, rompió Jesús a llor~r sobre ella con grandes gemidos, como nos lo dice. ~an ,Lucas: "¡Ah! si conocieses tambien tu, por lo menos en este día que se te ha dado, lo que puede atraerte la paz! ' Mas ahora esti todo ello oculto a tus ojos. Porque van a venir sobre tí días en que echarán tus enemigos en torno de tí trincheras, y te cercarán alrededor y te estrecharán por todas partes. Y te arrasarán a tí y a tus hijos dentro de tí. Y no dejarán en tí piedra sobre piedra, por no haber conocido el tiempo de tu visitación". ¿ Y no estaban acaso pregonando entonces los verdaderos israelitas: ¡Bendito el que viene! ¡Hosanna! .... ¡Sí! Pero cuando el bondadoso Maestro lloraba amargamente; cuando cerraba por decirlo· así sus oidos a los vítores de la muchedumbre; cuando sus divinos ojos contemplaban el horrendo estrago y la completa ruína de la ingrata Jerusalén, motivo justísimo había para que llorase, no un pueblo entero; sino el mismo Hijo de Dios. Y llorando prosiguió el Maestro, hasta las puertas de la ciudad. Y ¿qué proféticas p,rredicci~s fueron las de Jesús? ¿Cumpliéronse según el vaticinio? ¿Podemos estar nosotros, transcurridos veinte siglos, del todo seguros de su exacto cumplimiento? ¿En qué testimonios nos apoyamos? ... A estas preguntas procuraremos satisfacer, pa;ra dar gusto a nuestros asiduos lectores, para gloria de Nuestro Señor Jesucristo, y para confusión de los autores de la "Catequesis" aglipayana, que nos da la tan disparatada definición de la profecía, como vimos en el número anterior. Sin embargo, para proceder con claridad, señalaremos las distintas partes de la fatídica profe cía, para la mejor y más ordenada división de tan abundante materia. Primero: profetizó el Señor la ruína de Jerusalén (y no dejarán ¡:;n tí, la ciudad, piedra so. bre piedra. S. Luc. 19. 44) y de su templo. (¿Veis esa gran· fábrica?-el templo-Pues yo os digo de cierto que no quedará de ella piedra, sobre piedra, S. Mateo, 24, 2). Segundo : indicó Jesús las señales de la proximidad de la catástrofe: (cuando viereis a Jerusalén estar cercada por un ejército., entonces, tened por cierto, que su desolación está cerca, S. Luc. 21, 20). Tercer o : señaló Jesucristo el modo preciso de verificarse la ruína : (tus enemigos te circunvalarán, rodearán y estrecharán por todas partes y te arrasarán, S. Luc. 19, 43, 44). Cuarto : vaticinó la muerte de sus habitantes : (te arrasarán con los hijos tuyos que tendrás encerrados dentro de tí, S. Luc. 19, 44) . Finalmente : predijo la ruina y exterminio· total de la ciudad y el templo : (no dejarán en tí piedra sobre piedm, S. Luc. 19, 44). * * * Aunque sea sólo por vía de ilustración, oportuno será describir aquí la ciudad de Jerusalén, tal como se hallaba edificada al tiempo de la profecía, es decir el año 70 de N. S. Jesucristo .. Hallábase la ciudad rodeada de murallas inexpugnables, excepto en algunos trozos del Sur y S. E. En la parte N. O. levantábase el magnífico templo circunvalado de muros de 280 m. de largo de Este a Oeste, y de 470 m. de Norrte a Sur. Mandó Herodes construir la torre Antonia, situada en el extremo N. O. del cuadrilátero, que dominaba el Templo, y desde donde combatieron los romanos a los judíos los últimos días del asedio. El templo propiamente dicho tenía de longitud 210 mt., y 130 de latitud. En su recinto se hallaban el Santuario, la puerta Corintia, el patio de las mujeres, el de los israelitas, la leprosería, los depósitos de leña para los sacrificios, y de vino y aceite para las ofrendas, la sala de los nazarenos, la escalinata de 15 peldaños que conducía a la Puerta Grande, y la otra de 12 que iba al atrio del Santuario. En el interior de la ciudad se levantaban los V9J. 111 -8- Núm. 63