9 El Origen Del Poder.pdf

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Septiembre ESTUDIO 15, 1923. Nuestro siglo, por má¿> que otra cosa nos figuremos, es d de los grandes errores y el de las más lamentables equi.. vocaciones en el orden doctrinal. Contra lo que muchos se creen, apenas si tenemos hoy .en día verdad alguna que merezca el nombre de tal, y que resista el análisis desapasionado y 'since»o, sin que se vaya desmoronando hasta caer convertida en montú11 de/orn~e de ruinas. Semejantes " los que deliran o sueñan, en nuestro afate, de edifica1· algo nuevo, levanta'mos en el aire hermosoa castillos, a los que poniposamente denominamos "ciencias" "verdades científicas"; _empero cuando viene el viento de la crítica y trata de someter a prueba la cimentación de esos edificios bien p1·onto se echa de ver que los tales carecen de bases súlidamente científicas, sosteniéndose en hipótesis mús o menos probables. ¿Que nos queda hoy de tantas Y, al pa>"ecer, tan i·obustas opiniones cientifica-s de ayer? Hasta lo que parecía más sólido ha ido cayéndose poco a poco a( peso de su vropia mole y las tnás brillant,es concepciones han: sido sustituidas por otras -,w 1nenos brillantes concepciones e hipotesis, que srrán a su vez barridas y mandadas retirm· mañana para. que las sustituyan otras, que. tendrán también que ceder al paso de otrm1 más nuevas. En Medicina, en Física, en Química, en Biología, en Historia, en Filosofía, vemos sucederse en rapidez vertiginosa las hipótesis, que al nac.er son saludadas con entusiasmo loco, pero que m,uy pronto, con frecuencia en vida de sus mismos auto1·es, pierden la brillantez primitiva y deslustradas y perdido el color, se v.e que no eran sino ilusiones, fantasmas, humos, engaños de imaginación proclamwdos an .. tes de tiempo, como verdades que venían a produci'I' honda revolución en el cmnpo de la dencia. ¡Cuantos y cuantos casos de esos hem'os nosotros mismos. presenciado/ Si un hombre de suficiente capacidad mental y de buena voluntad y sin~ero deseo de encontrar y decir la verdad c/a,.a y escueta se propusiera investigar a fondo las verdades plenamente demostradas ,en las que hoy aparecen tan pujantes y lozanas ci.encias naturales, veríamos cuan pocas eran en comparación del inmenso fárrago de hipótesis, adoptadas hoy para ser rechazadas mañana, comO' faltas de fundamentos sólidos sienda sustituidas por otras que más tarde se encontrará que no están mejor fundadas. Siemp,.e habremos de agi·adecer al eximio Doctor Ramón y Caja! la franqueza con que en sus m.emorio.s íntimas nos ha hablado de la extrañeza suma que le causa <l que hipótesis que él lanzó casi en broma al campo de la ciencia Biológica e Histológica, d.e la que bien se le puede considerar como uno de los fundadores, fueran aceptadas cc.·mo hechos ci,ertos por sabios de todos los paises, sólo por ir refrendadas con la firma de Cajal; el meritísim-0 histólogo confiesa sin rebo;:o y sin vergüenza, que en el curso de su larga vida, que Dios quiera conservar muchos años para bien de la ciencia, ha tenido que rectificarse cont~ nuamente y rectificar a otros. Las verdades ci.entíficamente demostradas son pocas y no de tanta importancia como nosotros nos figuramos. Ahí están las teorías de Einstein que han venido a revolucionar el campo de las ·matemáticas, campo que husta el pres.ente se consideró coto cerrado al tumulto de las discusiones; ahí están las teorías de Poincare y otros, entre los que nos es gra.to consignar a uno que fue en tiempos ¡>asados profescw de la Universidad d,e Sto. Tomás, de Manila, el P. Pedro Nolasco de Medio, contra la famosa teoría de Kant, desenvuelta por Laplace sobre la formación geológica del mundo; ahi ~stán las eternas discusiones soVol. 11. bre el tiempo y el espacio en que los sabios de más fama no acaban nunca de entenderse; ahí estan ci.en otras cuestiones de física, de química, de ciencias naturales y exactas, para no hablar de los problemas filosóficos de psíquica, de la metapsíquica, de la psicología, de cosmología, de metafísica y de moral. Pero si en alguna ciencia reina no solo la confusión sino el ''caos" es ,en la que pudiéramos llamar ciencia "Política"; y decimos pudiera, porque -no es nuestro ánimo englobar en tal ciencia las opinione8' hoy corrientes y que en ot>·os 't.i.empos quedaban encerradas denti·o de ella. Puede darse algo mas "caóticoº, menos "d.efi:nido" más "lleno de misterios y sombras", que eso que se ha dado en llamar "DEMOCRACIA"? Y ¿cual ·es hoy la .esencio., el basamento, el principio capital de todo gobierno sino ese ucaos", ese ºabismo negro y obscuro", esa "palabra mágica", que lo significa todo y que no indica nada; en la qu,e se quiere encerrar toda la esencia de buen gobierno y que nadie sabe ni puede hoy definir? ¡Y sobre base tan "firme" se quiere hoy cimentar y se cimentan las nacionalidades mod,ernas ! ¡Y pobre del que salga al paso a los defensoi·es de la DEMOCRACIA y les exija una explicación siquiera del significado de la tal palabreja/ En nombre de ,esa palabra cuyo significado y alcance no conoce nadie, ni nadie puede precU!ar, ya que lo que es democracia para un estadunidens.e resulta tiranía y anti liberalismo para un latino-por ejemplo la prohibición de las bebidas alcohólicas-y por el contrario lo que es democrático para un latino es tiránico para un .es ~adu­ midense-verbi gratia, las etiquetas y la educación -se ha combatido y se combate 1-udamente una doctrina fundamentalísima de la IGLESIA CATOLICA, la doctrina, sagrada y santa e intangible para TODO CATOLICO, DEL ORIGEN DIVINO DEL PODER. Recientement.e en el editorial-malamente escrito como todo cuanto en la revista del Hsoto" aparece no copiado,se atacaba esa doctrina del origen del pod.er y se llamaba "TONTOS" a los que creen aun en el origen divino del poder en las monarquías. Claro ¡¡stá que si solo fuern "lndependent" quien tal aseveras.e y ello sin pruebas, nos tendría muy sin cuidado y por ello pasaríamos sin darnos por enterados, pu.es de quien no sabe lo que dice ni lo que escribe, es locura ocuparse. Pero es el caso que son muchos los que, educados en la viciada atmósf,era del protestanHsmo i·acionalista am<>ricano, satui·ado de "DEMOCRACIA", se ríen y creen ser algo de pretéritas edades, de tiempos casi prehistóricos, algo barbárico sostenm· que el poder pueda proceder de otra fuente que no sea el pueblo dirctw y originariamente. Recordamos aun que en cierta ocasión solemn~, con motivo del Primer Congreso Educacional del Oriente-que, entre par.entesis, ni fué Congreso, ni Educacional, ni cosa que se lo parezca, ni menos de todo el Oriente, pues faltaban los representantes de casi todas las naciones y si los había era en escasísimo número-se atrevió un joven de la "rising", joven que yá va siendo vi.ejo, a sentar esta proposición, que por otra parte nada tiene de original, pues se la encuentra uno a cada. _paso en los libros y revistas am,ericanos : "Por fortuna yá nadie cree hoy en el origen divino de los reyes", dando a entender estar reñido con el gobierno democrático el qu.e el poder venga de otra fuente que el pueblo. Y no se percataba el infeUz de qu,e al sentar tal proposición que DEBEN CREER COMO DOCTRINA CATÓ· LIGA QUE TODO PODER VIENE DE DIOS, Y POR LO TAtJTO TAMBIÉN EL PODER DE LOS RE· 10 - Núm. 37. Septiembre ESTUDIO 15, 1923. YES, ENTENDIENDO POR TALES LOS SUPREMOS REGULADORES DE LA NACióN. Terminaremos este yá largo primer capítulo de nuestra jornada en pro d,e la tesis católica, tan criticada como poco comp1'endida, del ORIGEN DIVINO DEL PODER CIVIL, prometiendo a nuestros lectores unos sab1·osísimp3 párrafos del inmortal pensador católico Balmes, '1Uien frente a todo el protestantismo germano, inglés y j1·anco, Y va a set· un dh de estos, sin escapatoria posible. Hay de ello una profecía de una beata de no sé qué siglo de estos últimos pasados Con· solábanse muchos hasta ahora con el cómodo recurso de negar la. autenticidad de la profecía. Pero, ahora; no h~y tu tía! Tanto gritábamos llamando a la indepen· dencia, que la Laguna de Bay, cre;véndo que la llamábamos a ella, nos está contestando a gritos: -iAllá voy! iAllá voy! Que haga el favor de esperarse unas rnia· jas, mientras decimos alguna cosa de ella, con el Zún.iga ante los ojos, para que se vea que no hablarnos por boca de ganso. "En el sitio donde dejamos la Laguna, es· tablL antiguamente el pueblo de Tabuco... La mucha tierra que los caudalosos ríos que en· tran en ella (la Laguna) han traído de las montanas que la circulan, han elevado tanto sus aguas, que. éste y otros pueblos han quedado sumer· gidos en sus olas". (Estadismo ... t. I, p. 49). Por ahí se empieza a conocer la Laguna. Sigamos con las senas. "La Laguna de Bay, en su mismo centro, está. a los 14 grados y 15 minutos de latitud, y a los tres grados y un minuto de longitud; tiPne de largo, desde Biflang a Siniloan, más de once leguas, y de ancho, desde R•y hasta Morong, cerca. de diez leguas, y toda ella bojea más de treinta leguas". Estd., I, 186). iHay agua pam un buen chapuzón! ¿Quién quiere más agua? "En esta Laguna entran 15 ríos, y corno las aguas son tan co· piosas en esta tierra, baja mucha arena de los montes y de todas partes por donde corren es· tos ríos y la vaR depositando en su fondo, que en algunas partes se ha levantado extraordinariamente; cada día va teniendo menos fondo la Laguna. La corriente misma de las aguas va llevando esta arena hacia las bocas donde desagua la Laguna. Allí acostumbran ... poner corrales de cana, etc., etc. (Ob. cit., t. 1, p. 189.) iSe va arreglando el negocio! Si el nivel ordinario de la Laguna fuera inferior al del mar corno el del lago Asfalti· tes, o estuviera siquiera al igual del nivel del ------® Dr. Miguel de la Concepcion DENTISTA 1 25 T. Pinpin Tel. 3532 1 ®-----------~~--~~-----~'"' sostuvo, con brío y brillo incalcula.ble, esta misma. tes~ que tal Vez escandalice a no pocos, aun de los nuestros, ycí que tan grande es la confusión y pobr.eza de ideas que hoy reina aún entre los "Católicos" de más o -menos re¡nesentación social y política. Y por hoy ni una, palabra. más. "FILAD ELFO" mar ianda con Dios! Mas "agora lo veredes, dijo Agrages". "Dos varas ... hay de diferencia del nivel de la Laguna al del mar" (donde desembocan l•s pocas aguas que logran escaparse de la pri sión de la Laguna), es decir, que el nivel de la Laguna, aun de ordinario, está dos varas más alto que el del mar (!bid., p. 210). Lo cual quiere decir, que a fuerza de reci· bir tanta agua y darle tan poca salida la La· guna (que no tiene sino por dos ríos escasfsirno desagüe) día llegará en que el agua se suba a mayores y se desborde ,o se abra bre· cha forzada por donde le venga bien, hasta desahogarse en la bahía, pasando, corno es claro, por encima de· Manila y los demás pueblos que encuentre en su camino-, los cuales, con un buen kilómetro d<a agua por encima de otro de arena, tierra y otras zarandajas sólidas, dejarán para siempre de ser lo que son y quedarán sepu Jtados en el abismo, corno Tabuco y los demás puebios yá vá rato "sumergidos en las olas". Y lo grave del caso es que la catástrofe se nos echa encima, antes, mucho antes dE: que venga Ja "inmediata". Quiere decir, que "la inmediata" va a ser la destrucción por vía húmeda de Manila y aledanos. Los barcos de la bahía echarán an· clas al pié de Antipolo. Los que ahora lo están viendo todos los días, juran y perjuran que al presente el nivel de la Laguna está tan alto, que ya no puede aguantar más. iCon que ahora va a ser ella! Es ve1·dad que Manila no es el mundo en· tero. También es verdad, aunque eso ya no tanto, que Manila no es todo Filipinas. Pero ¿qué es l!,ilipinas sin Manila, vamos a ver? Sin Manila, por de pronto, no hay Senado, ni Asamblea, ni puente Jones. Y el caso es que mientras se hace la nueva capital con todos esos adminículos en la cumbre del Arayat, pongamos por ejemplo, vamos a tener que esperar "la inmediata" por largo rato en la misma cumbre, y ... eso i si nos escurrirnos a tiempo, siquiern el día antes de que venga el chapuzón! AURELIO MALACHISPA. Tundo, 8 de Septiembre de 1923. r:AVANNA, ABOITIZ &_A_G_A_N-~ ABOGADOS Roxas Bldg. N.o 212 Tel. 672 Vol. II. -11 ..... Núm. 37.
Date
1923
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