Cura Maravillosa en la Capilla del Carmelo de Lisieux, durante la Santa Comunión

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Part of El Misionero

Title
Cura Maravillosa en la Capilla del Carmelo de Lisieux, durante la Santa Comunión
Language
Spanish
Source
El Misionero Año V (Issue No.8) Enero 1931
Year
1931
Subject
Spiritual healing
Miracles
Therese, de Lisieux -- Saint
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Abstract
[This contains the letter of Ms. Germaine Piednoir, Mr. Marcel Marie's wife sent to the Reverend Mother Superior of the Chapel of Carmel in Lisieux. Ms. Germaine was ill but later confessed that she was miraculously healed through the Holy Communion in the said chapel and the power of the intervention of Saint Therese of the Child Jesus.]
Fulltext
236 Cura Maravillosa en la Capilla del Carmelo de Lisieux, durante .Za Santa Comunión Chichebovilla (Calvados) Junio 24, 1930. Reverenda Madre Superiora, Para obedecer al consejo del Padre Cura, y en vista del próximo Congreso Eucarístico de Caen, creo ser mi deber de informar a V. de la gracia excepcional que el Señor me concedió en su divino sacramento del amor, por la intervención de Santa Teresita del Niño Jesús, en la capilla del Garmelo de Lisieux, el sábado 3 de Mayo pasado. Hasta fines de Marzo, llamé al médico, porque en estos dias me habían empezado unos dolores terribles en los intestinos; me declaró atacado de apendicitis aguda. Sin embargo creyó que podria curarme sin operación y me sometió a tratamiento de largo tiempo: durante diez y nueve días no tomé mas que una pequeña cantidad de agua o de leche cada tres horás, lo que me causó una gran debiliidad. Para contrarestar las crisis, tm:e necesidad de aplicar continuamente hielo en el abdomen. El doctor también me dió varias injecciones de aceite alcanforado para reanimarme un poco, pero éstas no me disminuyeron el dolor, puesto que las funciones internas se habian paralizado. El médico probó todos los remedios, pero sin resultado: por fin, el 30 de abril, declaró ser necesario una operación que sola, según el, podía curarme. Entonces se formó un absceso en la parte endolorida, con amenaza de peritonitis. Estando demasiado débil para sufrir la operación, pedí el favor de postergarla hasta el lunes 5 de mayo. Desde el principio de mi enfermedad, tuve la intención de acudir a los pies de Santa Teresita, en que tanto confiaba. Pero el médico declaró ser urgente la opera" c10n. Entonces prometí ir a la capilla del CarÍnelo antes de entrar en el hospital, o sea el sábado, para recibir alli la santa Comunión en honor de la gran santa. Debo confesar que mi confianza en Santa Teresita era ilimitada: me curaría sin duda alguna. Asi pues, el sábado, 3 de mayo, me hice tnansportar en auto a Lisieux: por el·Señor Eugenio Lemoine, y me acompañaron mi marido y mi hermana. Mis dolores ya se habían calmado un tanto; bajando del auto, anduve a pie y entré en la capilla del Carmelo; oí la misa y, a la Comunión, asistida de mi hermana, me acerqué a. la santa Mesa. Pues, en aquel mismo instante de recibir la Santa Comunión. sentí un dolor atroz en el absceso, lo que por poco me hizo dar un grito involuntario. DuAL "THE LITTLE APOSTLE .. rante unos cuatro minutos, me sentí incapaz de levantarme y me era imposible apartarme del comulgatorio. Después, como se calmó el .dolor, volyí a mi sitio en la capilla acompañada ·de mi hermana. Pocos momentos después fui al chasco de la Santa; alli otra vez me atacó el mismo-dolor agudo, pero algo menos fuerte que la primera vez: fué el último; desde aquel momento no he sufrido más. Como durante las cinco últimas semanas no haibia tomado nada, comí en aquel dia un poco de carne de cornejo, bebí una tasa de leche, y. no sentí ninguna molestia. Por la tarde, devolví el absceso que habia·pasado por los intestinos. Y:a no habja necesidad más de operarme. El Señor y la Santa se habian encargado de hacerlo. Dos dias después, encontrándome com.pletamente curada, mandé llamar al médico; cuando llegó, no pudo esconder su sorpresa al encontrar ninguna huella de apendiicitis. Desde entonces me siento perfectamente buena y cumplo sin fatiga todos mis deberes de madre de familia. ¡Bendito sea Dios! ¡Alabada sea Santa Teresita! ¡Cuántas gracias les he ofrecido por un favor tan insigne! Ya tenia mucha confianza en la Santa, pero 237 ahora más que nunca confio en ella; y mi deseo más vivo es demostrarla mi gratitud p·or una vida de buena cristiana. Terminando, Reverenda Madre, si V. lo cree útil, permito la publicación de mi cura y de mi nombre, para que. los lectores sientan también aumentar su fe en el ¡poder de la intercesión de Santa Teresita del Niño Jesus. Germaine Piednoir, esposa de Marcel Marie. -~->Y o, firmando aqui abajo, Cura parroco, certifico haber visto a la Señora Mwcel Marie muy enferma; haberla visitado y confesado el viernes 2 de mayo por la tarde, para que redbiera la santa Comunión por la mañana siguiente, saba:do dia 3 de mayo en la capilla del Carmelo de Lisieux. Certifico habeda visto otra vez el lunes 5 de mayo por la tarde, pareciendo ella completamente curada, y hoy dia, domingo 22 de j11nio, dicha Señor.a anda y trabaja, gózando de perfecta salud como si nunca hubiera estado enferma. L. Leonardo, Cura parroco de Chichebovilla Calvos ---©--O A "EL MISIONERO'"
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