A quien corresponda, o el Dr. Hutchinson

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Title
A quien corresponda, o el Dr. Hutchinson
Language
Spanish
Source
Estudio Volume IV (Issue Num. 99) Noviembre 22, 1924
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Noviembre ESTUDIO 29, 1924 A quien corresponda, o el Dr. Hutchinson 11' O somos médicos, ni en jamás de los jamases pasó por nuestra mente la idea de consumir nuestra vida "curando" las llagas y miserias de la dolient13 . humanidad. Santo y bueno es ser médico; mas cou1 e~amos y aseguramos que no lo somos. Mas, es el caso que, a los plumistas de ESTUDIO, "aunque no seamos consagrados", no nos gusta hablar por boca de ganso, ni decir lo que no podemos justificar. Y por ,t!llo, las mas de las veces hemos de pasarnos· horas y mas horas extrayendo el jugo y ejercitando la mente en disciplinas ajenas y muy ajenas a nuestra profesión. Aquí me tien,en a mi por ejemplo, los lectores dedicado al oficio de desempolvar los pergaminos de Hipócrafp,s y de escudri1lar las teorías médicas de Galeno. Y todo porque a uno de tantos "gansos" como hay por esos m.imdo's ;·:fü Dios se le ocmTió h~blar por boca de idem, y al que prestaron atento oido muchos indiduos de la familia de los "palmípedos", sobre las indudables "ventajas" que a los Filipinos nos "reportaría" el "acortamiento" de las familias, sobre todo de las de los "pobres". ¡Siempre los pobres han de ser los "paganos"! Teoría tan "peregrina" y "nueva" hubo de chocanio.q grandemente y al momento nos pusimos a meditar sobre el problmna. Y he aquí que la suerte nos deparó, pal"a; nuestra dicha o suestra desgracia, una magnífica monog1·afía, escrita nada menos que por el Dr. inglés HutchinBon, miembro de una familia que ha dado a la sociedad y a la ciencia inglesa profesores eminentes en medicina, y a quien en todos los círculos médicos de Europa y América consideran como una de las mayores autoridades en el ramo de medicina infantil. Versa el escrito de Hutchinson sobre el tema importantísimo de "mental capacity of earlier an later children in famüies", la capacidad mental de los hijos primeros y de los últimos en las familias. El tema se ha discutido nada menos qu,e en la British Medical Association" por los mas eminentes doctores del Reino Unido. Acaso algun lector se ·impaciente y se pregunte el por qué de estas divagaciones, y la relación que pueda tener lo escrito por el doctor inglés con el tema presentado y defendido por el "conocido filántropo-lo cual no siempre es e qui va lente a sabio-filipino." Pues, tiene y mucha, y si el lector tuviere un poeo de paciencia se lo haremos ver con claridad meridiana. Primeramente hemos de eonv,enir en que, según los neomalthusianos debemos procurar y trabajar cuanto podamos por la consecuc1ón de f<tmilias "poco numerosa" y Jaún, si se trata de gente pobre, hemos de procurar que. no tengan familia ninguna. Dos hijos para cada pareja es todo lo que los malthusianos quie1·en y en ocasiones hasta esta "cuota" les parec,t! larga. Los católicos, y quien tuviere medianos eonoeimiento.~ sociológicos, por el contrario defendemos, que es crimen de capital importancia, mereéedor de toda la execración, el atentar contm la vidct de los aún no nacidos, frustrando los designas de la naturaleza y de su autor. Y el neomalt /wsianismo tiene por fuerza que contrariar y frustrrir tales planes. ¡Cuánto pueden hablar los médicos sobre esta materia y cuánto podría decir "este cura" si la materia no fuera tan escabrosa y tan "climatérica"! Mas no hace falta extenderse en largas consideraciones sob1:e materia tan de sobra eonoeida. Si no hay en cada familia mas que dos hijos claro es que no puede hablarse de primeros y últimos "retoños" en la familia. El primogénito y ciim el segundo génito reunirán las condieiones biológicas propias de lo qu,.g en medicina son designado con el nombre de "hijos primeros". Sp.,lo y cuando la familia es numerosa, como lo ero 1L antiyuamente se puede hablar de hijos últimos; y solo entone.es se puede establecer la compamción entre las condiciones, ictnto fisiológicas como psíquicas, de los unos con las de los otros. La cosa, lector, como ves se va complicando y ya esto me lo temía yo; pero ten un poquito de paciencia. Todo se reduee a lo siguiente. "SI ADMITIMOS EL MALTHUSIANISMO TENEMOS QUE ADM-ITIR LA NECESIDAD DE LA DESTRUCCION VIOLENTA DE LOS MIEMBROS MEJORES DE LA SOCIEDAD", y todo ,ello en nombre de la EUGENIA, de la SELECCION, del MEJORAMIENTO DE LAS RAZAS. Los que hablan de limitar la natalidad 1:0 saben o aparentan no saber que con sus prédicas estún cometiendo un crimen que la sociedad no pod1·á perdonarles jamás. Un crimen no ya solo contra la moralidad y contra Dios, sino un crim,en social, un crimen que tiende 't matar ,en germen a los ciudada>nos más hábiles. Porque-y ahora propiamente entmmos en 11wterialos hijos ULTIMOS EN LOS MATRIMONIOS, y según los datos estadísticos de HUTCHINSON, son LOS M'AS DESPIERTOS, LOS MAS ROBUSTOS, LOS MAS APTOS PARA EL Mb'JORAMIENTO SOCIAL. Y esos precisamente son los qup, se nos predica que debemos MATAR, SIQUIERA SEA EN GERMEN. Comienza el Doctor inglés demostrando ante sus colegas de la British Medical Association-cada uno de los cuales vale mas que t-Odos nuestros eugenistas y "F·ilántrop os" juntos. - que "most of the d,efective mentality which he has observed in children occurred among the firsf. born of families", los niños de mentalidad más flaca y pobre sMelen ser los primerizos en ea da familia. Si, pues, no hemos de tener, según el ne01nalthusianismo mas que primogénitos, pues otra cosa sería multiplica;· los nacimientos, síguese, o no hay lógica en el mundo, que dentro de poco y a ser llevada a la práetica la tesis del "filantropo filipino" quedará, la humanidad y ,en gracia a la tal teoría, convertida en una sociedad de "def ective mentalities." ¡Buena manera de procurar el mejoramiento de la raza! ¿Ven los eug,enitas eómo ni en e.1fo tienen razón? ¿Y ve el "Filántropo" cuan mal aconsejado estuvo al venir predicándonos doctrinas, que han sido condenados y siguen siéndolo aún en todas Zas NACIONES CULTAS Y QUE SE RESPETAN? Comentando un eminente sabio americano, el Doctor Walsh, de la Universidad de Fordham, N. Y. las asevemeiones y conclusiones de su colega inglés, dice muy apropósito. "The subject has a very special interest for us he re in A merica and in:leed for ali the modgrn civilizedr nations because of the very common reduction in the number of children in families which has occurred during thc present generation." Como tenemos hecho casi voto de no dar la "lata" a los lectores de ESTUDIO, cortamos aquí las reflexiones y las subsiguientes afirmacion,f!s que los doctores. Walsh y Hutchinson hacen sobre esta ma·.'eria. Cualquier lector medianamente capacitado e instruído podrá hacérselas por s·í mismo. Solo una vamos a apuntar antes de e.errar estas cua1·-'· tillas. Trabajar por la reducción d,e la natalida,d es, si las afi1·maciones del doctor inglés son exactas-y nadie ha sido capciz de demostrar- que no lo sean-lo mismo que TRABAJAR POR CONVERTIR LAS SOCIEDADES MODERNAS EN UN ATAJO DE MAJADEROS. Y ¡por Dios! majaderos ya somos bastantes en ,el mundo. ¿No es ve.rdad, amigo Vicente? FILAD ELFO. Vol. IV -4- Núm. 100