Buzon

Media

Part of El Misionero

Title
Buzon
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Abstract
Title translation: Mailbox
Fulltext
P REG U N'l'A. ¿C11antos años debe tena un cuteqiiista en la ]}fonto.íiosal ¿Una mujer o.caso puede ser cateq1iis;a? ¿Delie conocer el ilocano? Puede ella enseñar allí durante lns vacacior.es? CONTESTACIÓN. Claro está que un catequista en la :Montañosa debe conocer el Ilocano, porque este es el idioma que más se entiende poi: estos lugares. Las demás preguntas pueden resolverse por las consideraciones siguientes sobre las cualidades de un buen catequista. El catequista debe conocer a fundo la r~ligión que debe enseñar a los catecúmenos antes de su · bautismo. Pero sobre todo debe ser una persona de mucha táctica, caridad y generosidad. El cateqµista esta obligado a vivir en medio de paganos, quizas muy lejos de los suyos, en un pueblo o barrio en donde hav escasez de alimentos con abundanc.ia de dificultades. Durante el día debe ocuparse de los niños, a· traerlos, catequizarlos, prepararlos para recibir los sacramentos. Al anochecer debe mezclarse entre los ancianos que suelen reunirse para hablar con ellos y pocp a poco prepararlos al bautismo. Como son paganos, no solamente no entiendel'.'. nada de nuestra santa religion, sino miran con prejuicio a la Iglesia, por haber crecido y sido educados en las supersticiones mas absurdas. Por eso las conversaciones del catequista de ben ser afables, interesantes, atractivas, etc .... adoptandose a la menta lid ad de su auditorio. Esto supone cierta ciencia de la sa¡p·ada historia como también del carácter v de las costumbres de la gente etc. Por eso cada año los catequistas de la Montañosa suelen reuni1se unos cuantos dias en alguna misión para atender las debidas conferencias sobre estos puntos. El catequista debe visitar regularmente a los enfermos en cada barrio de su distrito, no solamente para avisar al misionero, sino también para preparar a estos pobres al bautismo, Jo que supone muchas visitas y viajes. Una mujer, como catequista maestra en una escuela, es de gran utilidad. Allí puede ella enseñar lo que una madre de familia debe saber. Tambien podrá algunas veces después de la escuela ocuparse de las mujeres del pueblo y preparadas al bautismo. Siempre y en todas partes el catequista debe dar el buen ejemplo de una vida cristiana y fervorosa, con el fin de atraer con su ejemplo a los paganos. Estas pocas consideraciones dem uestran el gran bien que un catequista puede hacer como misionero y apóstol, especialmente si reside entre los pagan¿s, Tiabajar como catequista en una escuela de la Montañosa solamente durante las vacaciones sería una obra menos eficaz, como se ve por lo expuesto sobre los deberes y cualidades del catequista.