El Reinado de Jesus Sacramentado establecido entre los infieles

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Part of El Misionero

Title
El Reinado de Jesus Sacramentado establecido entre los infieles
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
272 El Reinado de Je~us Sacramentado Establecido Entre Los Infieles Discurso pronunciado por el Rev. PADRE C. BEURMS, misionero en el Congreso Eucarístico de Vigan. Ilustrísimos Señores, Venerables Hermanos, Dios que .es Caridad (S. Juan IV, 8) fué movido por su infinito amor cuando crió al hombre a su imagen y semejanza. (Gen. I, 26) El Bien infinito difusivo de Si mismo se dejó llevar de su inmensa liberalidad no obstante la ingratitud del hombre. Con nuestra madre, la Iglesia Católica cantamos: "Felix culpa quae talem nos meruit Redemptorem" iFeliz culpa que nos mereció tal Redentor! Vino a su propia casa y los suyos no lo recibieron (S. Juan I, 11) y aunque El había previsto la maldad de sus criaturas, llevó a cabo de una manera divina el plan de ser, por aquellos que le reciban, el camino seguro que conduce a la luz verdadera y puerto de la vida eterna, dándoles de este modo el poder de llegar a ser hijos de Dios. (S. Juan I, 12). "Non fit redemptio sine sanguine", no hay redención sin sangre. "Christus oblatus est quia lpse voluit", Jesucristo se ofreció a la muerte porque el mismo lo quiso. (Isaias LVII, 7). El "Ecce adsum" del Cordero del Apocalipsis, vinculó al "exinanivit Semetipsum, factus obediens usque ad mortem, mortem autem crucis." (Phil. II, 7) Se anonadó a si mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz. El probó al mundo en que venía que El amaba como solo Dios ama. El mismo dió la mayor prueba de amor humano cuando dijo: "Majorem hac dilectionem nemo habet ut animam suam ponat quis pro amicis suis'' (S. Juan XV, 13) Ninguno tiene mayor amor, que este, que es dar la vida por sus amigos. Pero el amor de Dios venció aquel obstáculo y no solo derramó hasta la última gota de su sangre por nosotros sino que también su infinita bondad le hizo venir y permanecer con nosotros. "Deliciae meae esse cum filiis hominum", mis delicias son el estar con los hijos de los hombres y "ecce vobiscum sum usque ad consummationem saeculi" he aquí que yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos, no solo con Su Espíritu divino, sino real y substancialmente presente bajo las especies de pan y vino en la Santísima Eucarístia. O Emmanuel, Dios con nosotros, postrados en adoración, abrumados por vuestro amor inEMPLEE UN DÍA DE VACACION finito, nosotros tus sacerdotes te dicimos temblorosos y despavoridos con Saulo: "¿Señor, qué quereis que haga? (Act. IX, 6) y con el mismo confesamos: "Gratia Dei sum id quod sum" (!Cor. XV, 10) Por la gracia de Dios soy lo que soy. Llenos de gratitud exclamamos: por consiguiente "Carit~s Christi urget me" la caridad de Cristo nos estrecha (IICor. V, 15). ¿Que retribuiremos al Señor, nosotros sus sacerdotes y legados de Cristo? Porque si es verdad que todos los cristianos son hijos del Altísimo, hijos, "qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate viri, sed ex Deo nati sunt," nacidos no de la sangre, ni por voluntad de varon sino de Dios, (S. Juan I, 13) ¿cómo no lo diremos con más razón los sacerdotes, ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios? De todos y cada uno dicen los Angeles: "V asa electionis, templa Dei, spectaculum facti mundo et (nobis) angelis et hominibus, vasos de elección, templos de Dios, hechos espectáculo al mundo, a los angeles y a los hombres. (Cor. 1, IV, 9). Encendidos de celo a cooperar a la obra más divina, oramos con nuestra Santa Madre la Iglesia: "Deus, qui omnes homines vis salvos fieri, mitte, quaesumus operarios in messem tuam, da nobis CUllll fiducia et zelo annuntiare verbum tuum ut omnes gentes relictis idoli.s suis agnoscant Te solum Deum et quen misisti Jesum Christum." Dios, que quieres 273 que todos los hombres sean salvos, te rogamos que envíes obreros a tu mies, concédenos anunciar tu palabra llenos de celo y sin temor, a fin de que todas las gentes, dejados sus ídolos, te conozcan a ti por único Dios y a tu enviado Jesucristo. "O Emmanuel, Rex et Legifer noster, expectatio gentium et salvator earum veni ad salvandum nos. (Fest. Nat. Xi. Ant.) O Emmanuel Rey y Legislador nuestro, esperanza de las gentes y su salvador, ven a salvarnos. Imbuidos con estos santos pensamientos, diaria y vivamente meditadas y realizadas por la luz de la Fe, "miles Christi, qui superabundabit gaudio mediis in tribulationibus propter Jesum et Hunc crucifixum," el soldado de Cristo, que reboso de gozo en medio de sus tribulaciones por Jesucristo crucificado, exclama con santo entusiasmo: "Debitar sum!" Me siento deudor! Siente en su corazón el "desiderio desideravi" desu generoso Redentor realiza que el no más "servus sed amicus, imo et alter Christus," no más siervo sino ami,go, más todavía, otro Cristo, está para siempre endeudado a Dios, a Cristo y a su esposa la Santa Iglesia Católica y su alma ardiente en amor y celo intrépido pone su confianza illimitada en Dios Nuestro Padre celestial y ora: "Venga a esta mi misión tu reino eucarístico!· Que Cristo venza en ella el poder de los demonios y de las tinieblas, que BUSCANDO UNA NUEVA SUSCRIPCIÓN 274 reine y mande en nuestros corazones! ¡Señor no desprecies la obra que tus manos hicieron! Estas son las DISPOSICIONES del padre misionero que se lanza a una labor imposible, humanamente hablando. Su celo restringido por la obediencia, la perseverancia garantizada por la oración y un espíritu de sacrificio impulsado por el divino amor, són sus armas y su escudo. Su primera preocupación es escojer para su Divino Maestro y siempre listo Consolador, una habitación decente. El primer Santo sacrificio de la Misa, quizás será celebrado en una pobre 'Casa pagana, previamente bendecida, y quizás los asistentes serán más ignorantes que los pastores de Belen, no obstante Jesús Sacramentado les dará su primera bendición. Es la entrada de Dios entre aquellos amados desde toda l~ eternidad, es el primer encuentro entre las descaminadas ovejas y su Buen Pastor "ut cognoscant Eum, ut fiat unum ovile et unus pastor", para que le conozcan y sean un solo rebaño y un solo pastor (S. Juan X, 16); les dá su primera amorosa y vivificante irivitación: "Pax vobis, Ego sum. Nolite timere. Venite ad Me omnes. Panis enim quem Ego dabo, caro mea est pro mundi vita. Qui manduca.t meam carnem et bibit meum sanguinem habet vitam aeternam et Ego resuscitabo eum. La paz sea con vosotros. Y o soy, no temais. Venid a Me todos. El pan que yo os daré es mi carne para la vida del mundo. (S. Juan VI, 52). El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré. En sus gracias después de la primera Misa, el misionero ruega: ''Señor mio, confiando en tu bondad y clemencia, al Salvador llegamos enfermos, con hambre y sed a la fuente de la vida, necesitados al Rey del cielo, servientes a Nuestro Señor, criaturas a Nuestro Creador, en desolación a nuestro misericordioso Consolador. (Imit, Xi. Lib. IV, Cap. II, let ssq.) Después del más frugal almuerzo, si lo hay, se hacen arreglos preliminares para la construcción de una capilla provisional. Si la gente es de buenos sentimientos, el padre utilizará temporalmente una casa alquilada como capilla y residencia. Sin embargo el corazón del misionero esta aún triste. Su Maestro no se queda con el en su destino y por consiguiente el trabajo continua ardoroso para levantar y terminar una pobre pero decente y bien arreglada capilla para Jesús Eucarístico. --++-(Se ·Continuará) EL SACRIFICIO TRAE CONSIGO LA RECOMPENSA