La mision: una conversacion interesante en Banaue, Ifugao

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Part of El Misionero

Title
La mision: una conversacion interesante en Banaue, Ifugao
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Abstract
Title translation: The mission: an interesting conversation in Banaue, Ifugao
Fulltext
264 U na Conversación interesante en BANAUE, IFUGAO. B,anaue es un pueblo de 5,000 habitantes, !fugaos, situado en el centro de la' Provincia Montañosa: a unos 'noventa kilometros al sur de Bontoc y unos treinta y cinco kilometros al norte de Quiangan. Sus arrozales construidos en las . laderas de las colinas constituyen una maravilla y excitan la admiración de los turistas. Hacía mucho tiempo que los habitantes habían pedido un Misionero para convertirlos en "cristianos como los demás Filipinos." Por fin, el Rev. Padre Francisco Lambrecht, ha sido nombrado y mandado como primer misionero a Banaue. El Muy Reverendo Padre Provincial le dió su bendición más fervorosa -pero sin dinero-- deseándole muchas felicidades y conversiónes. LO QUE EL PADRE LAMBRECHT ENCONTRÓ PARA PRINCIPIAR SU MISIÓN U na capilla, con un cuarto de seis metros por cuatro, y que sirve de sacrístia; en esta: algqnos vestidos para la misa, una mesa con un pie roto, una cama de campaña (el Padre ha sido soldado durante la guerra mundial), muchos ratones atrincherados mejor que lüs ejercitas en los campos de Flandes, dos carambas y en el pueblo: muchos archipaganos por convertir. LO QUE LLEVÓ PARA SU MISIÓN. Algunos libros, un portamonedas casi vacio, una lámpara y algcnos otros artículos más; todo cargado en hombros de tres valientes montañeses, pero lo que sobre todo llevó: es un corazón grandísimo en un cc1erpo extenuado por los cansancios y privaciónes durante su vida de misionero en Quiangan, por el espacio de seis años. DONDE VIVE. En la sacrístia mencionada arriba: un pequeño cuarto, con la tierra por suelo, y con un techo de hierro sin bóveda: es lo que llamaremos su habitación y que podemos llamar a la vez su cuarto dormitorio, su cabinete de traSOSTENGA EL EJÉRClTO DE CRISTO bajo, su comedor, su sala de recibo, su escuela para niños y catecúmenos, su taller de carpintería, cuando debe reparar ó componer su mobiliario de estilo tan primitivo como sus parroquianos, etc .... A penas llegado a la misión, un dia fué a visitarle uno de los más ancianos lfúgaos de Ja población. Entró sin ceremónias en aquel museo de departamentos, como si hubiese entrado en su propia casucha, se sentó en cuclillas en el suelo, empezó a masticar betel, y miraba no con admiración por las riquezas del "convento" sino con asombro por la pobreza evidente de la habitación y su dueño, porque el Montañés, habiendo visto a tantos oficiales del gobierno creía encontrar a un padre rico, pero halló a un sacerdote en la miseria. -"Padre," dijo después de unos momentos, "Padre, su con: vento parece a mi casa. ¿Cuando construirá otro?" -"No sé, amigo mío." -"Pero vá V. a epfermar si se. queda aquí algún tiempo." ~"¿Y qué voy hacer? No tengo nada para costear la construcción de una casa." ~"Lastima, Padre, que nosotros !fugaos somos pobres; construiríamos uná casa para V. para que pudiera instruirnos en ella, aunque fuera en los bajos." -"Paciencia, amigo mío, paciencia. Pediré limosnas a sus hermanos cristianos de los llanos, y; construiré una pequeña casa 265 para vivir en los altos y enseñar a los niños y los ancianos en los bajos. Allí nos reuniremos por las no.ches para hablar de Dios y vuestras almas." El hombre sonrió evidentemente satisfecho, pern como había estado antes, en el tiempo de su juventud, hasta los pueblos de la provincia de Nueva Vizcaya, prosiguió la misma conversación, y dijo: -"Si, Padre, los cristianos ayudarán a V. A mi me dijeron un día que Dios les recompensa muchísimo cada vez que Q.án algo por El. ¿Es verdad, Padre?" -"Verdad. Cuando nosotros, los cristianos sacrificamos algo para complacer a Dios, El nos lo devuelve el ciento por uno en este mundo y en el cielo nos reserva una bendición especial." -"¿Qué es eso: aquella bendición especial en el cielo?" preguntó el hombre, que nunca había oido hablar de bendición en su religión pagana. -"Es algo tan bonito, tan grande que no podemos imaginarlo en este mundo; es algo que causa una felicidad ilimitada y que durará siempre." -"Oh, entonces, si es así;· los cristianos de Filipinas sin duda hacen muchos sacrificios por Dios?" preguntó de nuevo el pobre pagano. -"Algunos, si, pero otros, no." -"Entonces esos que no hacen estos sacrificios por Dios, son muy ignorantes ó muy malos" exPROPAGUE SU FE 266 clamó el pagano. "Si yo fuera cristiano, sacrificaría por Dios todo lo que tengo, y ciertamente ayudaría a V. Padre, para construir una casa, para que nosotros !fugaos de Banaue pudiéramos instruirnos y civilizarnos cuanto antes; su casa aquí es una verguenza, Padre y si sigue viviendo en ella, morirá dentro de poco." -"Pero Jesucristo, que es Dios, también era pobre." -"Eso, yo no lo sé, pero lo que sé es que no podrá V. enseñarnos si sigue viviendo en este . , ,, rmcon. Sin saberlo el pagano había dado una buena lección a muchos cristianos: si es verdad que Dios recompensa infinitamente lo que le ofrecemos de buen corazón y según podemos, si creemos en la gloria y felicidad del cielo que allí se concede en proporción del bien hecho durante los pocos años de vida ¿porqué no aprovechamos más el poco tiempo que nos queda en la tierra para multiplicar más nuestra felicidad y gloria en la eternidad? Una nueva misión ha sido fundada en Banaue: el Padre necesita una casa para vivir e instruir a los !fugaos del pueblo ansiosos de convertirse a la Fe católica, pero sus esfuerzos serán vanos si carece de los medios más elementales para vivir y ejercer su labor apostólica. Admiramos el celo de un misionero como el Padre Lambrecht. Admiramos su pobreza evengélica, su espíritu de sacrificio en su soledad. Está bien. Le admiramos cuando se arrastra por las montañas para visitar a los enfermos, dándoles medicinas y administrándoles los sacramentos. Y cuando vuelve a casa, no, a su casucha, cansado, exhausto; cuando tiene derecho a descansar; cuando la naturaleza pide algúna comodidad, cuando una casa conveniente permitiría a su celo de trabajar más, por medio de una escuela y catecumenado en los bajos ¿l'tue pasa? Nada de todo eso encuentra. Si hay muchos que pudieran remediar su triste estado, y que no lo hacen, muchísimos más hay que con algún pequeño sacrificio al menos pudieran darle la esperanza de que un dia podría construir una casa para vivir y una escuela para poder trabajar eficazmente en la cristianización y civilización de miles. · Queridos lectores: hay un cielo hay una eternidad, pero también hay un Salvador que por su amor para con nosotros ha sacrificado todo y nos ha dotado de todo lo que tenemos. Y ahora que el Señor quiere establecer su reino en Banaue, pregúntense lo que les pide. Pregúntense lo que querrán haber hecho por El cuando llegará el dia de su muerte. Lean otra vez la contestación del pobre Ifugao pagano: contiene una lección, que será su propia contestación a la pregúnta que se han hecho, para el alivio de un misionero que admiramos y la salvación de miles que son her7 manos nuestros en Cristo. UNA SUSCRIPCIÓN ANUAL: Pl.00