Santa Catalina de Ricci - Febrero 13

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Part of El Misionero

Title
Santa Catalina de Ricci - Febrero 13
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
263 Santa Catalina de Ricci - Febrero 13 ALEJANDRINA de Ricci era la hija de una familia noble yacaudalada de Florencia, Italia. Apenas tenía la edad de trece años cuando entró .en el- monasterio de Prato como miembro de la Orden Terciaria d,e Santo Domingo, tomando el nombre de Catalina en honor de Santa Catalina de Siena su patrona.· Desde el principio de su vida religiosa, cultivaba u¡na devoción especial a la Pasión de Jesucristo, y el Señ!or, para demostrar cuanto Le gustaba \esta pi.edad, permitió que Catalina participase milagrosamente en sus dolores sufridos por ·nuestra salvación. En el verano de 1544, cuando Catalina tenia la edad de veintiún años, tuvo una visión de la crucificción del Señor: 1a vista de la agonia y muerte del Salvador la causó tantos dolores que después fué forzada de guardar cama por espacio de tres semanas y solamente el dia del Sabado Santo, después de una aparición del Señor resucitado can Maria Magdalena, pudo lev:amtarse ·durada. Todos los viernes por el espacio de doce años fue transportada en éxtasis a contemplar la pasión del Salvador. Tenía los sagrados estigmas .en 111S manos y en los pies como también las heridas de la lanza en el lado izquierdo y de la corona de espinas en la cabeza. T.odos estos favores maravillosos la causaban continuamente dolores intensos, pero alimentaban su amor y aún su deseo de sufrir más y más en imitación de su divino Maestro para la salvación de las almas del purgatorio. Siempre ofrecía sus oraciones y penitencias para el alívio y la liberación de ellas. La gente de Toscana, conociendo la eficacia de la intercesión de Catalina en favor de las almas de los difuntos, al morir un miembro de su familia, inmediatamente acudían a la Santa, suplicándola le recomendase a Dios. Un día Santa Catalina supo por revelación que el alma de un gran personaje estaba en el purgatorio. Tanto era su amor para con Dios que Le suplicó poder sufrir las penas merecidas por aquel señor. Dios escuchó su petición: durante cuarenta dias la Santa padeció un agonia indescriptible: su cuerpo se llenó de ampollas y emitió tanto calor que su celda parecía un horno de fuego. La carne de la Santa parecía tostada y su lengua un hiero ardiente. Sin embargo durante todo el tiempo de aquel martirio nunca se quejaba, al contrario, conservaba toda su calma y solía decir: "mi deseo es de sufrir todas las penas posibles e imaginables, para que las almas del purgatorio se libren pronto y entren en el cielo para glorificar a Dios." Después d~ estos cuarenta dias Santa Catalina supó por revelación que el alma de dicho Señor había ido al cielo. Murió santamente, rodeada de angeles cantando, el año: 1589. SUSCRÍBASE POR UN AMIGO