Relacion de la Quinta Conferencia Catequistica en Tagudin desde el 19 hasta el 30 de Abril, 1931

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Part of El Misionero

Title
Relacion de la Quinta Conferencia Catequistica en Tagudin desde el 19 hasta el 30 de Abril, 1931
Language
Spanish
Source
El Misionero Año VI (Issue No.1) Junio 1931
Year
1931
Subject
Catholic Church -- Congresses -- Philippines
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Abstract
[This contains the report of the Fifth Catechetical Conference held in Tagudin, Ilocos Sur from April 19 to 30, 1931. It ended with three days of spiritual exercises for all catechists under the guidance of the kind Father Declercq of Tagudin who has the secret to excite his listeners for his evangelical words.]
Fulltext
sitan una casa para vivir con una escuela para enseñar a las niñas, pero sin la ayuda de los Católicos Filipinos, el misionero encargado de la misión no podrá construir los edificios necesarios, que costarán unos PS,000. Si algún día estas lineas caen entre las manos de alguna persona acaudalada, que no tarde en aprovechar la ocasión para establecer una obra da caridad que beneficiará a tres mil personas, paganos y nuevos cristianos, por una civilización y cristianización más íntima y estable. Por la fundación del convento con escuela para las Madres, solo Dios sabe todo el bien que resultará de la misma, no solamente durante un mes sino durante años y varias generaciones entre miles de personas. Segundo Salvador de aquel pueblo, el bienheahor se garantirizará más que su salvación. Pero es muy probable que la suma no pueda venir de una sola 11 persona. ¿Por eso debemos desconfiar de poder ver dentro de poco a las Madres establecidas en la misión de Bauco? Lo que una sola persona no puede efectuar, cinco pueden hacerlo con más facilidad. dando cada una una limosna de mil pesos y si falta una o más de las cinco, todavia otras diez contribuyendo cada una la cantidad de solamente cien pesos pueden llegar a fa donación de mil. Cristianos Filipinos: tengan piedad de los habitantes de Bauco, y manden sus limosnas para la construcción de la casa convento y escuela para las Madres a "El Misionero" P. O. B. 1393 Manila. Cada día que se retrase la construcción es un día de muohísimas gracias perdidas. Los nombres del bienheohor único ó de los cinco serán escritos al lado del altar de la capilla para que así las devotas Madres, se recuerden más aún de su deber de rogar a Dios para que bendiga los bienhechores. Relacion de la Quinta Conferencia Catequistica en Tagudin desde el 19 hasta el 30 de Abril, 1931 La quinta conferencia catequística está para terminan cuarenta y tres catequistas venidos de las varias misiones de la Provincia Montañosa y de Abra recibieron esta mañana la Santa Comunión para coronar las actividades de diez dias de lecciones, bajo los rayos del sol trópica! de Tagudin, Ilocos Sur. Los maestros más expertos dieron lecciones modelos para enseñar a sus compañeros el mejor sistema y la manera más prácUNA SUSCRIPCIÓN PARA TODA LA VIDA: PlS.00 12 tica de inculcar la doctrina cristiana en las misiones y cada lección fué seguida de las observaciones y críticas necesarias de los presentes bajo la supervisión de los Reverendos Padres Carlos Desmet y Francisco Lambrecht misioneros respectivamente de Bontoc y de Banaue. Sin embargo el fin principal de la semana ha sido inspirar a los catequistas altos ideales sobre la obra sublime que están realizando y que es nada menos que cooperar con la gracia de Dios, a la salvación de almas abandonadas. Hasta las lecciones modelos se inspiraron de aquel fin por las altas consideraciones sobre la parte sobrenatural de la obra del cateNaneng, Marzo 20, 1931 Estimado y Reverendo Padre: Salí de paseo en el pueblo para vis~tar a una mujer gravemente quista. La conferencia se terminó con tres dias de ejercicios espirituales de todos los catequistas bajo la dirección del bondadoso Padre Declercq de Tagudin quien tiene el secreto de entusiasmar a sus oyentes por sus palabras evangélicas. Ojala que Dios bendiga nuestros catequistas para que puedan perseverar en el celo del cual hasta ahora han dado tantas pruebas. Ojala que la Santa Providencia inspire a otros bienhechores más, para que, aumentando el número de los catequistas, el progreso de la conversión y civilización entre los paganos del Norte de Lu.zon sea más rápido y profundo. -C;Q~ enferma. El catequista me había avisado de su estado y peligro de muerte: precisamente es el oficio del catequista preparar el campo. Me había dicho que el marido de AL "THE LITTLE APOSTLE" la moribunda no se oponía al bautizo de su esposa y que hasta lo deseaba bajo la condición de que ella. también estuviera conforme. Andando de casa en casa, charlando por aquí y por allá con los vecinos y seguido de los chiquillos entre ellos mi sacristancito Adolfo, llegué a la casucha de la enferma. El marido sentado en frente de la puerta estaba ocupadísimo en tostar la cola de un carabao, el plato substancial de la próxima cena. Empezé la conversación con la "cola," continué sobre el estado de la mujer y llegué al objeto de mi visita preguntando si su preciosa mitad quisiera ser bautizada. -"Y el bautizo no la mataría?" preguntó el hombre, a lo cual naturalmente, contesté que el bautizo no tiene nada que ver con la muerte de una persona, pero sí, que procura la vida al alma y la felicidad eterna si la persona bautizada muere después del bautismo. Ciertamente la enferma podía· o irnos. Entonces el marido, desde la puerta continuando su ocupación, gritó preguntando a su esposa lo que ella pensaba de mi proposición sobre el bautizo. Rep etidos "no" por poco me hicieron desesperar de poder salvar el alma de la pobre mujer. En la oscuridad de la casa podía ver a unas cuantas viejas sentadas de cuclí !las al rededor de la enferma, señal evidente de que la muerte no ta rdaria mucho en buscar la 13 pobre extendida en el suelo. Las ancianas estaban haciendo el "tchuttung," en otras palabras asistían la enferma a morir. Entré en la casucha, y expliqué a todas que muriendo sin bautizo el alma sería infeliz para siempre en la otra vida. -"Y si se deja bautizar, entonces que pasará con ella después de su muerte?" preguntó una de las matronas. Aproveché la cuestión para explicarles eomo el mismo Señor Dios viniendo sobre la tierra nos había enseñado todo lo dicho acerca del efecto del primer sacramento. Estas pocas palabras convencieron a la pobre moribunda, pedía el bautizo. Inmediatamente empezé las instrucciones necesarias; era yo casi tan feliz, como su alma lo seria después de algunos momentos; era evidente que no podía vivir mucho tiempo más: padecía de beriberi. Sería inutil escribir aquí las enseñanzas que repetí acerca de los puntos principales de nuestra santa religión; basta decir que la mujer las comprendió y hasta pudo repetir de memoria algunas jaculatorias; entonces la bautizé bajo el nombre de Magdalena y antes de retirarme mandé a dos buenas cristianas se quedasen con ella para ayudar a lapobre, a morir en sus buenos sentimientos. Al día siguiente la conferí la Extrema Unción con grán admiración y santo temor de los asisO A "EL MISIONERO" 14 tentes paganos. Aquella misma tarde Magdalena pasó a mejor vida: Dios había tenido piedad de ella y San José el patron de la buena muerte había conquistado un alm.a más en el mismo día de su fiesta. El día 19 de Marzo, festividad de San José patron de la cristiandad la capilla se llenó tanto que durante mi misa, sentí como una especie de temblor que me levantaba: pues algunos individuos prudentes viendo a tanta gente y conociendo el estado miserable de la capilla, colocaron unos cuantos postes debajo del suelo para evitar una catástrofe. Sin embargo a pesar de su pobreza y caducidad, la capilla estaba adornada a no poder más: centenares de hojas de palmeras cubrían las paredes y altares y la estatua de San José casi desaparecía entre las flores. El Padre Rafael de Lubuagan había venido para ayudarme en estos días, y el activo y tan popular hermano Eduardo había ayudado a los cristianos para dar a la pobre capilla la apariencia de una joya. Así estaba yo libre para confesar porque el día de la fiest_a todos los cristianos querían recibir la Santa Comunión. Después de la Misa los cristianos se divertían con juegos atléticos y eran tan de su gusto, que los prolongaban hasta muy avanzada la tarde, pero como tocaba la campanilla anunciando la bendición del Santísimo, todos dejaron las diversiones para entrar de nuevo a la capilla, lo cual extrañaba a mi compañero el Padre Rafael que dijó: "¿Como es posible que dejan sus juegos para asistir a la bendición?" Esto para que vea V. R. como nuestros cristianos, paganos de ayer, demuestran su buena voluntad y saben anteponer su devoción a la diversión. Y ahora una buena noticia. Acabo de recibir de Bélgica una buena limosna de siete mil francos. ¿Como he podido recibir tanto? Oiga. En la clase de mi hermano sacerdote, profesor del colegio de San Pedro en Lovaina, los estudiantes, unos cuarenta, antes de volver a sus pueblos para las vacaciones, habían con ve nido en colectar cada uno cien francos, que es mucho para niños. Sin embargo, al abrir las clases, cada uno de los cuarenta aportaba los cien francos convenidos y algunos habían colectado aun más, de manera que la suma llegaba a cinco mil francos. Algunos días después, la cantidad subía a siete mil francos: es que otras limosnas pro metidas pero no aun entregados, habían llegado, y todo eso era para las misiones, pues para mi un desconocido misionero y para mis pobres parroquianos. Y con la donación vinieron algunas cartas de estos estudiantes: uno escribió que para llegar a su cuota, había dejado de fumar, otro que no había comprado dulces, etc. etc. NUESTRA DIRECOIÓN: P. O. BOX 1393 jQue caridad! El Señor en vista de tanto celo y generosidad debe bendecir los estudios de estos jóvenes y en efecto uno de ellos escribe que al terminar sus estudios en el colegio entrará en nuestra Congregación para hacerse mis10nero. Reverendo Padre Editor, publíquelo en las revistas para que los estudiantes católicos de Filipinas no solamente lo sepan si no también lo imiten para la mayor gloria de Dios y también para el bien de sus hermanos en Cristo, los Igorrotes de la Montañosa. Respetuosamente suyo en Cto. Rev. Leo Lindemans Barlig 28 de Abril, 1931. Reverendo Padre Editor. Este año por J?rimera vez hemos celebrado la Semana Santa en Barlig, la misión de la Nueva Pampanga. Para que -la comprendiesen bien, cada noche he explicado a los cristianos y catecúmenos las varias ceremonias que presenciarían en la capilla el dia siguiente como también el misterio celebrado aquel dia. El Sábado Santo mandé a algunos niños al bosque para buscar ramos y me trajeron las hojas de 'palmeras más largas que habían encontrado y en cantidad tan grande que había de sobra para adornar la capilla y distribuir entre los cristianos. El Jueves Santo hubo una Comunión general durante la misa solemne. 15 Es verdad que la sacristia es muy pobre en adornos; sin embargo el altar para la exposición del Santísimo parecía una joya, y durante' el dia entero nunca faltaron cristianos en adoración ante el Monumento y nunca eran menos de seis. La mayor parte de los cristianos se quedaban hasta una hora entera ante Jesús Sacramentado y algunos aun más. Lo confieso: no había esperado tanta devoción en Barlig y eso es señal de que los nuevos cristianos comprenden algo del divino amor del Salvador en el Santísimo. Por la noche antes de cerrar la capilla, todos juntos rezamos por varias intenciones y entre otras la más importante era para que el Señor bendiga a los bienhechores de la misión y a todos aquellos que se imponen sacrificios por la conversión de los paganos, Imitando la buena costumbre de los buenos cristianos ' del valle, nuestros cristianos se abstuvieron de todo tra~ bajo no absolutamente necesario y eso explica algo la gran y continua concurrencia a los servicios de la Semana Santa. Durante la adoración de la santa Cruz, que también en Natonin han hecho, hemos recogido la cantidad de Pll,50 que si no es mucha, sin embargo representa el óbolo de pobres cristianos haciendo verdaderos sacrificios para ayudar a los que guardan los santuarios en la Tierra Santa, en donde nació y murió Nuestro Señor el Salvador. El Sábado Santo según la costumbre antigua bautizamos a los catecúnos que terminaron su instrucción y DONATIVOS INCONDICIONADdS LOS MEJORES 16 preparación. El mes pásado otra vez visité todas las estaciones de la misión bautizando a veinticuatro-de los cuales 18 adultos y seis niños, y bendeciendo tres matrimonios. Antes de terminar, Querido Padre Editor, quisiera otra vez llamar la atención de los bienhechores sobre la estación de Tunglayan, la misión consagrada a Santa Teresita. No quiero hablar de las mejoras materiales necesarias en la misión central y las estaciones de afuera, porque al fin haciéndolas más tarde no habrá por eso algún retraso en el progreso espiritual, pero debemos aprovechar las buenas disposiciones de ·la gente para efectuar más conversiones y puesto que los habitantes de Tunglayan demuestran disposiciones excepcionales para convoctirse, es de absoluta necesidad que venga un catequista a en ésta localidad, y es lo que pid'o a Dios y a los buenos cristianos en nombre de los habitantes de Tunglayan, dando por anticipado las gracias al alma caritativa que escuche mi súplica. Respetuosamente suyo en Cto. Rev. Marcelo Ghysebrecht. Misionero de la Nueva Pampanga. Reverendo Padre Beurms. Pana que V. R. pueda dar algunas noticias al bienhechor de Magoc, escribo estas lineas sobre esta misión que creo agradaran a la generosa persona que tanto me ha ayudado. Ya sabe V. R. que la primera misa fué celebrada en Magoc en el mes de Julio del año 1929, dentro de una pobre casucha construida por los habitantes como capilla provisional. La casucha, que no puedo llaman una ermita, consistía unicamente de un techo que apenas podría resistir a dos temporadas de lluvias. Por eso en seguida empezé a reunir nuevos materiales para edificar una capi11 permanente. Describir las dificultades de esta obra es imposible, pero no han sido extraordinarias puesto que para edificar uno siempre tropieza con los mismos obstáculos, especialmente cuando se trata de realizar algo en un barrio enteramente pagano: no hay aserradores, no hay obreros, y para la construcción de la capilla en Magoc todavía babia la dificultad casi insuperable de traer las maderas de otro monte separado del barrio por unos cuantos precipicios y muchos arrozales. Pero a pesar de estas dificultades el trabajo fué terminado mucho antes que lo había esperado, gracias a la ayuda de Jacinto, el catequista, que varias veces pudo convencer a la gente del lugar a seguir con sus trabajos cuando ya habían dejado la obra para atenderaotros. Le aseguro que yo mismo no hubiera podido dirigir las actividades mejor que él. La primera misa en la nueva capilla fué celebrada el dia 17 del mes de Septiembre 1930. La vispera una muchedumbre enorme EMPLEE UN DÍA DE VACACION al oir la voz de la campana acudió a la capilla; aproveché la ocudió para dirigirles mi primera instrucc10n. No creamos que tantos hayan venido por haber oído la campana; no, es que desde hace meses el catequista del lugar había preparado los habitantes visitándoles y hablándoles de la religión y del Padre Misionero y del fin que prosigue en venir a visitarlos en su barrio, y efectivamente sus palabras.habían tenido gran éxito. Ahora visito regularmente cada mes el barrio de Magoc, pero estas visitas tan raras y nunca bastante prolongadas quedarían casi sin resultado si entre los habitantes no hubiese un apóstol, quiero decir el catequista. Estando cada dia en contacto continuo con los habitantes, enseña las oraciones, prepara a los catecúmenos para el bautizo y la primera Comunión, y sobre todo procura cambiar la 17 mentalidad pagana. Gracias al catequista he podido bautizar a cinco adultos quienes también han hecho la primera Comunión. Por ahora hay unos treinta catecúmenos que dentro de dos meses también r:ecibirán el santo bautizo. Hasta la fecha, he bautizado a unos veinticinco niños llevados espontaneamente por :sus madres a la capilla. Dos de estos, han volado al .cielo desde donde intercederán sin duda por el bienhechor del lugar. Tengo confianza ,de que el progreso de la misión de Magoc continuará: tal es mi impresión cada vez que visito el barrio. Suplicando a V. R. dé las gracias al bienhechor en mi nombre y en el de los neófitos quedo Su servidor q. b. s. m. Rev: Fr. Lambrecht. Banaue, Ifugao. Prov. Montañosa. iVaya un veneno! Decíale un médico a V oltaire: -Dejad de tomar café; que es un veneno lento. -En verdad que debe ser lento; porque hace ya sesenta años que lo tomo todos los días. BUSCANDO UNA NUEVA SUSCRIPCIÓN
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