Cronicas de Espana

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Title
Cronicas de Espana
Language
Spanish
Year
1930
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
¡Arriba. . . arriba! ¡Otro €mpujoncito! Es- do con la caU1strofe más irremediable, siendo así, tas o parecidas frases de estímulo y de ánimo, pronunciamos i11 nientibus los españoles vi?TIdo que la peseta empieza a resucitar de su marasmo y se incorpora, siquiera sea lentamente, en busca de una posición, aproximada al me.nos, a la que tuvo en tiempos, y renace del estado de postración en que se hallaba, a una nueva vida, que es de desear sea larga y sin recaidas, oon la ventaja, a mi entender, de que la mejoria en su enfermedad no se ha producido de una manera rápida, sino lenta, que según la ciencia médica es ]a mejor forma de producirse una eonvalecencia. Desde luego han influido en ella no solo las medidas adoptadas por el Gcbiuno en el orden financiero, sino también otras de carácter que pudieramos llamar de salud pública, y entre elliS la . destitución del Subgobrrnador del Banco de España, quien por razones todavia bajo la acción investigativa, se permitió desfigurar ciertas órdenes emanadas del propio Gobierno, y coincidiendo o poco menos con esta medida de rigor, comenzó el alza de nuestra peseta. Claro es, que mucha culpa de lo sucedido la hemos tenido nosotros mismos, o por mejor decit·, un puñado de mal IJamados españoles, que con sus especulaciones y negocios, trajeron como consecuencia inmediata la depreciación que hemos padecido; así mismo y como ya os indicaba en. crónica pasada, también la emigración de capitales al extranjero influyó de una, manera decisiva, y si a ello se añade la campaña de desprestigo de España ante el extranjero, propalando rumores y noticias alarmantes, respecto a la situación interior de España, desórdenes, huelgas, todo ello corregido, aumentado, y lo que es mas triste, organizadas por elementos españoles, la resultante de todo e~to ha sido la larga etapa de ver descender día tras día el argentado disco que el argot popular denomina leandra y beata. En la cuestión peseta, todo eran· 12mentacio nes y augurios, amilanamientos y falta de presencia de espíritu, como si estuvieramos lindanque lo más nt'Cesario era aplicar todos nuestro mayor optimismo, sin dar sens:ición de apocamien_ to o debilidad qur pudi~ra ser explotado por quienes más interesados estab~n en que Ja situación económica se prolongase. En resumen, que volvemos a la legalidad monetaria sin nuevos retrocesos, y a la mano está el remejía si ello ocurriese; rigor y estarmientos aleccionan lo mismo al que los impone que al que los recibe. Dos pérdidas lamentabilísimas han ocurrido en la decena que hoy termina, una, la mu.::1rte del ilustre y nonagenario caudillo el Gral. Weyler. por cuyo defcanso d Cobiernr organizó con carácter oficial, funerales, que tuvieron lugar en San Francisco el Grande, con la solemnidad tradicional, asistiendo por ausencia de S. M. el Rey, su augusto hijo el Infante D. Jaime. La ceremonia del entie1 ro Pfl:SÓ desapercibida para los madrileños, pues el finado disponía en su testamento que no se le rindieran honores militares, y su inhumación, comunicada cuando ya estuviera verificada; y bn a rigor, dentro de lo ¡:05-ible, cumplió la familia la voluntad del testador, que cuando llegaban alg ... mas co:niski.es al domicilio del General Weyler, para as:stir a su entierro, hacia dos horas ya se había efectuado. No por esperada menos fentida, fué la noticia de la muerte del insigne actor Fernando Díaz de Men<loza, acaecida en Vigo trás rápida cnfnmcdad. El pueblo de Madrid, que tanto le admil'aba, creyó tener ccasión de rendirle el último tributo de respeto, pero tampoco hubo oc~sión pura ello, puesto que del tren en que ven :a el cadáver, fué traPladado a un furgón automóvil y transportado al cementerio de la Almudcna, para su entiero en la misma tumba que gua1·da los restos de su esposa María Guer~ero, la llorada actriz, que no ha dejado tucesión en el arte .. Y verdaderamente apena que tras una vida de trabajo como la que llevó esta pareja de actores, verdade1·os paladines de España y de sus glorais, cuando era de esperar que a su veja no conocerian las necesidades, Fernando y María han muerto pobres, y el superviviente, más que por amor al arte, seguia trabajando para vivir; cuanto ganaron y no fué poco, lo sacrificaron para el mayor esplendor de la escena española. La situación política en los actuales momentos, trae a la memoria aquella escena musical de La Ve,rbena de ln Pnlomo, en que dos guardias del Orden, naturales de Galicia, comentan con el se·reno la actua:lidad, y reflejan sus impresiones diciendo «Buena está la pulitica. Si, si bunita está». Algo parecido podemos decir nosotros, estamos en plena desorientación, todos son rumores y charlas (chau-chau, que dicen los rifeños), ·seguimos con el tema de las elecciones sin que a ciencia cierta haya fecha decidida, y tan pronto se anuncian para diciembre como para enero.según Romanones serán en febrero--pero en concreto nada hay todavía determinado y continuamos en su lugar descanso en espera de que nos digan c\1ando tenemos que actuar ejerci'endo el ciudadano deber de votantes. No falta quien diga que todavia falta mucho tiempo por delante 0y n.o escaso camino" que rec-0rrer, pero ya lJegará el momento de salir de dudas. Tampoco falta quien asegure que antes de< todo se procederá a una nueva modificación ministerial, toda vez que para presentarse a las futuras Cortes se precisa un Gobierno deo fuerza que pueda afrontar cualquier dificultad que se presente, pero todo esto no son sino conversaciones de Puerta de Tierra, sin fundameinto alguno, aunque como es lógico, en nada se puede pronosticar con probabilidades de éxito, pero todavía menos en cuestiones políticas. Respecto a la venida a Madrid de D. Sant!ago Alba, que se anunciaba para el próximo novic>mbre y producía alguna expectación, parece seT que el viaje no se rea1izará tan pronto como se esperaba y. por consiguiente es prematuro cuanto se diga sobre plan~s y pro"yectos para el futuro; es sin embargo de anticipar que una solu<:ión a base de la Presidencia de Alba, no Ee~~a bien acogida. Al arresto del Comandante Franco, ha seguido el del Capitán Jimenez, uno de los heróicos tripulantes del «Jesús del Gran Poden; la causa de tal determinación ha sido la publicación de un artículo, esct·ito por este aviador,' en el que ponía de manifiesto la escasez de medios con que cuenta la aviación militar espafiola para el cumplimiento de sus fines, y la necesidad d.e adoptar medidas que la pusieran a cubierto de insidias y reticencias; en términos generales el artículo encerraba un fondo de verdad, pero estamos en tiempos que hacen reCordar otros pasado_s con desventaja para los actuales, en el que el derecho de defensa parece que ha de guardar ciertas limitaciones. Madrid recibió la visita del Ministro de la Guerra de Francia, Mr. Maginot, con la acostumbrada excursión a Toledo y El Escorial; de este último punto debió quedar poco menos que en ayunas, pues debido a la hora avanzada en que giró la visita, las maravillai¡; allí encerradas tuvo que c:ontentarse con verlas (?) a la luz de ce'l'illas. Y con los viajes a la Academia de Infantería en Toledo, y a la General MiHtar en Zaragoia, los protocolarios banquetes, etc., dió por terminada su visita a la Corte de las Españas. En los breves minutos que pude permanecer a su lado tuve ocasión de o!r alabanzas de nuestro país, y de admirar su elevada talla muy aproximada a los 2 metros. Y en el pres.e-nte momento un numeroso grupo de periodistas franceses recorre y visita Madrid, admirando sus encantos en medio de los mayores agasajos con que los chicos de la prensa festejamos la estancia de nuestros compañeros de allende el Pirineo. El diminuto Teatro Lara ha solemnizado el décimo aniversario de su inauguración con unas cuartiHas de los hermanos Quintero y el estreno de una obra de los mismos, d.elicado regalo que obtuvo un éxito. La nueva producción Doña Ho1-miga, confirma que el ingenio y Ja lozanía de tan insignes autores no solo no decae sino que se avalora con el tiempo, y no hay que olvidar la fecundidad Hteraria de esta pareja de escritores, que tanto briHo han dado al tea.tro contemporáneo. España entera lamenta la muerte del Cardenal Casanova, Arzobispo de Granada, faUecido en Zaragoza, donde se encontraba accidentalmente; el cada ver fué trasladado a la capital de su diócesis para recibir sepultura en la Catedral. Cort\o pueden Vds. observar, 0 la decena ha sido pródiga .ein privarnos de seres que aunque diametralmente opuestos en sus actividades, eran de verdadero relieve en la vida española. Nuevamente el elemento estudiantil comienza a inquietarse y son varias las capitales de provincia donde los tumultos vuelven a adquirir estado; parece que la causa es la protesta por el plan de enseñanza, pero todavía los verdade1·os motivos no se transparentan lo suficiente para formar opinión, mas va siendo demasiado frecuante la presentación de estos chispazos, tras los cuales pareee adivi11.arsfl la actuac~ón de otros elementos que toman como escudo protector al elemento escolar, mientras laboran a la sombra ampai ados por la impunidad. Nuestra ~·ob2rana acompañada de sus hijas las Infantas Da. Beatriz y Da. Cristina, empr€ndió su anual viaje a Londres, donde permanecerá una temporada, y S. M. el Rey, después de ~na rápida visita a Zamora para cono('er algunas obras públicas allí realizadas, se trasladó a Cádiz para asistir a la jura de la bandera por los guardias marinas de aqueila Escuela Naval, e11tre ellos su augusto hijo el Ingante D. Juan, cuyos estudios sigue en aquella. El viaje está siendo un verdadero triunfo, pues en todas partes a que acude el J~fe¡ del Estado, es recibido en medio de las mayores aclamadones, que a buen seguro no sonarán muy bien que digamos en los oidos de nuestros republicanos de cepa, y menos aun en los que dicen militar ahora en sus filas, mediante un acomodaticio cambio de casaca. Estamos en pleno Congreso de Ciencias Administrativas, el número no se cuantos de los que ll~van celebrarlos eftos buenos señores. Dios les inspira y se logre algún resultado práctico, pues la disminución del expcdienteo--mal arraigadísimo en esta tierra-, y c.1 abuso del balduque y la carpeta adquiere carácteres de resolución inmediata. . y ya hace años que- necesita remedio. Por fin y después de no pocos trámites, diligencias y gestiones, de citar nombres que pronto se desmentían, hemos estrenado Presidente del Tribunal Supremo de J ust:cia: el agraciado ha sido el Sr. Ortega Morejón, notable jurisconsulto que desempeñaba el cargo de Magistrado de dicho Tribunal. Y rnn la terminación de la temporada de toros, por mor de la temperatura, el ininterrumpido futbol en todas partes, la inauguración de nuevo cine--el Rialto--, · por si había pocos en Madrid, y eJ comentario libre a todas horas sobre lo que pasa y lo que pueda pasar, vamos sacando los abrigos de sus armarios y disponiéndonos a entrar en el fúnebre mes de los muerto._, a base del sustancioso buñuelo de viento y de la aparición de D. Juan Tenorio en varios teatros, ya que hemos convenido que esta obra no debe representarse más que en Noviembre, y la tradirión continúa. UN SE~OR DE LA CORTE. Octubre :lo, 1930. f~;;~~--;~-;-;;~s-x YUSON 1 ! PARA ¡ DIAGNOSTICOS 1 ¡ y TRATAMIENTOS 1 1 ¡ : HORAS DE OFICINA: 10:00-12:00 a.m. 1 : 1 Intramuros 3 :00- 6 :00 p. m. l ¡ Manila ¡ ~---------------------------------J Legazpi 93