Capitulo XIII

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Part of Semana

Title
Capitulo XIII
Language
Spanish
Source
Semana Volume I (Issue no.16) Abril 7, 1949
Year
1949
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
CAPiTULO XIII HE LOS DISCRETOS COLOQUIOS QUE PASARON ENTRE EL ESCRUPULOSO DONCEL Y SU PROSAICO Y LADINO ESCUDERO. Tan luego como se hallaron amo y escudero fuera del antro del intere~ ~ado nigrornante, rnir6 Rutenio, por aquello de que las paredes oyen, de apartar a su amo tanto como crey6 conveniente para poder platicar a sus anchas sin interprete ni tercero y sin temc>r a ser oidos, no s6lo par aquel. ~;ino que ni aU.n par el m1smo Litio, y en cuanto estuvo bien asegur:i.do de e.llo, asi le dijo: -Como quiera que es mi obligaci6n mirar por sus intereses, le he llamado aparte, mio sefior, para que examine y mire agudamente vuesatc6 t."~rl la magnitud de las servicios con que nos puede favorec:er este avaro. y la conveniencia de que no se entorpezcan de puro frio, no vaya a ser que ioe vueJva atrAs de su palabra y demos al traste con tan magnifico negoCiC'. A cuyas razones contest6,. el doncel : , . · -NO creas, Rutenio amigo, que me daria dos maravedies gastar sin duelo obrando con just.ificaci6n en el dispendio de mi hacienda, ya que as:iento por necesario valerme de cualquier. medio para poner· en salvo. a mi prometida. Por esta causa, entregiaria de mil ttmores a ese hechicero ;u,s millaradas de ducados e incluso las gemas que traemos en laa mutas. y hasta las riqueza.s de Midas quisiera haber a las manos para darselas, antes que comprar al fiado los materiales que precisamos, y aunque he de veneer el azar que me caui;a venir a tratos con tan abyecto personaje. i Guirdenos Dios de hombres de este argez !, porque el que no se fia, no es de fiar, una raz6n poderosisima hace caerse las alas de mi 8.nimo, impidiendome seguir con el asunto ·adelante. Mas, dejando esto aparte, procnra no repetir lo que hiciste en la cueva, que, hablar de dedo, guiiiar de! ojo y dar de! pie, son hechos muy propios de hombre falso, malicioao y ap6stata, y a este respecto, recuerda la coplilla: Con cada miembro, el oficio que convenga; no hables con el dedo, pues no coses con la lengua .. A lo que contest6 el escudero sin darse por entendido de la Ultima observaci6n de su sefior: ' -i. Que raz6n es en suma la que mueve a voace a dar de mano este as.unto? -La de que con todo y las aseveraciones que nos hizo antes el amigo Litio y ahora el avaro Hydorargyros abonando en lo ·contrario, a lo que alc~mza mi torpe inteligencia y a lo que creo, pareceme que nos vamos empozando de grado en grado en el mismisimo reino de Luzbel, y aunque te confieso, Rutenio que he sentido fervientes deseos de llev;ar adelante este negocio, c_on mas fuerza y poderosamente, desvi8.ndome del toreido camino -que nos proponiamos emprender. i A fe que aire tiene todo esto de sacrilegio, por crear que hace la mas alta injuria y deshonra a la d.ivina llfajestad ! -i Gu3.rdenos Dios que fuera cierto ! ---contest6 el criado--. i Bah, Etefior ! i Ya veo quE': gusta vuesa sefioria hacer caramillos de cualquier cosa y que anda ocupando sus cuidados en lo qne no le ha de tener! No ~IJY de la misma opini6n, mas, dE!me que asi fuere, no debe andar mar... hito con la perplejidad, que no nos ban de ahorcar, ni se le ha de quebnar brazo ni pierna pvr ello, ~iendo a!i que ya habremos ocasi6n sobrada de dar a Dios estrecha cuenta de nuestras noble8 intenciones cuando comparezcamos ante el santo tribunal en que se ver8. quien fue Callejas, ya que cada uno ha de darla del bien o del ma.I que hizo, y en que no se pasa ninglln pecado entre renglones, por salir todo, como dicen, en la colada, que Dios, que esta P.n el cielo, que juzga los corazones, es sa.nto viejo, lodo lo oye y todo lo ve. todo lo sabe y todo lo entiende, y da lo que conviene af hombre y :-na se lo haya C'ada uno con sus pecados. -~unque _:~sto tambien tomarii el Sefior en cuenta, aun dello rP,iriase f'l diablo. i No.-pi'uebes otra m.ano, Rutenio ! Mi honor, a vuelta de otraa fOsas, me corta lcs pa~os a que prest'! oidos a este brujo. 94 -i Pues si, mio sen.or --dijo. el mozo con ironia;--, que _ s'3 ahoga on poca agua y que hila estrecho en tocante al espiritu ! Como le pedi en otra ocasi6n, suplicole que me deje hiacer vuestra seiioria y, diga quien dijei:e, en la inteligencia de que arreglare este asunto a mis solas y a su entera satisfacci6n para sa.Ur afortunados en el alcance de lo. que quere-mos saber. i A fe mia que se itarm..e el dedo y que h3.ceseme pan y miel conseguir mi prop6sito ! Aunque al pru·ecer no ten»a malos f_undamentos, no conven'!iendo estas razones al honesto mancebo, movi6 la cabezn con marcado ademan de negaci6n y dijo: -Ya sabes, Rutenio amigo, que te he dado a ma-nos llenas mi confianza, mas, aunque quisiera hacer las cosas· a gusto de tu· paladar, me es de todo punto imposible. No embarg.a.nte, no ha de melancolizarte este pensamiento. Ya he mirado bien En ello y hallo por mi cuenta que aunque estoy metido en barranco del que c.on dificultad podre salir, con todo y ponerme delante Fortuna mil azares, y aunque habremos de poner buena parte de esta · empr-e.sa en manos de tan veleidosa seiiora, pues a~ mas no poder, coma dijo el otro, no hay cosa fuerte, gracias a que no ha de faltarnos la merced de Dios, Saldremas· al fin y a la postre con nuestra intenci6n a pesar de todo el mundo, desbaratando los prop6sitos de cuantos se propongan cerrarme el paso, pues, en atraves3.ndose el recuerdo de mi amada, rompo y rompere con cuantas dificultades nos salgan al camino. dado que altos designios perseveran en mi coraz6n sin objeto cfoterminado ni saber hasta ahora hacia d6nde me llama la obscuridad ~e mi esperanza. Quiero decirte que ya sabre componerme1as y proceder por medios convenientes a nuestros fines, para que, sin auxilio de este redomado picaro, seglln y c6mo nos den comodidad nuestras prop.ias fnerzas, le descornemos las flares a los malvadoi:i Neter y Cesio, que no son m8s que espantajos de tijera. Por otra parte, ten presente, amigo mio, que los pobres desapadrinados y perseguidos en el mundo, como teng-an raz6n, por su simple pnl•abra ser8.n oidos ye. que no se ha de negar · justicia a quien ·ta pide. Par todas estas causas, y pues que confio en la misericordia y humanidad de los hombres, ya que, donde una puerta se cierra otra se abre, aunque ahora no t.engamos quien nos acuda con lo necesario, te doy seguro que he de dar c.on los raptores, que les descubrire d juego y las tretaS de que sc valcn para sus encantamientos, no d3.ndoles entonces tregua ni ruartel aunque se escond:an debajo de siete- matruenos. No di6 su brazo a torcer Rutenio, siendo asi que, abogando por su causa, respondi6: -No comulgo con vuestras ideas, seiior mio, entre otras cosas porque nunca el pequeiio fue oido en juicio i mas dejemos esto, y- pues mas da el duro que el de~nudo, ;. por que no )lrestar oidos a las palabras de este viejo interesado, -1ue sabe mis que un torrezno? Piense qua rodearlo· liOd!> busc~ndo por la haz de la tierra a dos personajes de quienes nadie sabrA darnos raz6n, es como andar •a chitos. Si ya nos faeilit6 noticiaa· de algo que engendra una prt!:iiez tan grande en quien se oye que mente humans alguna hubierale dado alcance, i por que no habra de abrir la palina y alargar y tender la reano_ como ha hecho la jura a ldesgaire, a los medios que precisa:mos? · Qued6 en este punto el doncel Palatino en silencio, no sabiendo darse a entender si tomar o no entera resoluci6n en colja tan obscura, hasta ·que .1 fin respondi6: -Estoy entre dos aguas, Rutenio. Ello ha dE". ser, una de dos: o dejarlo todo al amor de .su demanda, en cuyo caso habriamos de poner en sus manos no s6lo el dinero, sino cuanto traigo en las mulas, o ver la nuestra sobre el hito de una contratreta de mayor cautela para destejer la tela que ha tejido con su alevosa cautela, lo cual no v.a. con mi manera dl' sentir. -l. Y para que estoy yo sino para eso? --contest6 el escuder~. t.Depositar en su poder nuestro tesoro? jQui&! iNi por pienso? iAbernuncio, Satan3.s, mala capa llevia.r3.s ! Lo -que vertido en buen romance quiere decir, mio seiior, que el que desea vivir honesta y honradam.ente con mucha conciencia, vivir8. pobre, pues, si a· blanca vale la vaca., mas, 1. que es de la blanca? -Advierte, Rutenio, ya que tan dado eres a los refranes, que no se dice abernuncio sino abrenuncio, mas dcjemos este digolondBngolos que ni va ni viene por ser cosa de poco jugo y momento, y lleva tu cuento adelante. i. Que proposici6n es esa Que echabas en corro? -Queria que os echaseis a donnir sobre ello, amo mio -respondi6 cl escudero---, en que no seria propio de un caballero como vuesa merced es, andar a la sopa alcanzado de cuentas, mendigando lo mis preciso para el sustento, que p~dir mer~ed con titulo de pobre es come esperar un ••Dios te ayude" y, aunque me sobran 3.nimos y capacidad para· dar al t!"aves no ya con una simple liebre, mas con una conejada entena., es preferible adquirirlas ya estofadas, es a saber, que nos conviene andar sohrellevados, alej1ando de nosotros al enemigo duro de la pobreza, que el dinero se ha menester preciso como el pan de la boca y por cordura y buen gobierno, y pues tanto vales cuanto tienes, debemos apretar la mano, ir ten con ten Y a pasos contados en lo tocante a gas tar, que a do sac an y no pon, prt:!sto Hegan a.I hond6n, y que el amigo mas cierto es el dincro, por ser Have que hace ~ todas puertas. i El dinero hace al hombre entero, y dinero haya en el bols6n que no faltar8. quien haga el son! Mire que andamos en oficio harto peligroso, erizado de· inconvenientes y de ocasiones forzadas, no habiendo a . la J;Dano por ahora otra salvagu.arda' que nos am pare Y socorra. i. 0 es que esta. vuesarce decidido a consUmirse d~ poli-. l!a y anda-r con un trapo atrlis y otro adelante. por puertas, demandando el sustento de haldas y de mangas y pidiendo limosnas con ruegos y lamentaciones?