Lucia de Lammer-Moor de Donizetti
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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina
- Title
- Lucia de Lammer-Moor de Donizetti
- Language
- Spanish
- Source
- Semana Volume VI (Num. 152) 12 de Agosto 1954
- Year
- 1954
- Fulltext
- LUCIA DE LAMMERMOOR de DONIZETTI T^L nombre de Donizetti, junto con el de Rossini y el de Bellíni, forma la trinidad operística que Italia ofreció al mundo en la primera mitad del siglo anterior. Donizetiti, en particular, gozó de luna estimación singularísima y aún viven sus principales óperas La Favorita. Elixir d‘amore, Lucrezia Borgia, La hija del regi miento, y de un modo particular esa piedra de toque para las tip'tes que se llama Lucía: más en su caso, como en el de todo com positor sumamente fecundo, son muchas las óperas olvidadas. Pa ra insinuar cuán amplia era su fecundidad y cuanta, asimismo, el área de difusión de sus creaciones líricas, baste decir que sólo en los coliseos de Madrid, durante el pasado siglo, se cantaron treinta y seis óperas suyas, y las más favorecidas se representaron centena res de veces. Lucia en particular, desde 1837. Dos años antes se había estrenado Lucia, en Ñapóles. Donizetti la había escrito sobre un libreto de Caminar ano y corrió bien pronto. mucho mundo, ins pirando juicios tan exaltados como aquel de Scudo —el más reputado crí tico francés de hace un siglo— donde se proclama a Donizetti como la mayor gloria de su arte después de Rossini, y se añade que viviría en la posteridad, sobre todo merced a su obra Lucia. una de las partituras más encantadoras de su siglo. Duda no se anunció como ópera, sino como “‘drama trágico"; está dividida en tres actos y se inspiró en un famoso poema de Walter Scott. De acuerdo con el asunto, aparece bañada toda la obra en un ambiente de melancolía, y si la abundancia de vocalizaciones puede pa recer hov anacrónica, el espíritu rei nante allí Se superpone a ciertos aspec tos formales que tuvieron días de glo ria, aunque . actualmente hay ouienes los consideran fuera de tiempo. Hubie ra podido tener mayor acierto el libre tista; pero el compositor suplió con cre ces tales defic;encias. En "articular, el <4aria de ]a locura”, conocida de tan tísimas cantantes ansiosas de vencer su enorme dificultad, es un número emi nentemente dramático, donde no baste la voz, sino oup deben acompañarla el gesto y la fisonomía. Tiene Lucia una estructura especial, pues sier.do tre<? *11 s actos esta ÓTorn comprende dos rertes tan sólo. Veámoslo, a la vez ou^ dejaremos el argumen to v hagamos resaltar el mérito de 1rs principales números. I. Parte ™Jmera. La nartida. A rio único—Se inicia con un breve nreludio. seguido de un coro oue Se anuncia con lúgubres notas Desarrolla su acr?ón e" el castillo dz» Paver»swond. mr tierras escocesas. El Fnrinnp A.shton d« Lamermoo^ v F'l'^Ho de Ravenswood viven en dos cantillos próximos y los separa un? enemistad antigua. Enriaue tiene una hermana llamada, Lucía, que está prendad? de Edgardo v ve corres pondido su afecto, por lo que los enamo rados se avistan furtivamente en la so ledad campestre. Como la situación eco nómica de los Ashton es apurada, el Lord aconseja a su hermana que con traiga nupcias con Arturo Buchlaw. poseedor de una gran fortuna. Desde ñada su protensión, inquiere la causa y descubre los amores ocultos. La ca vatina de Lucía va precedida de un de licioso nreludio de arpa. El dúo de am bos, al despedirse éste, que debe ir a Francia como combatiente, tiene un rek>jve áipgulaP, porque allí reinan de consuno la alegría y el doloi, la impa ciencia y la pasión. II. Parte segunda. El contrato nup cial. Acto primero. — Al saber Lord Ashton la pasión amorosa de su herma na, se apodera de las cartas de Edgar do y extiende un falso documento, con el cual demuestra a Lucía que aquél El fotógrafo de creaciones admirables y el centro artístico de la sociedad cosmopolita. MANILA HOTEL STUDIO Tel. 3-35-01 Sucursales en: Regina Bldg. 26 David, Escolta Manila no le guarda la fidelidad jurada solem nemente.. A esto añade, sin ser cierto, que por conspirador estaba condenado a muerte, y que sólo podría salvarle la influencia de Arturo. Lucía, con gran pesar suyo, accede a la boda y firma el acta nupcial en presencia de fami liares e invitados. Inmediatamente des pués aparece Edgardo, quien reprocha violentamente la inesperada inconstan cia amorosa. El gran final del acto pro diga los episodios: conversación sobre los esponsales, salida de Lucía, firma del acta por la cual ésta será de un hombre a quien no ama, súbita apari ción del ser adorado, anatema de éste, desesperación de Lucía, furor de su her mano, stretta final que corona este cuarteto bellísimo. III. Parte segunda. Acto segundo» —Les acontecimientos trágicos se pre cipitan, sin una sombra de esperanza ni de luz, sucediéndose las escenas lú gubres v a congojad oras. Lucia, en aqud trance terrible, pierde la razón, mata a su marido y se muere. El hermano y el enamorado de la demente deciden batirse; más antes de principiar el due lo, Edgardo oye doblar ias campanas, se entera de que anuncia la defunciónde Lucía y presa de dolor, se clava la espada que tenía preparada para e! due lo, perdiendo así la vida junto a la tum ba de sus mayores. Son bellísimas, en este acto postrero, el aria de la locara, rica en vocalizaciones de extramada di ficultad a la vez que muy emotivas; la escena ante la tumba, la intervención del coro que anuncia a Edgardo la muerte de Lucía y el aria coreada con que finaliza la ópera. 917-A Morayta Manila (19)
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