Cura subita de una religiosa Belga despues de haber sufrido durante seis años de una luxacion de las caderas

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Part of El Misionero

Title
Cura subita de una religiosa Belga despues de haber sufrido durante seis años de una luxacion de las caderas
Language
Spanish
Source
El Misionero VI (2) Julio 1931
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
62 ~ PAGINA TERESIANA~ Cura Súbita de Una Religiosa Belga des.pues de Haber Su.frido Durante Seis Años de Una Luxación de las Caderas Amberes, 28 de Noviembre, 1926 Muy Reverenda Madre Priora del Carmel de Lisieux; Fieles a nuestra promesa, mandamos a V. la relación exacta de · la cura admirable de nuestra queridísima Madre Engelberta, de la Congregación del Sagrado Corazón de María, obtenida por la intercesión . de Santa Teresita del Niño Jesús. Sor Engelberta se había fracturado los huesos de ambas caderas y fué mandada al hospital de San Camilo de Amberes el día 12 de Mayo, 1920. Los médicos la colocaron un emplasto . pensando que así se reajustarían los huesos fradurados. Desde aquella fecha hasta Junio 1924 la madre pasó por todos los tratamientos especiales que reclamaba su triste estado, pero sin efecto: cada vez se la quitaba el emplasto las luxaciones reaparecían. Por fin el 5 de Junio 1924, los médicos declararon su estado incurable. Imposible describir lo que la pobre madre ha padecido durante los dos años siguientes. No pocijen<lo andar sino con muletas y muy poco, casi siempre estaba acostada. Pronto empezaron uno de sus pies y una pierna a desviarse de la posición normal lo que la hada padecer más aún, y cuando consultamos al médico sobre éste fenómeno, el hombre de la ciencia se declaraba incapaz de curar el mal y aún de aliviar a la madre. Como en estos tiempos la necesidad de más postulantes se hizo sentir eh la comunidad, nuestra Madre Superiora nos encargó rogar a Dios el favor aludido y ordenó una rogativa bajo la intercesión de Santa Teresita, por lo cual su estatua fué colocada en nuestra capilla e inaugurada solemnemente el 20 de Junio 1926. Fué una fiesta .magnífica con procesión y bendición del Santísimo y con toda la pompa posible para la gloria de Dios y la gran taumaturga de nuestro siglo. Al principio de las festividades, nuestra querida enferma que deseaba tanto su cura y estaba persuadida lograrla por medio de Santa Teresita, empezó una novena en su honor y el día séptimo, jcuál no fué su sorpresa y su alegria cuando se encontró radicalmente curada! Dejando sus muletas empezó a andar sin sentir el menor dolor ni en la pierna ni en él pie: los dos estaban perfectamente en sus lugares y en posiciónes normales. Desde aquel día nuestra madre Engelber.ta reanudó sus trabajos de casa tal como antes de fracturarse ·las caderas. La radioscopia tomada en estos días confirmó el milagro de su restablecimiento completo ya reconocido por los médicos y ahora hace cuatro meses que esta gozando de la más perfecta salud. Suplicándola Reverenda Madre Priora se una a nosotras en oraciones de gratitud a la Santa tan bondadosa, nos quedamos suyas en Cto. Las hij!ls del Sagrado Corazón de María Calle Roja, 12, Amberes, Belgica 63 Siguen las firmas de la Superiora y de otras hermanas de la Comunidad. -lli(f)~ Testimonio de la hermana enfermera. En calidad de enfermera de nuestra Comunidad he atendido a nuestra hermana Engelberta durante el espacio de seis años: he sido testigo de las varias operaciones que ha sufrido para re: poner en sus posiciones los huesos fracturados de las caderas y he podido observar la ineficacia de las mismas a pesar de haber sido practicadas por el mejor cirujano y médico de la ciudad de Amberes. La primera he sido testigo de la cura maravillosa y radical de madre Engelberta durante la novena ofrecida a Santa Teresita del Niño Jesús: la pierna torcida insensiblemente volvió a su posidón normal como también el pie, hasta que el día séptimo de la novena la hermana estuvo del todo bien. La cadera también estaba de nuevo en su estado normal el día 28 de Junio y hasta ahora 19 de Deciembre, 1926, la buena salud de Sor Engelberta siempre ha continuado. Sor Vicenta de N.S. del Socorro Perpetuo Testimonio del Señor Capellan de las Madres del Sagrado Corazón de María. Habiendo decidido colocar la 64 estatúa de Santa Teresita en un sitio de henor de la capilla, nuestra Comunidad organizó el domingo 20 de Junio una ceremonia religiosa en la cual la estatua de la Santa fué llevada solemnemente por las religiosas y las internas de nuestro hospital hasta el sitio preparado para su colocac10n. Después de la procesión hubo sermon y bendi,ción del Santísimd. Al pronunciar el panegírico de la Santa no pude menos que recomendar de una manera especial a la gran caridad de Santa Teresita a· unas religiosas enfermas de la Comunidad. Entre ellas estaba Sor Engelberta, nacida en Amberes el 30 de Mayo 1890, profesa del año 1912 el 17 de Setiembre, y que se arrastraba miserablemente con muletas por razón de una luxación de ambas caderas. El lunes 21 de Junio, 1926, Sor Engelberta que hasta entonces había ofrecido a Dios todos sus dolores para lograr la conversión de cierta persona y por eso no había pedido al Señor la librase de su mal incurable, me comunicó su intención de acudir a Santa Teresita para suplicar su restablecimiento. Con mi permiso empezó aquel mismo día una novena. El lunes 28 de Junio, Sor Engelberta se presentó en mi oficina pero sin muletas y con todas las apariencias de estar cómpletamente curada. En seguida comuniqué la noticia a los médicos que habían tratado a la religiosa durante su enfermedad y después de tres meses que han oh.servado y ~xaminado a Sor Engelberta firmaron una declaración jurada- de que estaba perfectamente curada de una luxación incurable de las caderas: El 16 de Deeiembre 1926, fecha en que escribo, la cura de la luxación persiste con todos los síntimas de ser radical y definitiva: Además, la salud de Sor Engel" berta se ha mejorado de tal manera que ahora puede dedicarse a trabajos que al entrar en religión no podía efectuar. Rev. LUIS PHILIPPEN Director de las Madres del Sagrado Corazón de María, archivero de la Comisión de la Asistencia Pública de la ciudad de Amberes, miembro de la Academia Real de Belgica.
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