Pantol fue a entrevistarse con San Pedro pero y sin embargo

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Part of El Misionero

Title
Pantol fue a entrevistarse con San Pedro pero y sin embargo
Language
Spanish
Source
El Misionero VI (2) Julio 1931
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
AÑO VI, No. 2 JULIO 1931 Jatttnl fue a tnlrtuis1arst ron San :faehru... pero... y . sin tmhargn ... PANTOL era una Igorrote .... viejo.... muy viejo.... tan viejo que ni él mismo sabía su edad.... Con gusto hablaba del "Tiempo Español", de la revolución y las historias y anécdotas que. narraba pasmaban a los jovenes que decían: "Que viejo es Pantol" y a la vez su vejez les llenaba de cierto temor respetuoso Y. los chiquillos siempre quedaban a cierta distancia de su cuerpo flaco con ojos vivos, porque para ellos más bien parecía Pantol un cadaver ó algún espiritu dispuesto a matar y comerles. Sin embargo el anciano no era hombre malo: era natural que él, el más viejo del barrio, ofreciese los sacrificios para los vecinos. El mataba las gallinas para los que en el camino habían encontrado una culebra y mientras Pantol prestaba aquel servicio podía llenarse el estomago con la carne del sacrificio .... Y cuando haibía algún enfermo de gravedad, llamaban a Pantol y él decidía si debían·matar una gallina ó un cerdo según el caso y entonces Pantol rezaba sobre las víctimas ofrecidas en holocausto y, después de haber ahuyentado así a los. espíritus, volvió contentísimo a su casucha porque había comido y llevaba carne del sacrificio. No, Pantol no era un hombre mal10, como Igorrote .... ¡Cuantas veces había hablado con el catequista de la localidad! El joven parecía tenerle afecto: por las noches, cuando los viejos se reunían en el "ato", el zeloso RENUEVE SU SUSCRIPClON ENSEGUIDA 34 apóstol catequizaba a los ancianos y varios de ellos habían recibido el bautismo, pero Pantol, en cuanto se le prohibía de matar gallinas y cerdos en honor de los espíritus, ... ~ "brrrr" no quería del bautismo.... es que le gustaba mucho la carne.... Pero más tarde, sí, más tarde .... antes de morir .... porque temía ir al infierno .... y quería ir al cielo en donde recibiría todo lo que le gustaba según su mentalidad de hombre material y egoista, .... por eso, antes de morir quería hacerse cristiano.... El Señor es tan bueno que conodendo a sus criaturas y sus capacidades ó mejor dicho sus debilidades, también ·tenía piedad del anciano Pantol.... -G><9e>«lAlgún dia, sucedió que el cuerpo de Pantol, ya rígido y frio por la · vejez, empezó a temblar y arder: Pantol tenía calentura. -"Creo que será tiempo ahora" murmuró Pantol y llamó al catequista. Cuando llegó a la pobre cabaña tuvo precisamente el tiempo necesario para repetir las enseñanzas principales de nuestra santa religión, ayudar a Pantol a recitar un acto de contrición y bautizarle. Afuera de la casa, el baguio soplaba como si mil demonios intentasen llevar la casucha del moribundo ó impedir que su fiel servidor se les escapase en la última hora. Aquella noche, Pantol murió y fué al cielo .... Hay más de un buen ladron que en la última hora roba el cielo ..... -G><9e>«IAun mojado con las aguas del bautismo, Pantol se acercaba timidamente de la puerta principal de~oro del cielo.... ¡Que grande! .... jque ·bonita ésta casa! .... Así pensaba Pantol cuando inopinadamente la puérta de la oficina del porter-0 celestial se abrió y San Pedro mismo interrumpió las consideraciones del anciano diciendo con Ja sonrisa en sus barbas blancos: -"¿De la Montañosa? Bienvenido amigo. Son pocos aún sus compañeros en el cielo, pero, vaya, cuando los cristianos de las pro. vincias cumplan sus deberes de caridad, pronto vendrán más de su bonita región. ¡Bienvenido!" Y Pantol que nunca en su vida había oido palabras tan afables y cariñosas de altos personajes, saludaba, se inclinaba y iba tartamudear las gracias, cuando una docena de angelitos con alas de oro a una señal de San Pedro dejaron sus juegos en las flores del jardín y cargaban al viejecito.llevándole en triunfo hacia a dentro del Paraiso. -G><9mNi media hora había pasado, cuando Pantol, ésta vez glorioso y brillante oomo la luna, volvió pero siempre algo tímido al gran Apóstol Portero. Claro está que aún no había aprendido todas las reglas de la urbanidad y caridad de los Angeles y de los Santos, pero sonriendo de la manera más sencilla, se inclinaba, saludaba, arreglaba sus nuevos vestidos toSOSTENGA UN CATEQUISTA! davia haciendo los movimientos como si estuviese componiendo su bajaque, y por fin dijo: -"Apo, dispense la molestia, pero quisiera decirlte algunas palabras." · El bondadoso portero, sabiendo con quien estaba hablando, puso su mano sobre las espaldas del nuevo santo y le contestó: -"Hable, hermano mío, hable sin miedo: aquí somos todos hermanos en el Salvador." -"Es que San Felipe me ha ex~ plicado como yo debo toda mi felicidad al catequista de mi barrio y que sin él estaría con Sátanas y quisiera demostrar mi eterna gratitud por tantos favores. Por eso vengo suplicar a su santidad que también permita entrar al catequista en el cielo el dia que se presente ante su tribunal." ·-"Muy bien, Pantol, muy bien. Y a procuraré que viva de manera tal que venga al paraiso en la hora de la muerte." Y como .otros se presentaban ante San Pedro para recibir sus pasaportes, Pantol por deferencia se retiró no sin repetir mil veces millones de gracias. -(;>(9~Ni media hora después, otra vez Pantol llamó a la puerta de la gran oficina celestial. Esperando que San Pedro tuviera tiempo para ocuparse de él, Pantol descartó un tanto una estrella y mirando a la tierra vió su cuerpo aun extendido sobre el miserable petate de 35 su pobre cabaña. ¡Dios mío, que cambió! En eso San Pedro llamó a Pantol. En seguida se puso a su lado y le dirigió la palabra: -"Apo, dispensarennac .... Dispense, Vuestra Reverencia, quisiera pedirle otro favor, ya que ha sido tan generoso para mi la primera vez que vine a suplicarle." -"Hable, hermano en Cristo; ya sabe V. que aquí' todos somos hermanos en el amor del Señor y que entre nosotros no hay más que una sola voluntad: la gloria de Dios.'' -:"'Es que, gran San Pedro, San Nicolas me dijo que si yo hé sido bautizado por el catequista, era porque la Señora N .... una Filipina, ayudaba generosamente al Padre misionero del distrito para sostener un catequista. Por eso, si Vuestra Reverencia no tiene inconveniente, la suplicaría dejase también entrar en el cielo a aquella ·Señora el dia que se presente aquí para el juicio. Me dijo el amigo Nicolas que la Señora paga cuarenta pesos mensuales para sostener al catequista y que ya van dos años que está pagando ésta cantidad, no sin sacrificios para ella y su familia. Alabado sea el Señor por tanta caridad que le procura el beneficio de su sangre y muerte. Creo que la Señora merece la más cordial bienvenida a .su llegada ante su tribunal.''· Era la primera vez que Pantol hablaba con tanta eloquencia y LAS MISIONES SECESITAN CAPILLAS 36 convicc1on; 'según él San Pedro hubiera sido injusto en no conceder el favor. Pero con gran asombro suyo, Pantol vió que.San Pedro, siempre listo en haUar nombres y apellidos en sus libros de vida·, ahora parecía buscar en·vano, volviendo pagina tras pagina sin encontrar el nombre de la Señora mencionada. -"Ella es una Señora que sostiene a un catequista en mi pueblo" sugirió Pantol creyendo así haber indicado la dirección completa de la bienhechora. -"Pero, hermano mío, e~ que en Filipinas no hay muchos bienhechores de las misiones y menos todavia que tengan bastante Fe en la recompensa de ser apóstoles por medio de catequistas que pagan. Por eso no tengo libro especial de ésta clase de santos. Hace pocos años uno de mis angeles empleados en la oficina empezó un libro nuevo para personas contribuyendo al sostén de catequistas en la Montañosa, peró eran tan pocas y de éstas pocas había tantas que después de poco tiempo ya dejaron de cumplir sus promesas, que hemos suprimido · el libr°' porque estaba sucio por tantas borraduras de nombres .... " Pantol no podía ·creer lo que oia. ¿Qué? ¿De veras había pocos Católicos en ·Filipinas que de lo que les sobra no quieren dar una P.arte a Dios para sus obras? ¿De veras los hijos de la luz no veían la necesidad de cooperar con Cristo para salvar a los pobres hijos de las tinieblas? "Naturalmente Pantol nunca en su vida había pensado de ésta manera; él también había vivido para su estómago, pero entonce~ era pagano y no comprendía a:un el.valor del menor grado de gloria y de felicidad del cielo que ahora comprendía valer infinitamente más que todos los honores y riquezas de la tierra .... " -"Hermano mío" dijo San Pedro intermmpiendo a Pantol en sus sabias consideraciones, "por fin tengo el nombre de la Señora. Es verdad que són dos años ya que paga por un catequista: grande será su recompensa. Pero me duele decir que según mi libro ella tiene aun algunas deudas con la divina Justicia .... cosas de sus años pasados. No seria yo justiciero si la dejase pasar al delo sin exigir hasta el último centavo de lo que debe, a no ser que el Señor mismo intervenga y la diese un pasaporte limpio." Al oir éstas últimas palabras, Pantol tuvo unu idea, y la esperanza sucedía a la expresión de tristéza que 1e había causado lo de las deudas de la Señora. En un abrir y cerrar de ojos desapareció detrás la puerta de oro y en menos de cinco -minutos volvió de nuevo a la oficina del representante de Cristo. Esta vez su cara expresaba el triunfo: _.:<•¡Arreglado!" gritó saltando, "aquí tengo el pasaporte.... El mismo Señor me dijo que la SeAFILIESE A LOS CRUZADOS DE STA. TERESITA ñora en vista de sus sacrifieios para sostener al catequista que ha bautizado al menos a unos veinte niños y educado cristianamente más de setenta y cinco otros y bautizado unos diez viejos paganos como yo, ya se :La perdonan los pecadillos de antes y al morir también puede entrar directamente al cielo." -"Alabado sea Dios y su santa 37 voluntad" contestó San Pedro evidentemente satisfecho. -"Amen" añadió Pantol, "y ahora me voy a ver a los amigos e hijos espirituales de la Señora; ya veremos nosotros que Dios la bendiga en la tierra." -'.'Eso no es más que gratitud" concluyó San Pedro, pero Pantol estaba ya en el cielo para anunciar noticia tan fausta •.... Santa Isabel de Portugal Julio 8 1 SABEL nació en 1271. Su padre era Don Pedro 111 rey de Arragon. En el santo bautizo recibió su nombre en honor de su tia Santa Isabel de Hungria. A la edad de docé años sus padres la entregaron en casamiento a D'.onisio riey de Portugal y la niña muy piadosa: fué una e~posa santa. Cada dia oía la misa y recitaba el divino oficio, pero supo arreglar sus devociones con tanta prudencia que éstas no la impedieron cumpliricon los deberes de su estado. Preparaba sus Comuniones frecuentes haciendo penitencias severas, ayunando tres veces a la semana y practicando obras heróicas de caridad. Varias veces fué llamada para re.stableoer la paz entre su esposo y su hijo Alfonso que había tomada las armas contra su padre. Los celos infundados de su esposo y también su infidelidad con ·ella la causaban penas profundas. Un dia Isabel fué falsamente ácusada de cierto crimen dishonesto y el rey decidió matar al paje complicado en la calumnia. Por eso ordenó a cierto calero echase en el horno al primer paje que mandase portador de un mensage rieal. El dia fijado para la matanza, el paje acusado fué mandado a la casa del calero, pero en el camino como tenía la costumbre de oir diariamente misa, entró en una iglesia para cumplir con su devoción habitual. El rey, como tardaba en llegar un recaudo del calero, mandó a otro paje, el fautor de la cailumnia; con una carta preguntando al calero si se habían cumplido las or. denes. Este segundo paje, como llegó el primero a la casa del calero, fué echado inmediatamente ROGAD POR LAS MISIONES
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