Las Tres Obras Misioneras Pontificales

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Part of El Misionero

Title
Las Tres Obras Misioneras Pontificales
Language
Spanish
Year
1931
Subject
Catholic missionaries
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
87 Las Tres Obras Misioneras Pontificales T ODOS y cada uno de los Cristianos del mundo entero están obligados por el Santo Bautismo que han recibido a cumplir un deber de misionero. Naturalmente Dios llama a algunos para hacer obra misionera directa y personal en las misiones: són los mi~ioneros que dejan su pais y todo lo que allí aman para ir a regiones lejanas y consagrarse enteramente a la conversión de los paganos. Pero fuera de la actividad m~­ sionera directa y personal hay actividades auxiliares cuyo fin es ayudar al sostén de las misiones tanto espiritualmente con oraciones, como materialmente con limosnas: estas actividades presentan a los Católicos una ocasión de cumplir sus deberes apostólicos ante Dios. OBRAS PONTIFICALES. Entre las actividades auxiliares misionales de Ja Iglesia Católica, hay tres que merecen especialmente nuestra atención: han recibido del Sumo Pontífice su plena aprobación y sus más amplias. bendiciones. La preferencia dada a estas tres obras proviene de su caracter internacional y su fin universal: todos y cada uno de los católicos pueden tomar parte activa en cada una de ellas, y a la vez estas tres obras pontificales extenden su ayuda a todas las m1s10nes del mundo entero según las necesidades de cada una. Por ser tan importantes, los Romant'Js Pontífices han tomado su . d i r e c c i ó n colocándolas bajo la inmediata administración de la Congregación de la Propagación de la Fé, ó sea de la Propaganda. 1 Actividades de la Propagacion de la Fe. FINES Y MEDIOS. Esta es la primeria por excelencia de las tres obras Pontificales y su programa es ilimitado, i. e. todos los Católicos pueden cooperar oon ella y a su vez la Propagación de la Fe ayuda todas las misiones y todas las actividades misioneras (Nota: las misiones de la Provincia Montañosa no reciben ayuda ninguna de la PI'Opaganda por ser Filipinas un país considerado como enteramente católico y en donde ha sido establecida la jerarquía episcopal): su fin es procurar oraciones y colectar limosnas para socorrer TODAS las necesidades de TODAS LAS MISIONES: sostener a los misioneros sacerdotes y religiosos hermanos y hermanas, contribuir a la construcción de iglesias, capillas, seminarios, escuelas, hospitales y dispensarios etc ... TODOS LOS CATÓLICOS, desde la edad de doce años, pueROGAD POR LAS MISIONES. 88 den ser miembros de la Propagación. Sus OBLIGA'.CIONES aparentemente pocas y lijeras pero cuya virtud consiste en la perseverancia fiel y nunca interrumpida de su observancia són: lo.: reror cada dia un Padre Nuestro, Ave Maria y la invocación: San Francisco Xavier, ruega por nosotros y por los pobres pa.ganos. 2o.: una contribución semanal de dos centavos, ó sea un peso al año, ó una donación única por toda la vida de P20. HISTORIA DE LA PROPAGACION. Todos los tomienzos de las grandes obras són insignificantes. La Propagación de la Fe tuvo su origen en las confidencias que un dia se hicieron dos niños, Phileas y Paulina Jaricot cuyo padre era un acaudalado comerciante de sedas en Lyons, Francia. El niño pensaba convertir toda China y su hermana estaba triste de no poder acompañarle hasta aquella enorme región pagana. "Tu rezarás por mi" Phileas dijo a su hermana "y me mandarás dinero". Muchos años después la gracia divina hizo recordar a Paulina la petición de su hermano hasta entonces más ó menos olvidada. En 1822 la Señorita empezó a ·colectar dinero para las misiones y a pesar de muchas dificultades pudo reunir la cantidadde2,000francos, la mayor parte era el óbolo de jóvenes obreras, que habían convenido dar una contribución mensual de cinco centimos de su pobre sueldo. Por otra parte gracias al celo apostólico de Monseñor Dubourg, obispo de Nueva Orleans, Francia, una asociación fué fundada en 1815 en la misma ciudad de Lyons. Los miembros contribuían con un franco al año para las misiones. Como las dos organizaciones tenían el mismo fin, pronto se unieron y la organización nueva empezó a publicar su revista ó anales de la Propagación de la Fe. De Francia la asociación pasó a Belgica (1825) Italia, Alemania, Australia y Suisa(l827), Inglaterra (1833) Holanda y Portugal (1837) España (1839) y finalmente a los Estados Unidos de America(l840). Aprobada por el Papa Gregorio XVI, animada por su sucesor, la organización recibió nuevo y mayor impulso cuando el Santo Papa Pio XI transfirió a Roma su Consejo General y transformó la asociación en OBRA CATOLICA, confiando a la vez ·SU dirección a una Congregación Romana por su Motu Propio del 3 de Mayo, 1822. 11 La Obra de la Santa Infancia. ORIGEN. El fundador de esta segunda obra misional la sido el obispo de Nancy, Francia, Monseñor Charles-Auguste de Forbin~ Quería ir a China como misionero, pero impedido, se contentó con ayudar a los misioneros de esa vasta región. La miseria que más conmovió al obispo fué la triste condición de tantos pequeñuelos abandonados quienes por falta de RESIDENCIA DE "EL MISIONERO" cuidado de parte de sus padres, morían en gran número en China como también en otros paises del Oriente (Solamente en India cada año mueren más de 5,000,000 de menos de doce meses de edad). El prelado empezó a or:ganizar colectas regulares y asi, en 1843, la obra de la Santa Infancia quedó fundada y florecía tanto que veinte años después estaba establecida en veinte paises de Europa. Hoy dia la organización es universal en el mundo (no existe todavía en Filipinas.) FIN y ORGANIZACION DE LA SANTA INFANCIA. El fin de esta asociación por medio de oraciones y limosnas es doble: 1) Aceptar y redimir pequeñuelos (ordinariamente niñas) abandonados ó vendidos por sus padres, darles habitación y alimento, educarles en institutos adecuados y proveerles más tarde con todo lo necesario para vivir. 2) Procurar el Santo Bautismo a los niños paganos en peligro de muerte. La Asociación consagrada al Santo Niño Jesús, recluta sus miembros entre los pequeños de menos de doce años de edad (Aun recien nacidos pueden ser alistados). Los miembros que pueden deben rezar cada día un A ve Maria y recitar la invocación: "Santa Maria Virgen, ruega por nosotros y los pequeñuelos paganos" y deben pagar mensualmente la cantidad de 5 centimos (que equivalen a 60 centimos al año ó 25 centa89 vos en moneda Filipina). Las personas mayores de doce años también pueden ingresar en la organización como miembros "agregados". La Santa Infancia publica sus. "Anales" dos veces al año; en Francés cuenta 225,000 suscritores y en Aieman 195,000. (Gracias a estas suscr:ipciones la obra florece; aquí en Filipinas nunca florecerá la obra misional mientras los católicos no lean sobre misiones). Cada país Católico tiene su administración propia, pero la Obra misma es internacional y extiende su ayuda a todas las misiiones. En 1914 la Santa Infancia sostenía 1273 orfelinatos, 4,550 escuelas de artes y 12,645 otras escuelas con 512,831 alumnos. Hasta ahora ha procurado el Bautismo a 30,000,000 de pequeñuelos paganos (un por medio de 500,000 al año); cada año recoge unos 100,000 niños que se educan en orfelinatos y distribuye entre 400 misiones una cantidad que en 1924 llegó a 11,680,000 francos. "Obra magnífica" dijo el Santo Papa Pío XI "porque aún antes de realizar sus maravillas en los paises de misiones, y;a procura entre sus miembros la virtud de apreciar el don de su Santa Fe." 111 La Obra de San Pedro Aposto!. ORIGEN y DESAROLLO. En Paris, Francia, el año 1889 MonseROBERTS 31. INT 78, PASAY 90 ñor Le Roy recibió la visita de la Señora Bigard de Caen que le expuso su plan: quería ayudar a las vocaciones indígenas para el santo sacerdocio, numerosas en Japon, especialmente en la diócesis de Nagasaki, pero por falta de recursos muchos candidatos a la vocación sacerdotal no podían ingresar en los seminarios. A fin de conseguir su deseo se organizó una sociedad: sus miembros al pr.incipío pagaban una cuota anual de un franco. Gracias a los recursos asi recogidos, y que cada año aumentaban, varios seminarios para el clero indígena fueron establecidos y sostenidos, en Asit1. (India, Corea, China), Africa y Oceanía. Cuando murió la Señora Bigard, la dirección de la Obra pasó entre las manos de las Madres Franciscanas, Misioneras de Maria, así que cuando el Cardenal Von Rossum, Prefecto de la Congregación de la Propaganda, trataba de intensificar la formación del clero indígena en las misiones, halló una obra magnífica, bien organizada, llamada "Obra de San Pedro Apóstol" en plena actividad para secundar sus designios. El 26 de Abril del año 1920 la Congregación de la Propaganda aprobó los reglamentos de la Obra de San Pedro y la colocó bajo su propia administración. ACTIVIDADES: Considerando que toda la actividad misionera tiene por fin de establecer la Iglesia por el mundo, enseguida aparece la importancia fundamental de la Obra de San Pedro. Su FIN es proveer la Iglesia de· un clero indígena perfectamente preparado y por consiguiente de los elementos sin los cuales la Iglesia no puede ~stablecerse en un pais de paganos. Por las oraciones, la Obra de San Pedro obliga al cielo a mandar más misioneros a la viña del Señor; por las limosnas que recoge procura los medios ·para sostener futuros sacerdotes indí1genas. La Obra de.San Pedro cuenta tres clases de miembros: fundadores que ofrecen un capi:1:al de 12,000 francos para sostener con sus intereses a un seminarista; bienhechores: pagando cada año la cantidad de 600 francos que es más ó menos lo que puede costar la pensión de un seminarista y esa cantidad la pagan hasta que el beneficiado haya terminado sus estudios; socios que ademas de las oraciones prescritas ofrecen una contribución anual de 2 francos. En 1926 el numero de las fundaciones y pensiones anuales llegó a 1414. Estas Obras són obras de verdadera acción católica: acción católica significa acción que atrae más almas a Dios y su santa Iglesia, y la acción será más católica cuando se hace en favor delos más expuestos a perderse para siempre y aun sin medios adecuados par.a salvarse. ACORDÁOS DE LAS MISIONES EN VUESTROS OFFRECIMIENTOS DIARIOS
Date Issued
VI, No.3 Agosto, 1931