La Mision-Banaue, Agusto, 10, 1931

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Part of El Misionero

Title
La Mision-Banaue, Agusto, 10, 1931
Language
Spanish
Year
1931
Subject
Rural missions
Christian missions
Missionaries
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
136 Banaue, Agusto, 10, 1931 Estimado Padre Carlos: He oído de su campaña para aumentar el número de los catequistas en la Montañosa. Mil aplausos, queridísimo Padre y si yo no puedo ayudar materialmente, al menos mis oraciónes le acompañan, mas, puedo asegularle que en mi distrito tengo ya el puesto preparado para colocar a un apóstol lego donde hará mil maravillas. ¿Donde? En Hapao, el pueblo en donde viven los sucesores de Tubalcain ó los que trabajan el hierro y fabrican cuchillos, lanzas y bolos para todo este rincón reducido del mundo entero. Hace dos días, he visitado la misión de Hapao, y como siempre los habitantes me han dado la más cordial bienvenida como si hubiera sido un ángel y mensajero del cielo, lo que han manifestado por la presencia c:isi general de todos a mis instrucciones en la capilla que por la noche no cabía para niños y ancianos, hombres fuertes con la areca en la boca y mujeres viejecitas con arrugas profundas en la cara, y lo que quizás más aun demuestra sus buenas disposiciones, es que algunos me regalaban huevos, cosa que en otras misiones nunca ó muy raras veces sucede, mientrás que en Hapao esta clase de regalos nunca falta. iUna enhorabuena a los de Hapao! Pero no vaya V. creer que por esas asistencias a mis instrucciones, he convertido ya a todos. Mientrás me escuchan, quedan animados, pero al dejarles, no hay duda que también se aparta de ellos la siembra de la palabra divina, porque en ·todo el pueblo de Hapao ni uno hay que -sepa rezar ó leer, para repetir mis enseñanzas y así es que cuando después de un mes otra vez vuelvo a visitar esta misión, pocos rastros quedan de mis esfuerzos anteriores. En estas condiciones, ¿cómo podré prepararles para el bautizo y la vida cristiana? Mi última visita a Hapao y estas pocas consideraciones, más que nunoa, me han convencido de SOSTENGA EL EJÉRClTO DE CRISTO la necesidad absoluta de un catequista en el lugar y entonces, sí, Hapao en poco tiempo será la estación más floreciente de todo mi distrito. Como tengo una confianza ilimitada en la Santa Providencia, por eso estoy asegurado del buen éxito de su campaña para catequistas y a prueba: ya he dado órdenes para construir en Hapao una casita para el catequista: me costará P200, lo que para mí es un sacrificio, pero los sacrificios deben atraer la bendición divina. Ya lo sé que pido mucho a los lectores de "El Misinero" y que la mayor parte de ellos de ninguna manera pueden costear a un cate.quista, por eso, y para que todos puedan hacer obra de misionero aunque con pocos gastos, pues hé aquí otra que me dispensarán de proponer a sus consideraciones y .... caridad. Mayaoyao es otra estación de mi distrito que por varios años he visitado regularmente. Cada vez que allí llego, en seguida los chiquillos se acercan de mi casucha y por las noches les doy una instrucción sí es que se quedan. ¿y cuál es el medio para que queden? Nada más que una manta. Hace frio por las noches para gente casi desnuda y por eso donde duermen suelen guardar un fuego encendido toda la noche; este sí tiene las ventajas de_ ahuyentar los mosquitos, a la vez les casi afixia y les hace toser mucho. Claro está cuando les ofrezco una manta pa137 ra cubrirse por la noche, mil veces prefieren quedar en una especie de dormitorio de la capilla y entonces ya les tengo a mano para inculcarles más principios de la vida cristiana. Por desgracia, las pocas mantas que recibí hace años, se han acabado por el tiempo y el uso. A ver ¿quién podrá ayudarme ó mejor dicho a los chiquillos de Mayaoyao ofreciendo la módica cantidad de P2.00 para una manta? Con cincuenta de esas, haré cincuenta felices de cuerpo y alma cada vez que visito Mayaoyao. San Martin dió la mitad de su manto a un pobre y en visión le apareció el Señor cubierto del mismo pedazo de tela así regalada.... A ver, cuantos San Martines más habrá para cubrir al Señor en los más pequeños de sus hermanos de Mayaoyao .... Suyo en Cto. F. LAMBRECHTS El Rvdo. Padre DE SNICK, misionero de Burnay, lfugao, actuando sobre las palabras de Cristo inandando a sus apostoles curar a los enfermos, parece un doctor y un doctor con parroquianos. Hé aquí lo tratado que registró el día 3 de Julio, según lo que escribe: Dos casos de malaria de niños de Ingiling: injecciones de quinina urea. Dos abcesos, una herida profunda pero no larga; una espePROPAGUE SU FE 138 Los edificios de la Misión de Burnay. cie de callo en la planta del pie; cinco casos de sarnas; dos casos de una especie de cancer; un caso de cierta enfermedad del cutis bastante común en la región y otro caso de enfermedad del cutis pero en la planta del pie. "Puede ser que haya olvidado algún otro cas.o más. En mi clínica, claro está, los medicamentos se dan gratis. Sucede que gente de barrios lejanos acudan pidiendo medicinas, lo que demuestra que las aprecian, cosa que no hubieran hecho hace pocos años porque entonces para ellos no había para curarles como sus sacrificios supersticiosos. Hasta en el camino se acercan a mí para pedir medicinas, porque saben que suelo llevar algunas, si es que tenga en casa. En estos tiempos no faltan casos de malaria y disentería, con varias defunciones por semana. iOh, si tuviera más medicinas!" El Misionero de Naneng, Kalinga, el Rdo. Padre LINDEMANS, se cree el hombre más feliz del mundo, según escribe porque acaba de recibir el salario para su catequista, pero le duele tener solamente a uno c;uando debiera tener al menos a tres. Al escribir también expresa su dolor por los muchos casos de malaria que reinan en su distrito, sie·ndo UNA SUSCRIPCIÓN ANUAL: Pl.00 también atacado su catequista, pero se consuela porque de los varios muertos ni uno ha pasado a otra vida sin el bautizo. Se alegra porque más y más gente acude a su capilla, pero se queja de que hasta ahora no ha podido terminarla. Cada medalla tiene dos caras: duro es hacer algún sacrificio para sostener a un catequista, pero infinitamente agradable será recibir para siempre la recompensa en el cielo por el bien hecho durante nuestra corta vida en la tierra .... Cabugao, Agosto 19, 1931 Queredísimo Padre Carlos: Un millón de gracias por el salario para el catequista recibido hoy mismo; así podrá quedarse un mes más en Bayag. Acabo de visitar este pueblecito distante de 68 kilómetros de aquí, lo que por la ida y vuelta me ha procurado un paseo a pie de 136 kilómetros y tanta fatiga que ahora siento muchas ganas de descansar un día escribiendo cartas y haciendo -Otros trabajos útiles en casa. Bastan estas indicaciones geográficas para demostrar hasta la evidencia que no podemos visitar la misión de Bayag todos los días y que por eso la necesidad de un catequista en el lugar es de absoluta necesidad. Nuestro catequista acababa de bautizar a una mujer moribunda y un pequeñuelo recién nacido precisamente cuando 139 allí llegué y ahora los dos están en el cielo. En Bayag no faltan los catecúmenos, gracias al celo de nuestro catequista y la generosidad de los bienhechores que le sostienen; se puede decir que todos los habitantes del pueblo entero han sido bautizados ó están favorablemente dispuestos hacía nuestra religión. En cuanto a los barrios, uno cuenta con muchos convertidos y otro con un número casi igual de catecúmenos que recibirán el santo bautizo uno de estos primeros días. En Namaltugan, que dista de aquí solamente unos 38 kilómetros, también hay un catequista; lo que constituye para él una gran dificultad, es la enorme distancia de los barrios que debe visitar y que están en sitios casi inaccesibles; sin embargo a pesar de todo eso su ayuda siempre ha sido muy eficaz bajo la dirección de mi coadjutor. Pero, ¿qué pueden dos catequistas para un territorio de más de 2,000 millas cuadradas, en una región donde hay que viajar casi siempre a pie ó en una pequeña banca por ríos sembrados de reciales peligrosos? El año pasado he perdido en uno. de ellos todo un juego para la misa y hasta la fecha no he podido procurarme otro. A ver, sí "El Misionero" logre unos tres ó cuatro catequistas más para la Misión de Apayao que comprende el territorio de UNA SUSCRIPCIÓN PARA TODA J.A VIDA: PlS.00 140 toda la provincia. Sí esta un día se convierta enteramente, será por la ayuda de los cristianos Filipinos, mediante catequistas que Iª n.iud sauopu.10 Á uu~ualsos buen éxito de su celo. Suyo en Cto. MAURICIO V ANOVERBERGH Por Que El Cuervo Tiene Plumas Negras(t Leyenda de los lbalois, Benguet, Prov. Montañosa. (POR EL REVERENDO PADRE ALFONSO CLAERHOUDT) ITOGON. EN AQUELLOS tiempos, Goac-goac, el cuervo, estaba sentado en la rama más alta de un mango, descansaba, pero al componerse las plumas no pudo contener su ira, porque él mismo debía reconocer que su ropa era menos elegante que la de las demás aves. Es que en aquellos tiempos el cuervo tenía plumas de color gris y no eran negras como aliara. Por eso, cuando el cuervo estaba así sentado en la rama más alta del mango, su corazón se llenaba de envidia cuando veía el Salacsac con plumas verdes y azules. Las demás aves eran todas felices, porque llevaban plumas brillantes. Goac-goac lo sabía y se enfadaba contra Polio-polio que tenía alas azules. El cuervo se enfadaba contra el Tchugoil-tchugoil con su pecho blanquísimo y alas negras al igual del Purian y del Oomel. Se enfadaba contra el Pumunuaan encarnado y el Cosidi amarillo. Se enfadaba contra Pod-poo de traje inmaculado. Se enfadaba contra todas las otras aves; contra Quetopee que siempre cantaba, contra Butching en los arrozales, contra Pitdungai en las riveras de los rios, contra Buticai, la lista golondrjna, contra Polio-polio con sus ojos como perlas blancas, contra Codibanga, el gorrión de color castaño. Y todas las aves sabían que Goac-goac las envidiaba. Cu-cug lo sabía, Tec-tec en las colinas lo sabía, aunque las más pequeñas de la gente alada del aire lo sabían tales como: Soit-soit, Petitaan, Sejoc, Acharoog: todas estas aves lo sabían. Cuando el ave de rapiña, el Bucao, volaba flotando silenciosamente en las alturas del aire, Goac-goac escondía su envidia entre las hojas y la sombra de los AL "THE LITTLE APOSTLE'"
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English title: "La Mision, Banaue, Agosto 10, 1931"