San Martin de Tours-11 de Noviembre

Media

Part of El Misionero

Title
San Martin de Tours-11 de Noviembre
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
166 de vez en cuando una oración para los pobres Misioneros, para la conversión de los paganos, y por fin pero no menos para estos Cristianos traidores a sus más sagrados deberes de gratitud y amor; r~pita de vez en cuando esas últimas palabras del Misionero desconsolado por tanta amargura que le aflige al considerar a un Dios abandonado por sus hijos más amados. San Martin de Tours 11 de Noviembre D ESDE pequeño, Martin se hizo alistar como catecúmeno aunque contra la voluntad de sus padres; y por eso, apenas tenía la edad de quince años, fue obligado por ellos a hacerse soldado. Un dia durante el invierno, estando en Amiens, Francia, Martín encontró a un pobre anciano casi desnudo, temblando por el frío intenso de la época, que le pidió una limosna. Como Martin no tenía dinero, ¿Que hizo? Sacó su manto, le partió en dos y dió la mitad al mendigo. Aquella noche Nuestro Señor le apareció vestido de esa mitad del manto y dijo a Martin: "Martin, aunque solamente catecúmeno, me ha envuelto en este vestido." Esta visión determinó a Martin pedir el bautizo y poco tiempo después de haberlo recibido, se retiró del ejército. Pudo convertir a su madre, pero pronto fué echado de la casa paternal por los Arianos y se retiró con San Hilario, fundando después el primer monasterio en Francia cerca de Poitiers. En 372 fué consagrado obispo de Tours. Sus feligreces aunque Cristianos de nombre, quedaban paganos de corazón. Sin armas y acompañado solamente de algunos de sus monjes, Martin destruyó varios templos de los infieles y gracias a su predicación continua y sus milagros pudo convertir a los habitantes de su diócesis lo que le mereció el título de Apóstol de Galia. Durante los once últimos años de su vida se dedicó a la penitencia para satisfacer por sus propios pecados, a pesar de que el Señor mismo proclamaba la pureza del Santo por el don de milagros· con que le había favorecido. Reflexión: ¿Para quién y por amor de quién ha trabajado y vivido San Martín? ¿Trabaja V. por el mismo fin? ¿Entiende V. la yisión de San Martin en la noche después de haber cedido la mitad de su manto a un pobre? Nuestras limosnas a los pobres y necesitados se entregan al mismo Señor. ¿Cuánto de lo que le sobra ha ofrecido al Señor? su Juez? ¿Cuánto al año? ESTIPENDIOS DE MISAS SON UNA GRAN AYUDA