Compaquei. El Grillo

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Part of El Misionero

Title
Compaquei. El Grillo
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
en la intersección del pedúnculo y de las nervaduras han sido cortadas de manera que la hoja pueda extenderse más y en ambos lados. 4. El tocón. Es otro plato para c.ontener carne. Consiste en una hoja madura de "labid", cuyas partes exteriores se han cortado y las extremidades de las nervaduras quedan amarradas de_ manera que todo forma un saco bastante profundo y cóncavo. Raras veces se encuentra un Negrito ebrio; sin embargo los habitantes de Allacápan usan el vino del pais que son la nipa y el basi y que los Cristianos les venden ó regalan. En sus ceremonias de la oración suelen tomar estas bebidas y entonces, como el Negrito 211 está poco acostumbrado a bebidas alcohólicas, facilmente se embriaga y, al menos entre algunos grupos de Negritos, alborotes de borrachos no son raros. Palina precisamente rehusaba atender las ceremonias de la oración por esta razón. Entre los jóvenes, el fumar se hace cada dia más popular, pero el masticar betel es una práctica casi universal. El Negrito de Allacápan, después de haber introducido en la boca cierta cantidad del fruto de la areca, toma un pellizco de cal en el interior de la mano y también se la tira en la boca. Para fabricar cal, queman las conchas de algunos mariscos muy abundantes en los bosques. Compaquet El Grillo (POR EL RDO. PADRE A. CLAERHOUDT, ITOGON) HACE . tiempo.... Hace muchísimo tiempo .... Los ancianos del pueblo habían perdido toda esperanza .... el joven no quería casarse. Mientrás bebían numerosas jarras de Tapei, vino de arroz, le habían presentado una en pos de otra todas las jóvenes núbiles del pueblo y de la vecindad ... .le habían explicado todas las ventajas de su casamiento ...... habían insistido en su consentimiento por razón de su padre. un anciano muerto, cuyo sincero deseo y expresa voluntad eran que su hijo se casase .... habían alentado al joven por razón de su madre anciana que para los trabajos de casa necesitaba ayuda, una joven que pudiera cocer, pilar palay, buscar agua del pozo dos veces el dia, y preparar la comida de los cerdos, el "timol" ... .le habían invitado a tomar esposa por razón de su juventud que ahora pasaba inutilmente .... por fin le habían insultado y injuriado y rechazado de su presencia .... pero el joven siempre ·rehusaba casarse .... no quería ni oir hablar de su casamiento .... LAS MISIONES NECESITAN ESCUELAS 212 Cierta mañana el mancebo terco y endurado fué al monte para buscar leña. Todavia era muy de madrugada: las cañuelas estaban aún mojadas y el sendero escarpado estaba resbaladizo .... con pasos rítmicos subía hacia las alturas; de vez en cuando se paraba un momento para respirar y gozar con toda satisfacción de la frescura del dia naciente. El "Kétopée" salpicado desde las hojas de las matas le llamaba; el pequeño "Swit-swit" le silbaba y el "Cou-coug" con su pecho encarnado y sus alas negras, desde los ramos se burlaba de él: "¡Ay mancebo terco! ¿Vienes?" "¿Y esposa, ya la tienes?" Y el joven continuaba su camino más y más alto, cantando entre los labios algún Badiú. Por encima del monte se extendía como una neblina de olor de incienso. Donde los pinos más gruesos estaban, el joven pronto había escalado uno y su machete hizo crujir y caer algunos ramos, mientrás siempre cantaba su badiú. U na vez reunida bastante leña, bajó de la copa del pino y al pie del arból empezaba a descortezar los ramos siempre susurrando su pausado badiú. Desde las hierbas humeantes, Compáquei, el grillo, había espiado y oido todo y hé aquí que con un salto fuerte se puso encima de la espalda del mancebo; este, al sentir las cosquillas del insecto adherido a sµ cutis, lo tiraba y continuaba descortezando y cantando su badiú. Pero en un instante, Compáquei, otra vez se sentaba en la espalda desnuda del joven quien de nuevo despaohó el animalcito con un golpe de la mano .... "¿Ngarantoi dicqatenmo-acso Compáquei .... ?" "¿Por qué me estás estorbando así...,?" gritó al insecto .... Y continuaba en cantar. más y más su badiú y en limpiar los ramos con tanta prisa y tanta fuerza que los pedazitos de corteza volaban a su alrededor en largos círculos. Entonces Compáquei cerrándose la!' patas como un résorte otra vez saltó y de nuevo estaba sobre el cuello del mancebo causándole cosquillas. "Esta es la última vez" dijo el joven "ya te llevaré a casa" y diciéndolo cogió el insecto entre los dedos. En seguida cortó un pedazo de caña, hizo un agujero entre dos nudo~ y encerró el grillo. Por la tarde, al anochecer volvió a su pueblo. Tenía la leña amarrada con un pedazo fuerte de cuero de carabao y arrastraba su carga por las rocas ó la dejaba caer en los declives, pero siempre guardaba cuidadosamente en la mano su pedazo de caña con Compáquei, el grillo, prisionero. Habiendo depositado la leña en frente de su casucha, suspendió la LA MAYOR NECESIDAD : caña en un rincón de la habitación en una viga del techo. Después de la cena, su madrecita vieja pronto se había acostado, pero no el joven; se sentaba en cuclillas en el patio al lado del fuego humeante y enteramente envuelto en su manta; fumaba y pensaba, preguntándose lo que todo eso del grillo allá en el monte podía significar. No se sabe cuanto tiempo quedaba así sentado, pero es cierto que cuando se retiró el fuego ya se había apagado y Bajocong, las siete estrellas, (Ursa Mayor) estaba ya muy alta en el cielo y Acob, el buho del monte, revoloteaba gimiendo sobre el pueblo adormecido. Entonces entró tranquilamente en su casucha, cerró la puerta, se extendió sobre su petate y se durmió. ¿Estaba soñando, ó efectivamente alguién le había hablado? Era como si alguien hubiese cuchuoheado .... como si estuviese musitando algo .. .le parecía que alguien estaba inclinado sobre él y le hablaba. Abría largamente los ojos y miraba .... miraba y nada en la casa se movía .... pero, ... nada: todo alrededor quedaba quieto é inmóvil.... sin embargo .... debía haber algo .... se levantaba un tanto y escuchaba ... sólo unas ascuas en el fogón de vez en cuando siseaban y salpicaban unas chispas. -"Aram-ac téctécbábi..... no hay que abrir la caña .... " así dijo una voz apenas sensible y que venía de la caña. 213 Y ahora e~ corazón del mancebo latía como para saltar de su pecho .... Era Compáquei, el grillo, que le avisaba no tocar su prisión. -~'lpechitmoi. unsequeb tchi ooquipan-mo .... y no deja ·a nadie venir a tu habitación por las noches," continuaba Compáquei. -"No mambeca-ac i canenco, Sicam mismo i mangican i canenco .... cuando te pido de comer, tu mismo y tu solo puedes dánne la comida .... " -"Ngem aram-ac mmgning nem ijacanmoi canenco.... pe.ro vuelve tu cabeza al darme la comida .... y por favor no me mira .... Paniseguilim .... " Otra vez reinaba la tranquilidad más completa .... sin embargo, el joven en toda la noche no pudo cerrar más los ojos. ¿Quién sabe lo que en estas horas pasaba en la cabeza y en el corazón del mancebo? Apenas empezaban los gallos a cantar, cuando ya se levantó sín hacer el menor ruido para no despertar a su madre, se arrastró cuidadosamente hasta el fogón, sopló unas veces en las ascuas, impuso sobre las chispas algunas astillas impregnadas de incienso y pronto centellaban unas llamas trepidantes en medio d~ las sombras que como fantasmas bailaban en el interior de la casucha negra. (Se Continuará) CATEQUISTAS!