Bocadillos deportivos

Media

Part of Excelsior

Title
Bocadillos deportivos
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Está visto que el boxeo tiene más de «fun~y» que: de otra cosa. Hoy voy a dedi<:arme a escribir en «bromation», ya que la cosa vale la pena. Por primera provid~n<:ia, tenemos el e!1cuentro entre Red Anver y Carlitas Logan, mi buen amigo y distinguido conciudadano, en el cual pelea e.1 tal Reddy, rojo de verguenza, se dedicó a dialogar <:on la Buena Sombra, buscando agujas por el suelo, c:omo el que, cogido in fnr.ganti por su i_racunda esposa, trata de huir del peligro, hurtando el cuerpo y haciéndose un ovillo para pasar desapercibido. De esta manera transsurrió toda la pelea, y ya comprenderá el lector que así, además de hacer el mas €iSpantoso ridiculo, hizo el ganso y perdió y nos hizo perder lastimosamente el tiempo. En una pala: bra: el tal Reddy, el de la desverguenza, hizo el mas solemnísimo ridículo y Carlitas se luc:ió extraordinariamente, de bobilis, naturalmente. sean de sus fallos, pues parece tener goma en las manos y su mayor placer es agarrar la bola para soltarla a tiempo y dejar en contra un ta11to. Dada la «pitada» reglamentaria por el Sr_ Arbitro, se lanzaron los dos equipos al campo con el mayor de los E:intusiasmos; pero a las primeras de cambio, los chinos se olvidaron de que tenian que jugar futbol, y lo sustituyeron por el precioso del « Wee golf», con el consiguiente result.ado: que sus contrarios visitaron repetidamente su «portería» con funestos resultados para ellos. Así durante todo el primer tiempo y también durante el segundo, hasta la «pitada;> final del Sr. Arbitro. Aquello fué sencillamente una danza clásica de «ven y ven» por parte de los chinos, que hay que reconocer jugaron horrores con el aire, y un «pasoo meritar» de castigo, por los del Casino. El otro d!a tuvimos también una tarde sucu- Total: diez «goals» a cero, que muy bien pulenta en risas y pitorreos, cuando jugando al dieron ser mil a cero, apuntados por los casinifutbol para disputarse un campeonato beatifi- tas a su completo sabor y satisfacción. co, los chinos, que se erigieron en tl'ou¡Je más que en equipo o team de futbol, perdieron ruidosa- He mencionado antes al « Wee Golf», y voy a mente y en aparatoso desastre el partido que dedr ahora que este juego me parece muy boeelebraron aquella tarde con los Sres. del Casino, nito Y «un barbaridad» de entretenido. Pero erigidos en degolladores profesionales. El Casino cuenta con jugadores de fama como Saro, Luisito Zabaljauregui, (este apellido no lo "prenuncio'' dos veces porque «se me la lengua la traba»), y Antonio de la Riva, portero que se dedka a pelearse con los chiquillos que se guaTEL. 2-54-82 428 A VE. RIZAL P. O. Box 541 MANILA apuesto cualquier cosa a que si se «inventa» también el e: Wee Kalahoyo», además de ser un juego perfectamente nacional, resultaría no menos «brutal» de divertido. ¡Ay que ver el pi~to que se darían algunos señores -teniendo por «muchacha» a alguna despampanante señora o señorita! Vale la pena de probarlo. Y no va mas, porque se me acaba la cuerda, Hasta la próxima.