Cronicas de Espana

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Part of Excelsior

Title
Cronicas de Espana
Language
Spanish
Year
1930
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Sudorosos, jadeantes, con un p11hno de lengua fuera, y lanzando miradas de odio al astro-rey, eP:tamos. o por mejor decir continuamos los madrileños durante la decena que hoy termina. Asegurábamos form11lmente que este año no hab1·~ a verano, y el tiempo ha venido a desmentir lo aventurado de nue5.tra afirma!ión eñviánd.Jnos en sus postrimerías una temperatura abrasadora y persistente cuy:> final no pu::!de predecirse, pero que nos tiene con vistas al ahogo, cQmo si no tuvieramos bastante con la lectura de los periódicos que ponen de .punta nue:ltros ner_ vios con el relato veraz de euantas calamidades ocurren dentro y fuers de casa. El ciclón de Santo Domingo, cuya marcha íbamos sabiendo y nos hacía temer por la suerte de quienes habitaban los lugares que iban a ser f3vorecidos por la visita del fenómeao metereológico, los temblores de tierra en Murcia, la continu2da baja de la peseta, el alza de las sub-· sistencia;, y •!Uando comenzab11mos a disfrutar de· una relativa tranquilidad, comienza el suplicio de nuevo, con la destitución del Presidente Leguia, y en los actuales momentos con la revolución de la República Argentina, refiriéndo_ nos con todos sus pelos y señ3.les cuanto en aquella hasta ahora pacif¡,!a nación, está ocurriendo, que no es tranquilizador ni mueho menos, pues el tiroteo y el estacazo libre deben estar a la orden del día. R~specto al .patrio suelo, tampoco anda la cosa muy tranquila que digamos, y hs huelgas se suceden y se solucionan, pero estos chispazos aislados demuestran que la tranquilidad espiritual no acaba de cimentarse en bases sólid-ss, y ello da lugar a que la fantasía vuele y los rumores continuen enseñoreándose t:n el respetable público. Sigue hablándose de cercanas combinaciones ministeri1lles, e incluso se ha señalado el pró· ximo octubre para una renovación en el Gobierno, y huelga decir que suenan los nombres de aquellos adtiguos poU:t?cos que parecía que no iban a volver, pero los slntomas y señales eon reveladores de que se sacri/icardn por el bien .público, y continu-srán perdiendo el tiem_ po como in iUo ídem. La supresión de la censura nos tierie a los chi.cos de la Prensa llenos de júbilo y alegria¡ ¿qué cu2ndo tendrá lugar?, esto no se sabe, pues ~:egún manifestaciones de un Ministro iba a llevarP:e a c:ibo i~on inusitada rapidez, pero por lo visto no lo será con tanta como s? esperaba, y es de temer que transcurra todavia una breve tem:ior2da sin suprimirse, sobre todo mientras no haya un poco de formalid3d y los acaparadores de Ja pa~ social continuen dando que hacer. La hue"ga de San Sebastian, que se presentaba con caracteres gr3ves, ha podido ser solucionada, y 0 con la oportunidad de siempre, tuvo su comienzo precisamente en la fecha en que la Real Familia llegaba a la caipital de su corte veraniega. Pero, Zaragoza. Córdoba, Sevilla y Barcelona, han tenido bmb?én sus pequeños ensayos de huelga, y estos chispazos van siendo demasiado frecuentes para· que pasen desapercibidos para el Gobierno sin prestarles la debida atención, por lo que, como síntom3, pudieran aleccionar para el porvenir. Ha comenzado ya el regreso de veraneantes, y M3.drid empieza a poblarse de nuevo, y a recuperar su perdida animación de los dos últimos meses; claro es que la indignación de los regresados es tan grande como mal disimulada, en vista del calor con que son recibidos por la capital de las Espaas. La temporada teatral dió ya comienzo abriendo sus puertas el Alkazar y la Comedia¡ el circo, ligeramente remozado, ofrece su espectáculo a b3.se de los consabidos equilibristas, .payasos y exeéntricos, de todas clases, y para un plazo próximo está anunciada la apertura de los tea· tros tradicionales, que ya están dedicados a los ens11yos previos¡ Loreto Prado y Chicote, que también comenzaron su temporada con un estreno, han tenido éxito completo. Del Real ... bueno gracia&, y por las trazas .tampoco este invierno el divino arte va a dejarse escuchar, pues por desgncia no se habla del comienzo de tem_ porada y mucho menos de contrata de artistas. Respecto a otra clase de er.pectáculos en proyecto, me remito a las elecciones; éste si está anunciado y parece ser que en febrero las habrá y gozaremos no poco en 1-ss sesiones de Cortes, desatándose la verborrea que durante tanto tiempo ha estado sin dar señales de vida, ocupando los escaños los mismos, exactamente los mismos, que en pasados tiempos los ocup3ron . Las consultas políticas siguen a la orden del dia; S. M'. el Rey en San Sebastián tiene frecuentes entrevistas, todo lo cual hace E=nponer ls. proximidad de acontecimientos. ¿ Quiéii vendl'á y cuando vendrá? Todo esto pertenece al secreto del sumario, pero parece que los rumbos ván hacia un gobierno de concentruión con algún puesto para los regionalistas. Dios nos guie y la normalidad vuelva de una vez"; se h'3.ce preciso recordar y echar de menos al inolvidable Primo de Rivera y su época de mando, durante la cual España fué uns balsa de aceite, y la tranquilidad nó tuvo la menor alte.ración. Pero entristece verdaderamente la indiferencia y el olvido de este ~ueblo. El dia 8 fué el aniversario de la toma de Alhucemas, f~ha histórica que jamás debió pasar desapercibida y mucho menos olvidada, ya que marcó la decisiva para terminsr con la eterna pesadilla de Afri_ c&. No se verificó el menor acto que de alguna manera conmemorase aquel episodio, y que de algún modo renovara la deuda de gratitud contraid'3. con el caudillo y con nuestro glorioso ejército. Cosa muy diferente hubiera ocurrido -Y hay precedentes-si se tratara del aniversario de la muerte de algún torero; entonces todo se nos habrian vuelto sentimentalismos Y evocaciones; pero el consabido tema dunnte años y la preocupación de la toma de Alhucemas, ... cuando tuvo glorioso remate, sirvieron para olvidarlo,- por lo visto con caracter definitivo y como si se hubiese tratado del más completo descalabro. La campaña de propaganda que por las provincias del Norte está realizando el nuevo p-1.rtido de la Unión Monarquica, vá dando lugar a alteraciones de orden público verdaderamente lamentables, de las cuales son orgsnizadores y principales protagonistas estos defensores de la libertad (?) que por estas tierras tanto abundan, y que al igual que el sacristán de cLa Marsellesa>, proclaman en alta voz el pensamiento libre, si bien s:on partidarios de la des11parición de todos aquellos que no piensen como ellos. Y es lamentable el espectáculo que se viene dan_ do, ya que prueba que l)lredicar ideas de órden son letra muerta para cuantos cifran su medro personal en la violencia y en procedimientos qu<? traerán como consecuencia inmediata la ruina de España. Los elementos de orden siguen en el retraimiento más absoluto, pero también más imperdonable; padel!en u:ha verdadera ceguera con ests indiferencia que les impide ver el riesgo gravisimo que en su día pueden correr, y que nunca como ahora se hace precis~ e imprescinzación para salir '3.1 l]laso. de cualquier perturbación que unos cuantos criminales intentaran. En resumen; el panorama politico español en los aetuales momentos está falto de diaf-snidad, hay en él verdadera desorientación y no se vislumbra el hombre que en un momento necesario fuese la clave que resolviera los problemas tan complejos que penden sobre el pais, y sobre todo que tenga 111 sufic~ente abnegación y espíritu de sacrificio para ponerse al frente de los destinos patrios, y que con ámplios poderes y con mano dura restableciera un régimen de energia que contuviera ambiciones y serenara ímpetus. La fiesta de 111 Virgen septembrina, vulgar· mente llamada da Melonera>, la celebró Madrid sa.cando procesionalmeñte a la Virgen de la Almudena, cuya imagen lucía el manto regala . do por la Reina Isabel 11, el mismo que llevaba cuando se cometió el atentado del Cura Merino, en cuya tela se ven las señales de la puñalada. También salió procesionalmente la Virgen del Puerto, de su ermita, situada en las orillas del caudaloso ( ?) M-anzanares, el arroyo aprendiz de rfo, que dijo el clásico; esta imagen tiene el privilegio de que a su paso por la Casa da Campo, salga de aquí otra de la Inmaculada, .propiedsd de la Real Casa, conducida por servidores de Palado, como acto de homenage. Y vamos de cara al otoño, en el supuesto de que quiera este señor dar señales de vida y termine de una vez el martirio canicular que padecemos. Empezó el reinado del melón con su dulce zumo, llenando nuettro mercado y puestos callejeros, y comenzaron los inteligentes a procurarse el E>abroso fruto, previo reconocimiento de sus calidades, para evitar el peligro de que lo aparentemente parece estar en plena m11durez, resulte luego un soberano ¡pepino. La fecha del 13 de septiembre, aniversario del golpe de Estado, pvará dePapercibida,-todo se olvida-, y solo como acto conmemontivo la Unión Patriótica se reunirá a oir una misa por quien fué su Jefe, cuyo patriotismo y cuya obra aparecen relegados, como si de los más funestos para el país Re tratara. Nada más que merezca la pena de ser contado acontece en el pueblo de los gatos, y en espera de que durante la dQCena ocurra algo más sustancioso que referiros, saluda a sus lectores. UN SEÑOR DE LA CORTE. Septiembre 10 de 1930. dible una verdadera unión y una íntima organi- ------------------"'