Noviembre
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Part of Excelsior
- Title
- Noviembre
- Language
- Spanish
- Year
- 1930
- Fulltext
- Todos Jos meses del año, tienen un símbolo, una fiesta memorable, una leyenda santa. Todos los meses, guardan un recuerdo histórico o piadoso, que celebramos evocando siempre las glorias de lo creado y los días más felices de nuestra vida familiar. El mes de noviembre, también tiene una leyenda, que pertenece al Universo entero. Es el mes de las lágrimas, el mes de los recuerdos sagrados, el mes de meditación interna y el mes que despierta y aviva los sentimientos mas delicados del corazón humano. La Conmemoración de los Fieles Difuntos, hace revivir en nuestra memoria el recuerdo de aquellos seres queridos que del mun~o se alejaron. Sentimos el frío de la muerte, en el cuerpo, en el alma, y parece que la Naturaleza toda se viste con el manto de la tristeza, para recordar a los hombres el Angel de la Muerte, que acompaña la imagen de la verdadera Justicia y el epílogo de nuestra redención. El cielo del mes de noviembre, deja cruzar por entre las espesas nubes plomizas, que semejan .girones de un manto triste, luminosos rayos del sol, que simbolizan la vida del hombre, la fertilidac! de los campos y la alegr:a de las almas. El día de Difuntos, en todos los caminos que conducen a los Cementerios, parece que la vida tenace para homenafo de la muerte. El triste doblar de las campanas, llama a oradón, y sobre las tumbas de los seres queridos, lágrimas y flores acompañan nuestras oraciones. Cierra la noche, y en el hogar cristiano, se ofrece a las Almas benditas, el sufragio de nuestras fervientes oraciones . ¡Mes de NOVIEMBRE!; mes triste, en el que no debemos olvidar el simbolismo que nos enseña la guadaña, como espada rle la Justicia, única y verdadera, que encierra todo5 Jos misterios de la creación. La visita a los modernos cementerios en este día, nos ofrece la exhibición de mármoles y bronces, que en medio del campo de la muerte, pare,~en adquirir vida, calor y movimiento; la arquitectura de las sepulturas, traduce la fantasía y los sentimientos del artista en sus estatuas, en actitud de tristeza las unas y de dolor las otras, que i111¡presionan nuestra imaginación en esos momentos de re1~uerc!os de tristeza y piedad. La grandiosida~· de las obras de arte en e~te recinto, debe avivar nuestra fe y debe ser par3 nosotro~ el homenaje de amor expresado por el ingenio humano, uno de los dones recibidos de la bondad divina. Derramemos sobre las tumbas de nuestros difuntos, la mas preciada y sentida plegaria, la flor eternamente lozana de una ferviente oración. El mes c!e NOVIEMBRE, es el mes triste, que nos recuerda Ja pérdida de nuestras buenas amistades, de nuestra dicha y de nuestros más puros amores. F. CAMPILLA.