Cine Siamo Donne La mas importante pelicula Italiana actual

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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina

Title
Cine Siamo Donne La mas importante pelicula Italiana actual
Language
Spanish
Source
Volume VI (Issue No. 149) Julio 25, 1954
Year
1954
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
“SIAMO DONNE” LA MAS IMPORTANTE PELICULA ITALIANA ACTUAL LOS hombres son, en general, muy propensos a las confesiones, tan propensos que, a menudo, cU&ndo no tie­ nen una confesión que hacer, se la in­ ventan. Basta dirigir una mirada a la multi­ tud de diarios y notas “Secretas” ofre­ cidas al dominio público en estos últi­ mos años para hacerse una idea. 'Pero las mujeres no. Las mujeres es­ tán llenas de compartimientos secretos de los cua es han guardado la llave dentro de sí mismas, y con tanta lides sidad que es una empresa de titanes con­ seguir forzar su intimidad, la intimidad de esos compartimientos, aunque sea con ayuda de un soplete. Por eso la pe ícula “Siamo dome” es una especie de mi­ lagro; y mayor m lagro es que dos de enlre la»s jcuatro protagonistas impor­ tantes se hayan representado a eí mis­ mas en una ab e ta y bastante delica­ da confes ón. Porque no es precisamente fácil —y en esto me remato a la opinión de algu­ na lectora—prese tarse a centenares de miles perso as y decir, como ha he­ cho Alida Valli: "“Sí, señores, el díi, tal de tal año esf uve a punto de cometer u a sucia acc;ón con una muchacha amiga "oue sentía por mí afecto, fe ’ amistad”; y contar esta acción mos­ trando toda la riqueza de facetas de tal cuestión. O como en el caso de Isa Mi­ randa expresar su desierta melancolía, su soledad cotidiana, Vena de la pesa­ dumbre, de la tristeza de no haber que­ rido tener hijos. Esto no es, puesi, nada fácil. No es fácil provocar confesiones de hechos se­ mejantes, y lo es menos todavía dar a estos pliegues del a]ma una forma dra­ mática . un contenido recogido en po­ cas páginas, un clima, una señal par­ ticular que defina al personaje; un per­ sonaje que etftá dos veces vivo: en la vida y en la película. Zavattini—porque 1.a idea ha rido de Zavattini—puede considerarse un hom­ bre afortunado. Y afortunados tam­ bién los directores, a los que se les ha ofrecido un material tan poco común y tan difícil de tratar cinematográfica­ mente. Evidentemente, Guarini. Rossellini, Zampa, Visconti, Franciolini, se han dado perfecta cuenta de esto, y se han entregado de una manera absoluta a conseguir triunfar en el difícil empeño de hacer posible la hteconStilcción de unes hechos auténticos y vividos. El primer episodio de la película, si puede llamarse episodio, ya que mejor estaría llamarle preludio, es algo que está entre lo documental y el más fan­ tástico de los cuentos, algo como un co­ ro de mil voces (ninguna de las cuales tiene su historia expresada sin pala­ bras) del cual surgen dos voces que vie­ nen a constituir la mecha para una llamarada, que eso es la película. Una muchacha cuenta cómo acude a una gran casa cinematográfica, la Titanus, mezclada con muchas muchachas más;, y es elegida, junto a otra, para interpretar su propio papel en la pe­ lícula ‘'Siamo don^e”. Los espectadores que hemos seguido las fases de tan colosal concurso, cuan­ do concluye, podemos asegurar que el director Guarini no podía recoger mejor la atmósfera de aquellos momentos y la multiplicidad de los aspectos repre­ sentativos de los hechos reales. Esta parte constituye un espectáculo impa­ gable que encierra todos los aspectos de la vida, de la comedia ai drama, con momentos trágicos y_ con momentos có­ micos. Las dos seleccionadas, que han con­ seguido interpretarse a sí mismas, co­ mo primer acto de su carrera de actri­ ces, Emma Danielli y Anna Amendola (cuya segunda película se ha roda­ do en España), han probado irrefutab emente la sjeriedad y la agudeza del jurado que las eligió entre varios mi­ llares. Son dos actrices instintivas de las que, evidentemente, el cine puede esperar mucho. No hay duda que este preludio sir­ ve de perfecta entrada a los verdaderos* y propios episodios de las cuatro gran­ des actrices que lo<s cuentan a continua­ ción, aunque estos últimos posiblemen­ te presenten, de antemano, mayor inte­ rés para el público. * ’ Ingrid Bergman, dirigida por Rosse­ llini, tras haber constatado que la gen­ te ha seguido con admirable tenacidad su vida, hasta los más mínimos deta­ res, ha preferido confiarse cion algo que ella misma ha calificado de “estu­ pidez, una tontería sin importancia”, y que es la* historia de una siniestra ga­ llina que sonseguía destruirle un mara­ villoso conjunto do rosas raras sin que nadie pudiera apresarla. Tan dia­ bólica bestia pertenecía a una agria se­ ñora que consiguió que sobre la actriz cayera la sospecha de que pertenecía a la poco honrosa categoría social de los ladrones de gallinas. Nadie como Rossellini habría podido captar y comprender las posibilidades (40) que tan tonto episodio encerrara; na­ die como él para seguir con la cámara las diabólicas evoluciones del volátil que, en ciertos momentos, parece capaz de batir en estilo y resistencia al famo­ so Zatopeck. Anna Magnani (¿quién no recuerda en Italia la Anna Magnani de los años 40 y 41, actriz de variedades?) ha re­ cogido la me ancolia del tiempo pasado con un divertido episodio referente a un taxista romano que pretendía co­ brarle una sobretasa de una lira sobre el precio de la carrera, sosteniendo que el perrito de la cliente no debía consi­ derarse animal gratuito en el taxi. La actriz no cede, naturalmente: recurre a la justicia y llega a pagar treinta li­ ras, pero se ahorra la solitaria lira que exigía el taxista y, feliz y radiante, se va al teatro a cantar (llamémoslo así): “Quanto se bella Roma”, con aire de haber ganado la batalla de Normandía. Dirigida por Visiconti, ésta es una Anna Magnani que consigue hacernos retro­ ceder trece años con una sonrisa en los labios y un poco de nostalgia en el co­ razón, nostalgia de la juventud, se en­ tiende. ‘‘Siamo donne” es una de esas raras películas a ,las que Cualquiera puede discutir, pero que nadie puede ver sin dejar de sentirse satisfecho. Es una película y, además, una agradable ex­ periencia. Para el público, naturalmen­ te. Aldo MANNARINI CITY OFFICE EQIIIPMENT Máquinas de Escribir Máquinas de sumar Filing Cabinets Cajas de Seguridad a precios razonables, calidad garan tizada y servicio eficiente. España 248 (esquina P. Noval) Tel. 3-88-78