Manual de Urbanidad.pdf

Media

Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina

extracted text
Por mucho que se vean obligadas a hacer, las chieas jóvenes siempre deben tener algún tiempo para dis­ frutar su maravillosa juventud. 11 Tengo quince años de edad. Siempre tengo buena voluntad Ítoara cepillarme los cabellos, hacer más ejercicios, extraerme el tello superfino y tener mis uñas muy pulidas, pero no sé cómo 2 las arreglo que nunca tengo al tiempo para nada, y me prento en alguna cita o fiesta cuando no estoy debidamente pre­ rada como debo estarlo. Yo sé que eso no está bien." NUESTROS vestidos pueden ser más o manos lujosos, estar más o menos ajustados a las modas reinantes, y aún apa­ recer con mayor o menor grado de pulcritud, según que nues­ tras rentas o el producto de nuestra industria nos permita em­ plear en aquellos mayor o menor cantidad de dinero; pero ja­ más nos será lícito omitir ninguno de los gastos y cuidados que sean indispensables para impedir el desaseo, no sólo en la ro­ pa que usamos en sociedad, sino en ia que llevamos adentro de la propia casa. La limpieza de los vestidos no es la única condición que nos impone el aseo: es necesario que cuidemos además de no llevarlos rotos ni ajados. El vertido ajado y roto no es admi­ sible ni aun en medio de las personas con quienes vivimos. La mayor o menos transpiración a que naturalmente es­ temos sujetos y aquella que nos produzcan nuestros ejercicios físicos, el clima en que vivamos, y otras circunstancias que nos sean personales, nos servirán de guía para el cambio ordina­ rio de nuestros vestidos; pero puede establecerse por ¡regla general, que en ningún caso nos está permitido hacer este cam­ bio menos de dos veces en la semana. Le estoy dando todas éstas líneas a contestar a su pregun* ta porque creo que trazando un plan regular es lo mejor pana no caer en el descuido, y asi se está bien siempre. Las chicas quinceañeras están en la edad del desarrollo y si tienen la fuerza de voluntad de practicar todas estas ense­ ñanzas no estarán nunca amenazadas de adquirir malos hábi­ tos. No importa lo cansadas que estén; insistimos en que to­ men quince minutas diarios para su dudado personal. P.— “Pueden reducirse las caderas sin rebajar la cintura? Mi dntura mide 24 pulgadas y mis caderas 40 pulgadas." R.— Sí. Los ejercicios en que se rueda por el suelo únicamente rebajan las caderas. Lo único que puede hacerse es organizar su cuidado personal como lo hace con su trabajo. Siéntese ahora mismo y haga una lista de lo que necesita por dia y por semana. Si su piel es normal, debe limpiaba dia y noche y por las tardes. Hágalo con toda regularidad. Si su piel es grasosa ten^ drá tendencias a, tener espinillas. Lave su cará con agua y jar bón lo menos cuatro o cinco veces al dia. Por lo corriente, la piel normal no necesita crema de limpieza. De todos modos, debe usar la loción para las manos de dia y de noche. Capille su cdbMo todas las veces que pueda hasta cansarse. Dedique veinte minutos al cuidado de la cara y el cabello. Anadiéndo la limpieza de los dientes será cuestión de media hora. La manicura y el quitarse él vello supérfluo debe ser un programa semanal. Si se hace Vd. una manicura semanal, solamente tendrá que darse un toque cuando lo necesite entre se­ manas. Si la cutícula está muy seca, un poco de aceite cada noche al hacerse el cuidado general la ayudará mucho. La cuestión del lavado de cabeza dependerá de lo seco o acei* toso que tenga el cuero cabelludo, de todos cada diez c doce dia» toso que tenga el cuero cabelludo, de todos modos cada diez o doce dias será suficiente. CHAMPION VENETIAN BLIND MFG. CO 4 2 3 STA.MFSA BIV O. .MANILA (55)
Date
1954
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted