En la Playa

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Part of Estudio

Title
En la Playa
Language
Spanish
Source
Estudio Volume I (Issue No. 13) Marzo 31, 1923
Year
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
l\T" rzo ejecute según la costumbre ºextranjera", op:testa a las leyes del país. ¡Po!íti-:os! Nos sat:'sfaría vero.s esto.i;; días eu~regados a profunda meditor:ón, rons·iderando lo'> extremos a c!omle a.n·a.c;t)'(( a lo.r: r-1b~cillas de 1111 ¡J11cl) 10 el c.<::pfl'ifu p~rtidi.sta, para q1:c ~:amás o.<:: apart.éís d·![ camino pm· el ru.-1! podá:"s condncfr a! p¡¡eblo Filipio a las cimas de su Independencia, donde le ,sea d'Ido 1~zsp,.rar a pulmón abiei to las aurns de Libertad. EL FIGARO. ESTUDIO ConfornH' hnhíamo:-; nnnnei:ulo, C'l Dvmingo rll' R:imos fu{• la eomuniún :n. l!l:2~ pascual (k los ('aliall<'ros de Colón CE la. iglt'sÍa pnrro(tllinl 111' Quiapo, eon(·Hrril'ron al !1t•rmo.-.;o :u·to m:'is 1lí' 1·ien lllÍl'lllhros r1e la IH'llt'm{•rib Onl('Jl t·olombina. L:i 1·orn1111iún In l'l'<'ihií'roll los C_1b:i1lercs d~ .manos del Illmo. Sr. :'\rzohispo ::\Insr. () "Duhe11ty. El martC'~ Ji.uho ini<-in1·i611 (ll' ~í'gnn­ clo grndo, ~· l'l mit'·r~·ole-; <11'. f('n·f'rn. Ful· mu.v <'l't'('i(lo 1'1 JJÍlllH'ro 1k los ini«iados, l'Htrc !ns t·u:ilt•s había 1listingnidos 1lodores, nfomado :tbo.~:iclos, c·o11oc·i rlos l'OlllC'rl·i :rn t l'S .'· ¡if'rio rl i <.;t ~1 <;. ¡·:-.; K:\ W l!T. ··-e;:··-,;: .. :---;;:::::'"-.;:::-;;::.~_,: ··--".. ::-·-,;::.:·--.".. ·:-.:. :-~~ EN E~¿Acfa~~Y A ~·~ .... :. ·:-:. ··:-:: :·~:. ::-~:::-:-·. :··- :: ::-:: :·-: ... -· .. :::..· Aquí cstcy, junto al mar, en es!a hQra de calma silenciasa, mística, de encantos llena,· cuando muere el dia crn el último desmayo del sol. Sentado en esta piedra, que mis amigas las olas a-:::arician~ apenas si acierto a coordinar una idea. La Semana Santa, ccn sus mfrte· rics, c::: n su grav::dacl, con sus re· cuerdos, unge mi alma ele religiosa tristeza, y hace revivir en mí días que fueron, y que no hab"rán de volver. Y el corazón, y el alma, y todo mi ser les tengo fijos en las penumbras del _nasado; ¡ele un: pasado que fué abun¿ante en purísim:is alegrías, Cf'mo fecundo después en dolores! Y al paladear, con realís/ma actualidad, esos añ -::s que no puedo olvidar. siento bañado mi corazón de dulce mefan.-:c lía; c?C·al si ·lo cubriese esa vagorcsa neblin~, que desde aquí estoy viendo alzarse en el lejano h-:rizcnte. Y el mar callado, las mansas olas, la luna triste, la blanda brfra, la quiett:d, el silendo, la scle·· c!ad, tod,,, todo parece estar ago .. biado bajo la pesadumbre del dolor, en eetas h"ras crzpusculares de las tarrles de Se1-::ana Sar..ta. /El Mcn•rmento, las Siete Palabras, el San~o Er.tierro, la s~leáad de MC!ria . .. !, Ncmbres y mis!erios sacr=santos, roc.ia.:los con las unciones dr:l mayor am.,r y del maycr doler! Ede año, cerno el pasado, como· el arterior, visito los terr-pl~s, sembra· des de amarillas y lacrimosas velas, enlutados, semioscuros; por entre c?ryas sombras siento el aleteo del Ar.gel ele Getsemaní y me parece per .. cibir los últimos auspirc;s, ele aflicción suprema, del Reo divino del Calvario, agonizante en la tenebrosa hora se:.ta de Viernes Santo. En otro1 tiempos, ya lejanos, fos visitaba tambi=n pero no sclo~ como ahora, sino en ccmpañía de mis dulces, ele mis aclrrac!a<J, de mis angelicales herma· \' ol. l. nitas, ¡ele Carmencita, de Concha! E íbamcs les tr.:?s con n::estra buzna, santa e idolatrada madr~; ¡de mi rr·:r.Jre, q:n lloró mt!chao:, m:ichísimas láerima:::; y viá d::!saparecer, una tras ctra, del nido del hogar, aquellas dos a·v::Jcil!a.s q'1e tanto lo alegr-aban ¡Carmc:tcita, Concha! a quienes la muerte atrevida, despiadada, cruel, arrancó de nuestro nido; sin compade;crt:e de aquellos ángeles inocen~es, pr..:l"Ísimos, de inmaculadas alb!lras. :-'.<:e r.:c:·c:·d:.- e~ aqucll:-s J::eve:; y Viernes Santcs lo llevo :;iem . .,re ccnm!go, pegado, adherido a mi alma. Y esfoy viendo aquí, a mi lado, en cda hora de cscuridad y Je aileneio, a la~ dos, a Carmencita, a Concha; que poco antes de ir a visitar las· iglesias, v~nían a mí, vestidas ya con sus trajecitcs negros, con su librito c!e -:-an~o dorado en .la mano, qU.e r,rdcaba el diminuto rosario de nácar. Y con scnrisa ele a1·roy?.1elo, ·con VO· c:!cillas de cascabel, me pedían, me exig:.an, que pasase revista a sus c!Ierpecitas; para ver si estaba bien la lazada de la sedosa cinta, prendida a sus cabellos ele ang~l; y si a.~crcdcn c:n grada los pliegues del vzlo c¡··e c'.?br[a sus cabecitas vírgey las des pagaban mi examen can un beso tizrno, suavísimo, ele cielc-; que .casi me hacía enfermar ele fclicic!ad pcr tanto amor como depo· si~al::an en mi rostro .sus coralinos labir.:s. Ji:ntos, calladitos, devotos, marchábamos a la lgleda; y al lado ele nuc~tra madre arrodillada, caíamo11 los tres de rodillas, unidos, pegados a ella, aprisionados a su falda; porque nos sobrecogía la oscuridad del templo enlutado, sumido en sombras. Y con e jos muy abiertos mirábamos al Nazareno, que allí estaba, a un lado de la l glesia~ con su túnica morada, ce n la .soga al cuello, doblada la ro .. clilla por la pesadumbre de la Crur., semiabierta la boca, con el rostro y los -11e jos tintos en sangre, que a hilos caía de su frente herida por las espinas. Nuestra madre primero, y nosc tros después, nos acercábamos, cp:-imido el '!Jecho de lastimosa com¡;n._-zon, para besar el pié sagrado, la/adrado, deshecho por el clavo cruel con qi_:e lo traspasaron los hom· bres in.gratos, .. lbamos después a la Capilla de la Soler!ad, la Capilla favorita de nues· tra madre. ¡Cuánta compasión y lástima n:)s causaba aquella Virgen Dolcr::sa, vestida de luto, y más en· lutado el corazón rasgado por siete csraclas! con aquel rostro de pro· fundo dolor, de amargura intensa; y aquellos ojos de tierna Madre, nubla-, d~s, oscurecidos por todos los sufri· mientas; de los que resbalaba una gruesa lágrima, quemante, abrasadora ¡la últ¡,:nal .porque los hombres sus hi_fos le habían hecho derramarlas te; das. Yo no sé qué oración brotó de nuestros labios de niños. Recuerdo que rezábamos la Dolorosa para que nuestra madre no llo· rase, no se viese como Ella. Y se lo pediamos así, porque en aquel Viernes Santo, a los pies de la Soledad, yo vi llorar a mi madre, sin ccmprender la causa de sus lágrima,-.. ¡Pronto lo sttpe! Con esas intuiciones que tiene el corazón ele las madres, que jamás se engaña, preser.t! a ya que aquellos dos angelitos, c armencita y e ancha, volarían al cielo antes de un año; porque aquel Viernes Santo fué el último que conocieron: y que pronto, ¡demasiado pronto por desgracia! las habría de seguir ella, dejándome solo, completamente solo; con estos recuerdos que yo les ofrezco en este día cual sagrado incienso en el altar Je mi corazón. La parca tan cruel e inexo .. rabie con las tres, no quiso ser compasiva conmigo. Dios lo dispuso así; bendito sea. "N°lÍm. 1:1 llf H l'ZO Ante la visión de tan negro porvenir lloraba aquella tarde mi madre tan buena, tan amante, tan madre. Y noaotros, mia hermanita.s y yo, llo· rábamos también, compaclecidos Je nuestras dos madres, la de la tierra y la del cielo. Nubladcu la.s alma• por aquella.s impresione.s volvíamos a casa, llevando la vela del monumento; y lo• tres permanecíamos callados, Forma· litas; pues mi madre nas prohibía todo ruido y grito, porque había muerto el Señor, y estaba llorando la Dolorosa. V ciase el pian~ cerrado, enfundado; sin que ni Concha ni ESTUDIO e armencita, a pesar de su in.saciable afición, se atrevie.sen a de.scubrirlo, durante la Semana Santa. ¡El ·piano de mis hermanita.! Aun .se conserva como dulcísimo recuerdo, como augusta reliquia: pero silencioso, mudo; sobre el cual descansa el retra'to de lcu dos, juntitas, abrazadas, 11onrientes, como están en el cielo: retrato que yo no puedo mirar ni besar, 11in mirar y enviar un beso al cielo j seguro, segurísimo de que me lo devuelven también ell~. No espera ese '!';ano, como el arpa de Becquer, una mano que arranque sus notas; porque donde sólo pu.sieron 31, 1923 la.a •uyiu lo• ángeles, no deben po_.I aarse otras mano•; y ángele• eran mía hermanita... ¡ Año.s ido11, días Felices de aquellas Semana.s Santas, de amorea delicadísimos de ventura. inefables! Cómo os recuerdo, y os siento, y os paladeo en esta h"lra, en e.ta soledad, junto al mar, li.ja mi vista en esas ola.s mansas q?1e parecen llorar contagiadas de melancolía! ¡¡Y pnsar que todo pasó ya, para no volver!! El SOLITARIO. CARIDAD CRISTIANA El héroe de la fiesta Es un pobre encarcelado, Por las leyes condenado Por haber robado un plato. Bajó deil monte a la cárcel Desde el barrio de Lirote Con vestido de igorrOte, Que es un traje muy barato. Y en las cárceles de Vigan Pagó su justa condena, Vestido de ropa ajena Con uniforme de tigre, -Ahora, sí, voy muy b:en Con este traje de perro; Pero al salir de este encierro, ¡Dios mío! ¡Cómo ves.tirme? No tengo casa, ni amigM, Ni comida, ni vestido, Ni siquiera un c1>nocido Ni un miserable centavo ... Mas Dios que quiere a los pobres Y leos consuela en sus pena.a, Le envió doa alma.a buena.is Que del preso se encargaron. -¿Qué te fa:lta, pobrecito? ... ¿Tienes vestid1> y dinero? .. , mas, respóndenos primero: ¿ Eres acaso criatiano? E1 Bautismo recibí; Me aé tod1> e) Catec1smo; Me llamo Luca.a Civismo; No tengo padres, ni hermanos ... Y dos 1lágrimas rodaron Por su morenita cara, Ccmo dos perla.s de Angara Y dos gotas de rocío. -¿Qué tienes, Lucas, que lloras? ¿Te fa1 1ta acu1> sombrero, O necesita. dinero, Para comprarte vest!do? -Nada tengo en esta cárcel; Pero a Jesús he llamado, Y un Padre Nueatro he rezado Diciendo: ¡No me abandones! -Nada temai.s, hermanito; Y o te daré un traje entero; Y yo un bonito sombrero Y otr1> par de pantalones. Te buscaremo• trabajo En una casa cercana, Y cuando salgas mañan~ Hal!-ará• p&n y cariño .•• ¿Quienes •on estos dos jóvenes, Seminarista• de Vigan Que su caridad prodigan? Se llaman P~ y Daría. P. DE ISLA. -~~~~~~~~~~~~~~~~ DR. LEONIDES LOPEZ LIZo MEDICINA GENllB.AL CHICOTE Y ARNAIZ ABOGADOS Tratamiento raC'ional y científico de la tuberculoaia en todas sus fo.rmas. Asma bronquial. Especialista en enfermedades de niñoe. Consultorio: 121 L. Guerrero-7 • 9 a. m.-2 a 4 p. m. TEL. 40~2. Dr. JOAQUIN QUINTOS MÉDICO Cllnlca: 174 B.etJ,, Intramuros Tel 232 B.esldencla: 1175 M. IL del Pilar Tel 6283 29 Legazpi Tel. 383. MAXIM O VICENTE Taller de Pintura, Escultura y Platería Prontitud y Esmero en los Encargos lmáe-enes, ande.e, a!tares, púlpitos, ornamento. de Iglesia, Mauso)eoa, Manumentos, Bordada. en oro, Lapidas, ele. 830-34 R. Hidalgo, Manila Tel. 3528 NUESTRO BUZÓN Para conveniencia y comodidad de nuestros colaboradores espontáneos y de nuestros •uscritores, algunos de los cuales nos escriben pidiendo pormenores o remitiéndonos datos interesantes, establecemos desde hoy es~a sección, en la cual contestarémos a aquella cuestiones qae no requieran correspondencia partict.tlar. Además, pueden dirigirnos preguntas y consu1tas sobre materias atañentes al campo rle acción donde se mueve la revista ESTUDIO, porque experimentarémos gran placer en poder serles a todos de algt.tna mayor utilidad. Agradeceríamos aúmismo a todos y a cadla uno de nuestros lectores que con toda libertad no.• hicieran sugestiones sobre la marcha rle ESTUDIO, en cualquiera de sus diferentes manifestaciones. Sería también muy conveniente que nos avisaran las quejas sobre la llegada de los nú- 1 t.1eros de ESTUDIO, para el mejor gobierno de la Administración. _ .__l Vol. l. -l:l- Núm. 13