Del Mundo cientifico
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Part of Estudio
- Title
- Del Mundo cientifico
- Language
- Spanish
- Source
- Estudio Volume I (Issue No. 18) Mayo 5, 1923
- Year
- 1923
- Fulltext
- Mayo ESTUDIO 5, 192~ 111 Del Mundo Científico 111 LA PIEDRA FILOSOFAL El surño dorado - de los antiguos todas la,-; respuc!'ltas donde sólo alquimistas era rl haHazgo de la inclu~-ó mrdia Yerdad. pi<'dra film;ofal, mediante la cual Hay "cambio" ~· "cambio". pudirsen com·ertirse en oro todas Cuando somrtcmos a la acción drl las sustaneias de la naturaleza. Cla- furgo una caldera de agua y hacero está que t'l afortunado mortal mos que se rleve <.;U temperatura que hubiese conseguido descubrii•- ha.;;ta la dr L'lmllición, proeurando la se hacía de pronto dueño de la que no disminm·a el cC1.lórico, irá humanidad, pues si nada resiste a pasando lentan;entc el líquido ¡¡] una ganzúa de oro, figúrense nues- estado gaseoso, hasta quedar al cabo trns buenos lectores qué puerta po- .<;in una sola gota el rcci,pijente. dría ¡wrmaneccr cerrada, cuando a Para cualquiera que tuviere dos Pila se llamase con un toquecito de . ojos rn la cara se habrá wrificado la pirdra. filosofal. un ''cambio'', pero el qur no rs ~e fórmula <fil!' YPstida al 1 'ng·11a.i(• filosófieo rrn iel'c 1leei 1·: rl pri nei pio material dP los cuerpo,; p1·1·manece inaltcrahlr, y sólo se n1tda p[ pl'illcipio formH·1. Pcrn es el casn, que nadi;:) llegó profano en la cirncia podrá <leei1·jamás a dar con Lste transformador no; cómo la trnsformación se rrdusoií.ado. y ho~-. en pleno siglo XX, ce a un cambio de forma ~- tan agua morimo"I la mayoría de los hombres e.•; la que queda suspendida en la sin haber tenido la fortuna de ver atmt1sfera. como la de la caldera siquiera e1l más estimado de los me- sometida a la acción del calor, siw1tales, f'Ontentámlonos con la plata, do la misma en uno y otro caso la la enal va esca,·2&ndo de manera cantidad. aterradora, y satisfechos en la ge- Pero, sometamos esa misma ·1gua nrrnlidad de los casos con un pu- a la acción dr la Plectrieida<l. Coñado de mugriento~ papeles, cuyo locada en PI yaso de un yoJtámentlor rs puramente nomihal, yá que tro cuyo fonrlo rstá atravesado por rn las crisis nacionales extremas ni <lo.<> alarnhn's 1lp platino, enm·<>nirnsin·p parn los más humildes menes- ternrntc ai<ila<los Y en eom1111ieaeión te1·ps de la vicia usual. <'On los polos de 'una pi.~a. sP la YC Prrn, las conquista~ de las ci<>n- <lrscornponrn;c, desp1·endiémlosc de eias van extendiéndose. de manera cada rxtrernida<l <le platino 1111 <limisorprendentc, ~- lo que hace veinte nuto sul'tirlol' <lP burbujas. s11hiPnaños era acaf:o consi<lerndu como rlo por 11na el oxíµ:eno ~- por la otra deseo quimérico de unos cuantos rl hidrógeno, los dos cuel'pos con-;exaltados ha lil'gadn a las veces a titutiYos del agua. Si ésta contiser u';¡¡¡ realidad. Y aun cuando no nÚa hajo Ja acción de la l'Ol'l'irntr hemos alcanzado todavía a conver- de la pila, acabará por comnmirse. tir en orn los postes de cemento, pasando al estado gaseoso; pero no llevamos yá eamino de obtenerlo, como en el 1•aso precedentP, donde dr dar <'rédito a lo <¡ne nos cuentan seguía sirndo ag-na,. sino comtit.ulas publicaciones eicntíficas sobre yendo ~-á dos cuer·¡w,;; ahsolutamente este particqlar. indrprndirntrs. Vivimos en el siglo de la electri- Hay un tercer linaje de "cam·a bio ". ~- sPría rl de un cuer.po simc1 ad. y es para nosotros tan vulgar ple que se convirtiese en otro, sin este género de iluminación, como pudo haber sido para los antiguos consrrvar las propit><lade.s del primela ('andileja, mas estarnos aún muv ro y adquiriendo otrns totalmente lrjos de conocer las infinitas aplic~- distintas. Este género de camb\,o cionrs a las cuales puede servir efi- Pra p] Qlll' JH'rseguían los rebuscadores dP ]¡¡ piedra filosofal. En f'I cazmente esta energía natural. La telegrafía y la telefonía sin primero d<~ los cambios apuntados, 1 ·1 ha habido mutaeión de forma, pero 11 os son las dos conquistas más estupendas de los últi- pe.rmanencia de la.s ,propiedades quínncas. En p] segundo, se descubre mos años, ~, aun no salimos de nuesademás de una forma distinta difet ro estupor cuando se nos presenta rentes prOJJirilades químicas. 'y en la ocasión de escuchar en el retiaoo l 1 h el tercero. de darse nn cambio así, e e ogar un concierto musical ejecutado a .algunos kilómrtros de dis- se supone una transformación ratancia y cogido al vuelo poi· el re- clical ele las propiedades físicas y de ceptor de nuestra habitación. las químicas, sin que el primitiYo cuerpo y el resultantr tengan nada <Es posible cambiar una sustan- que ver rntre sí. cia en otra? Preguntas hay a las N"o es menester estar muy entecm1les no se puerle re.spondcr cate- rado de las condicionrs en ias cuagóricamente y sin primero deslin- l ºfi es se ven can las combinaciones c~ar fronteras, porque cualiuiera químicas .. para sabrr qur la masa que fuere la contestación. tendría material de Jos elementos permanece las apariencias de error como las la misma, mientras que su naturaletienen siempre para lo's iniciados za específica cambia radicalmente, Vol. I. -11La filosofía Y las eir11l'ias naturalrs están eo~tl'stPs l'Il afin11ar la irnpo.~ibilid:ul <le una 111uta('i(m snhstanl'ial, en la cual camhiPn amhos pl'incipios, el material ~· PI formal. Mediante la combinaei(m del oxígeno y ¡]p] hidl'ógeno podremos obt1~ ner PI ag'na. ~- mrdiantr la <lrl eloro y el sodio ohtendn'mos la sal cornún. ]H'l'O nunca nos srl'Ú dado eonYCl'tir PI oxí¡.rrno en hidrógeno, ni ha1·c·r c·'orn del so~lio, porque esa m11L1ción substancial e1piiYalr a una ('l'eación. En estos o parl'cidos términos sr. han expresado siempre filósofos y cirntífico-;, mas parece• ser qne la natnralrza H' obstina Pn il' desmintirndo una a una nnrstras concl11sio1ll"'· y aun Psa qne ostentaba todos 11•s <':traf'trrr~ dr· un dr:gma inc·ontrovPrtihle. Pst.á a punto- de pa. snl' a la historia clr los errorrs sostPnidos durante más " lllPno-; tiempo 11or Jo.; amantps dp] saber. M. St l'inmdz. ingPniero de• lc1 "GP1w1·al Electi·ie Company'' de .\ml>rica ha id<'ado un aparato rlP!~ trico para prndurir rl ravo artifi· cial, ll'?l1111111trndo <'ll los hor;tPS dr nn <lispar¡¡dor nna trnsiím dr eirnto winte mil Yoltios. Dos sabios de la .lTniwr.sidacl de C'hicago se han va· licio cl<' Pste lllH'VO invrnto para co11yp1·tir rl hmg·strno Pn helio. Hieiernn doooorgar p] aparato generador del rayo artifiPial l'n un hilo ~:umamentr drlgaclo de• tungsteno, el eual exp!otó con un rnido formidahlr. como si realmente hubiese caído un rayo sobre él ~- produciendo una elaridad 200 veces ma,vor <fil(~ la dPl sol y una eh'Yaeión de tPmraf 11ra de cineuPnta mil grados. DPsp11é-; de la explosi{m sP pudo ('Olllprohar que los átomos de tun~steno se habían 1k:;compue:;to y el tun (J'_ stpno mrtálico quedaba 'co11vt>rticlt1 en helio gaseoso. Si con la tensión de cien to vcint c mil Yo!tios se obtienen efeetos tan sorprrndentes, ¿,qué marn villas nos tiene resen·adas la naturaleza ¡rn1·a cuando podamos acumular Y utilizar efi<'azmente tensiones de aigunos millones de Yoltios? ¿Podremo,;, mediante la aplicación de semejantes energías, llegar a realizar el su.cño dorndo clr los antig,uos alquimistas, que t¡¡ntas noches perdieron de claro en claro.. en busca de Ja piedra filosofal? iChi losa! P. RIQUíN. Núm. 18