Sonaba el Ciego que Veia

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Title
Sonaba el Ciego que Veia
Language
Spanish
Source
Estudio Volume I (Issue No. 18) Mayo 5, 1923
Year
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Mayo ESTUDIO 5, 1923 ~/ Soñaba el Ciego que Deia Nada tan fácil como coger el rábano por las hojas. Pero, tampoco hay quizá ningún medio más indicado para hacer brotar desavenencias entre quienes conservarían una paz provechosa, base indispensable de toda, acción social. Hablando sinceramente se llegan los hombres a entender. A fuerza de buscar pelos en el huevo acaban por lo común en el cisma las mejor cimentadas sociedades. Es de todo punto necesario el empleo de lentes acromáticas en el análisis ideológico, si hemos de obtener sin mezclas extrañas la verdad. Nuestro Prelado diocesano juzg,ó muy del caso introducir cierto retoque en un editorial de "The Philippine Herald", donde se dejaba traslucir la supuesta intransigencia de la Iglesia Católica en el camino escogido para resolver el importante problema de la educación religiosa en las escuelas a satis! acción de lo. comunidad, y dignóse hacer al mismo diario una declaración, en la cual se exponía la doctrina del Catolicismo, aunque brevemente, con toda claridad. Y, según el enviado de "The Philippine Herald", el Sr. Arzobispo se expresó así: "! want to make it clear that the Catholics, in advocating religious instruction in the public schools, are not asking that their religion be the only one taught. No. We are speaking for the Filipino parent who wants the support of the government to teach his child the religion he professes . .. W e who are in favor o f religious instruction are not exclusive. iA.ny religion can be taught in the schools." Lo cual, vuelto al español, reza como sigue: "Quiero hacer constar cómo los Católicos no piden la enseñanza exclusiva de su religión, cuando abogan por la instrucción religiosa en las escuelas oficial(}S. Nó. Estamos trabajando a beneficio de los padres de familia de F'ilipinas, lo~ cuales han menester de la ayuda del gobierno para instruir a sus hijos en la religión por ellos mismos profesada... No somos exclusivistas quienes trabajamos por la instrucción religiosa. Cualquier religión puede enseñarse en las escuelas." Advertimos haber sido tmnados estos conceptos de labios del Excmo. Sr. Arzobispo por un miembro de la redacción del diario matutino en el curso de una conversación, de donde las frases acotadas no tienen la precisión que te1idrín ;i de haberlas escrito nuestro querido PrP¡lado de su puiio y letra. Lo cual es muy de tenerse en cuenta para no tomarlas en todo su rigor gramatical ni en absoluta exactitud teológica, yá que el encargado de trasladarlas al periódico no esté acaso debidamente ilustrado en las verdades de nuestra religión, ni conozca quizá por menudo los artículos de nuestra fe. Y hacemos esta aclaración para poner de manifiesto cuán desacertado y ridículo ha estado "The Independent" al tomar aisladamente una de las afirmaciones atribuídas por el periodista al Sr. Arzobispo y entretenerse en llevar el agua a su propio molino, tarea indigna de todo hombre de recta intención, que nos recuerda aquel manoseado truncamiento del Credo, según el. cual "Poncio Pilato fué crucificado, muerto y sepultado", cuando en el Símbolo se expresa claramente haber sido el Juez del drama de la Pasión. ENFERMEDADES TROPICALES ( lA Evo¡¿uc~oN or UNA ··SARNA. · Vol.· I. -~- Núm. 18 Mayo :ms'l'UDlO 5, 1923 La exégesis tiene sus principios, universalmente admitidos por todos los comentaristas de sentido común. Y uno de ellos exige interpretar las cláusulas ambiguas de un escrito o discurso, de acuerdo con las doctrinas en otras ocasiones expuestas por el autor, a menos de haberse él retractado con indubitable sinceridad. Y cuando por ventura la personalidad del escritor va unida a un cargo cuyo ejercicio pugna con este o aquel sentido posible del te:rto, sólo quien obrnre de mala fe podrá creerse autorizado a torcer el significado genuino de la oración. "The lndependent" debía saber, a menos de ignorar hasta los rudimentos de la psicología social, cuál sea la actitud de nuestro Prelado 1·especto a las doctrinas Católicas admitidas de polo a polo, y como una de ellas enseiie no ser posible la salvación fuera de la UN/CA Iglesia legítima, si yá no es que, quien muriere lib1·e de toda culpa grave, hubiese de buena fe vivido extramuros, solamenteº la dafíina voluntad ]Judo inclinar al semanario a escoger la errónea interpretación de su editorial. Ni el Sr. A1·zobispo ha dicho nunca, ni lo dirá jamás, so pena de hacer traición a las enseilanzas del Catolicismo, que "todas las religiones sean igualmente buenas", porqu<- repugna a la razón la posibilidad de ser verdaderas dos proposiciones contradictorias. De donde como en el cuerpo dogmático de las diversas sectas cristianas (dando yá de mano al paganismo) se encuen_ tren fórmulas manifiestamente opuestas, si acasfJ una de ellas cae dentro de las fronteras de la verdad, inevitablemente habrá de pertenecer la otra al círculo del error. Hay entre ambas irreductible incompatibilidad. Mas, como la Iglesia respeta la conciencia de cada cual, no se opone a que todo ciudadano sea instruído durante su nifíez en la religión de su.; mayores, ni menos todavía intenta alzarse con el santo y la limosna para imponer sus creen1Jias a propios y extrafíos, antes por el contrario ordena a sus Ministros negarse a la admisión de los menores de edad, si no vinieren con el consentimiento de sus padres o tutores, por evitarles de este modo en lo futuro el peligro de perversión. De este principio se deducr la conclusión puesta en boca del Sr. Arzobispo por el representarde de "The Philippines Herald": "Cualquie1· religión puede enseñarse en las escuelas", la cual al.go más desarrollada pudiera declararse en es·ñanza de la religión en las escuelas oficiales, como elemento primordial de toda i·crdadera educación, pero nadie se llame a engafío al creer que· esta demanda l!eva aneja la exclusión de las sectas disidrntEs, cualquiera de las cuales podrá explicarse a los niños cuyos progenitores lo requirieren así". Esta, y no otra, es la rerdadera acepción de las manifestaciones de nuestro Prelado, y, más que indignación, nos ha causado asco el proceder del editm·ialista de "The Independent", cuando, armado de los trapillos de Arlequín y sin reparar en la respetabilidad de la persona cuyos gestos se proponía desfigurar, le presenta al público en traje de carnaval, para permiti1·se ante sus lectores el lujo de exclama/' alborozado: "¿Lo veis? Hace ocho aiios que yo a_varezco nsí. ¡Al fin, ha venido a vestirse como yo!" Sofíaba el ciego que veía. . . No acaricie "The Independent" semejante ilusión. Sólo podrá coincidir en ese linaje de opiniones con el Excmo. Sr. Arzobispo de Manila ?J con cualquiera de los Prelados Católicos derramados por .el mundo, cuando renuncie a las suyas propias, para aceptar sin "distingos" y con la "fe del carbol'iero" el sublime Símbolo de los Apóstoles, único código doctrinal que no ha sufrido en veinte centurias de existenc;a variaciones esenciales, ni las habrá de experimentar, mientras Dios fuere Dios. Entretanto, puede seguir, si así le pluguiere, combatiendo a la Iglesia Católica y a sus Ministros, pero a condición de ponerlos a la vista del público en su privativa vestidura, porque no está admitido en el código de caba!leros retratar a cap1·icho al adversario y endosarle tales o cuales opiniones al azM', para luégo destrozar impunemente con nuestros disparos aquel mani.quí fabricado vor nuestra imaginación y apuntar a renglón seguido un triunfo quimérico en el escudo de armas de nuestro cuartel. Si ha de luchar, sea en campo raso e izando su bandera en asta de considerable elevación. Mas, no intente hermanarl.a con la nuestra. Entre el Catolicismo y "The Independent" media un abismo: el que separa a la verdad del error. Donde él encajare, estamos nosotros de más. Allá donde se asientan nuestros reales, no queda vacante alguna para él. Si otra cosa se ha creído, según se trasluce del editorial de su último número, sufre la equivocación del ciego de marras. Soñaba el pobre tos términos: "Exigimos los Católicos la ense- J. WELMAN ,,.-~~~~~~~~~~~~~~~~.:....:.....· .:.:....:::..=.:.:..:.:::..:....:....·~---' que veía ... **************************7'~~0'1:**~~'*""";.***;:"* 1 COLEGIO ~; 1 * * DE ~ : * * ~aitta ~~ta : ~ : : Este Colegio de niñas, dirigido por las Reli- ; 1 giosas Recoletas, cuenta con un salón y dor- : ; mitorio ventilado, da sana alimentación a ~ ; sus alumnas a las que educa sólidamente e : .,,. instruye en la ciencia y en el arte. * * * i Está reconocido por el Gobierno, * : Admite alumnas internas, mediointe;onas $ * y externas. * ~ SAN SEBASTIAN MANILA, I. F. ! ****************************************** Vol. I. -4Pti.TRlti PANADERÍA, Y FÁBRICA DEBIZCOCHOS, Y DULCES, OHOCOLATE, Y CAFÉ MOLIDO OFICINA CENTRAL:-635-637 Legarda, MANILA. Eepeciailistas en: PANES, ENSAIMADAS, BIZCOCHOS, PASTAS, MAMONES, y DULCES. 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