Risuena perspectiva

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Title
Risuena perspectiva
Language
Spanish
Source
Estudio Volume II (Issue No. 29) Julio 21, 1923
Year
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
r-EVISTA ;sEMANAL E11tered as seco11d cla5s matter at tl1e Post-O/fice al )fa11ila DIRECTOR: _í\lrjanbro ilr A.boifü TEL. 572 ADMINISTRADOR: _(!lluubto i!l. be iljmuriaga P. O. BOX 1659 Vol. 11 Manila, 21 de julio de 1923. Num. 29 Risueña perspectiva No hay sino enfrascarse en la lectura de la Historia Eclesiástica para contemplar con serenidad los altibajos de la Iglesia Católica durante la presente generación. Cuando recordamos su existencia en el misterio de las Catacumbas y los tres siglos de persecución imperial, que parecían haber de ahogarla en su propia sangre, y a ello llegaran los Césares romanos de tratarse de una institución humana, nos apena, pero no nos estremece, tener encarcelado a nuestro PapaRey, ver expulsados de esta o de aquella nación a los ministros del altar, incurrir en la opresión de tal o cual gobierno o regar con sangre de Obispos y Sacerdotes el caótico Estado del moderno "Azote de Dios". Si el sol se aparta de un meridiano es para derramar su luz en otro hasta entonces menos iluminado, y si la divina Providencia consiente en sus inapelables juicios el eclipse temporal del Catolicismo en el fenecido imperio de los Zares, le ha preparado al mismo tiempo un camino real esmaltado de flores, aunque no exento de espinas, en países donde los anales de estos diez postreros lustros aparecen manchados con las salpicaduras de vergonzoso despotismo legal, en nada inferior a la sanguinaria estela que va marcando el pai::o de las huestes de Lenin. Francia, la hija primogénita de la Iglesia Católica, creyó más elegante y muy más en consonancia con los adelantos científicos de nuestros días, quebrantar de golpe sus ataduras morales con Roma, y llevólo al cabo, coreado de los aplausos de todos los impíos derramados por los pueblos latinos, que acentuaron la manía anti-religiosa del gabinete francés, juguete a la sazón de las Logias, empeñadas en realizar el sueño fantástico del "patriarca de Ferney". Merced a la acción purificadora del dolor, ha cambiado hoy notablemente el escenario religioso del pueblo de San Luis, y aun cuando no le sea posible deshacer el daño causado con su política de persecución, muestra va dando de haber entrado en un régimen franco de "igualdad, libertad y fraternidad'', a pesar d~ los gritos de protesta de una minoría insignificante, que, por desgracia común a los países Católicos, cuenta en el Congreso y el Senado con numerosa representación. Si toda cantidad comparada con el infinito adquiere el valor de cero, no se nos alcanza cuán poco hayan de montar en la estimaJulio ESTUDIO 21, 1923. ción de Dios, Eterno por esencia, un puñado de años, y así se comprende cómo parezca a las veces dormir sobre la barca y descuida1· la marcha de la humanidad, dejándola entregada al desbordamiento de sus propias pasiones, cuyo ímpetu arrollador pone en jaque la estabilidad misma de la máquina de la creación. Y es que cuando Dios borra, se prepara a escribir. Al alzarse los pueblos de la Europa envejecida los unos contra los otros, sedientos de sangre y destrucción, dijera el menos pesimista ser los toques de clarín de los ejércitos beligerantes el preludio de aquellas otras sinfonías de trompeta con que, según testim·onio de los Libros Santos, ha de llamarnos a junta, al terminar la escena de este mundo, el ángel del Señor. Mas, nó. Enmudecieron un día los cañones, reinó el silencio de los cementerios en los campos devastados y cubiertos de cadáveres y tomaron provisionalmente los soldados el camino de_l hogar. Y cuando hubo transcurido la borrachera de la victoria, y se propusieron los triunfadores saldar la~ cuentas, y decidieron, terminado yá el balance, reanudar su pretérita vida nacional, observaron con terror hallarse entre la espada y la pared. Habíanse dejado llevar del sectarismo masónico. tan en boga durante el ocaso del siglo XIX y la aurora del XX, y, al influjo d8 la eterna enemiga del Catolicismo, persiguieron encarnizadamente a la Iglesia, saquearon los conventos, conculcando el principio sagrado de la propiedad privada, expulsaron a los religiosos de los distintas denominaciones, haciendo mangas y capirotes del derecho a la libertad individual y colectiva, y abofetearon la venerable figura del anciano Pontífice, al romper, con la violencia del odio más sañudo, toda relación diplomática con él. Pero, algunos años después trasponían las fronteras francesas los soldados del Kaiser, y durante la espeluznante guerra europea divisaron los perseguidores en toda coyuntura, a retaguardia de los combatientes d2 uno y otro bando, la blanca silueta del Papa, caminando penosamente a la zaga de las hordas destructoras, para atender a los heridos, recoger a los huérfanos, repartir sus ahorros entre los hambrientos y satisfacer la corrosiva curiosidad de cuantos ansiaban conocer el paradero de los suyos, mientras usaba de toda su influencia por conducir "' Jos luchadores al terreno de Ja paz. Y Francia, la primogénita que se obstinaba en huir de Ja casa paterna, se conmovió al ver llegar de todos los puntos del globo sus hijos desterrados por una inicua ley, para participar de las venturas o desgracias de su Patria, luchando a la sombra de la enseña tricolor. Y fué aún más profunda su emoción cuando, licenciadas las tropas, notó cómo los religiosos supervivientes tomaban de nuevo el camino del destierro, muy ajenos de atribuir mérito alguno a su heróica conducta y muy satisfechos de haber cumplido con un deber Hoy ha reanudado sus relaciones diplomáticas con la Santa Sede, mira con el respeto que se merece al encarcelado del Vaticano y presta atento oído a las indicaciones procedentes de las cancillerías romanas, porque la triste experiencia del pasado le ha hecho conocer cuál sea en definitiva la suerte de quien se empeña en escupir al cielo, y no otra cosa viene a hacer aquel que levanta bandera para oponerse a Jos designios de Dios. Los fracasos consiguientes a la persecución religiosa van demostrando a las naciones lo peligroso y nocivo del sistema, y si µor ventura no les lleva a darse golpes de pecho la fe en Ja promesa del \iivino Fundador, según la cual las puertas del infierno jamás han de prevalecer, Jos descalabros de la historia van conduciendo a los más al arrepentimiento y no es necesario ser optimista exagerado para augurar a la Iglesia Católica un risueño porvenir. También por estas latitudes proyecta su wmbra el alma de Nerón, pero no tienen nuestros correligionarios por qué temer. Si el Canciller de Hierro, en el colmo de su poderío político y militar, disponiendo dzl ejército más disciplinado y poderoso de Europa, y seguro, al parecer, de toda quiebra posible, lanzó en memorable ocasión aquel reto, cuyo eco se oyó en todo el mundo civilizado: "N ach Canossa gehen wir nicht!", para verse un día en el trance de volver sobre sus pasos y cesar en las despóticas campañas del Kulturkampf, comprendan nuestros Bismarck de cartón no haber de salir ellos más airosos de la temeraria empresa de dar coces contra el aguijón. Todo lo humano es esencialmente deleznable, pero la Iglesia Católica, como institución divina, como obra asentada por Jesucristo sobre roca inconmovible, ostenta e 1 signáculo de la eternidad. PAULINO. ( • '--------· 1 1 CAVANNA, ABOITIZ & AGAN 1 ABOGADOS 1 ¡ ROltaa Bldg. N.o 212 Tel. 572 Vol. II. -2- Núm. 29.