Emparedados
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Part of Estudio
- Title
- Emparedados
- Language
- Spanish
- Source
- Volume II (Issue No. 49) Diciembre 8, 1923
- Year
- 1923
- Fulltext
- Diciembre ESTUDIO 8, 1923 sé si "The Independent" tendrá lectores en nuestra Metrópoli actual, ni me he trabajo alguno por averiguarlo. Pero en caso afirmativo, ¡buma idea se van a formar aquellos señores de la moralidad reinante entre los ele.'nentos que manejan aquí las riendas del poder! Para el semanario del Honorable Señor Don Vicente Sotto, diputado por el segundo distrito de Cebú, todos los que mandan son ... ¡ladrones! Así. Como suena. Expuesto a las veces con rodeos retóricos y dicho otras con toda claridad. y es lo que solemos exclamar para nuestra c:imisa de chino: ¡Qué juicio tan favorable se formarán de los Filipinos en Washington cuando lei,n, "The lndependent" ! Si "The Independent" tiene leyentes por allá. Lo cual sería al fin de cuentas una calamidad, una indiscutible calamidad para el buen nombre de nuestra Nación. Los lectores de ESTUDIO están yá muy enterados de la importancia vital de las TIJERAS en la redacción de la "revista de revistas" del Honorable Señor Sotto. Gracias a ellas, sale a la calle "The Indepenient" sabatinamente, a recoger dinero a cambio de lo robado de otras publicaciones. Mas también hay entre aquella "dula" de es~ribientes otro utensilio de uso muy frecuente 1! para ellos de gran utilidad. Es el embudo. De él se sirven para emborrowir el mezquino espacio que dejan en blanco las TIJERAS y los anuncios. Discurrir bien, razonar de acuerdo con la ló :¡ica., parece cosa fácil, pero no lo es tanto como se lo figuran quienes nunca acertaron a penetrar en las arideces del "Barbara, Celarent". Por eso, sin duda, ha enarbolado "The Independent", según nos lo tiene dicho en más de una ocasión, la "bandera blanca del LIBREPENSAMIENTO". Para esos seiíores son sinónimos la "libertad d? pensamiento" y el "pensar sin norma ni carril", desempachado de frenos y andadores, de guías y farol. Y, claro, se pasan la vida, su vida de "periodi;tas", jugando a la gallina ciega. Corren con los ojos vendados, atrapan algo, lo palpan de un lado y otro, sueltan su opinión y resulta ... una barbaridad. Por lo común. Porque alguna vez dan en el clavo . .. a fuerza de pasarse la existencia descargando golpes en la herradura. Y no sin fundamento aseveramos ser el EMBUDO la segunda de las armas del hebdomadario del "soto" y de la "calleja". ¿Que el señor de Malacañán ofrece alguna prebenda a este o aquel santo de la devoción del Honorable Seiíor Sotto? Pues yá tenemos al Honorable Don Vicente con el tambor atado al cinto para atronar con laudes y "Te Deum" los oídos de la vecindad. ¿Que el Congreso de Diputados o Cámara d~ Representantes juzga oportuno nombrar para tal o cual puesto de nueva creación a quien no be•a la mano del Tío Tijeras? Aun no lo habrá sabido el mismo beneficiado, y el Honorable Señor Caballero por el Segundo Distrito de Cebú andará yá de corrincho en corrin~ho queriendo convencer a todos que ni el cargo es necesario, ni el elegido tiene hombros adecuados para poderlo debidamente ejercer. Lo dicho. A falta de razonamientos y silogismos, EMBUDO al canto. Desvués de todo, el plan de acción es atacar a tuerto o a derecho a cuanto 3 no fueren de nuestro cuartel. Por supuesto, en nombre de la libertad y a b sombra bienhechora de la "bandera blanca del Librepensamiento". Y persiguiendo en toda coyuntura el bien de' Pueblo (con mayúscula) y la Independencia Nacional. ¡Uf! Honorable Señor Don Vicente Sotto, Abogado con Bufete y Diputado por el Segundo Distrito de la Ciudad de Cebú (¿hay más?) no tiene V. precio para bululú. Y así le sucede en todo. Por ejemplo, le ocurre a un soldado meterse a teólogo y emborronar consideraciones "filosóficas" sobre la religión. Vol. II. -8- Num. 49 Diciembre ES'fUDIO 8, 1923 Como éstas sean directamente ofensivas al Catolicismo, se cree un diario local en el deber de poner los puntos sobre las íes y dar lo suyo a cada cual. A "The Independent" le suenan a sinfonía los disparates del uniformado y protesta contm la defensa del segundo, fundándose en el. .. espíritu de TOLERANCIA. Es decir. La TOLERANCIA le deja al uno lJ puerta abierta para insultar... Esa misma TOLERANCIA le impide al otro salir por sus propio; fueros ... E idéntica TOLERANCIA le autoriza a "The Independent" para aprobar a quien pega y criticar al que se defiende . .. Señores, cuando pasan rábanos, comprarlos. Ahí tienen VV. simiente. abundosa con que aho. gar todos los cogonales del país. Y no fuera menu lo el beneficio. Mas nadie ponga en tela de juicio que el EMBUDO sea el cacharro preferido del Honorable Señor Don Vicente Sotto, etc., etc., después del initrumentos de las TIJERAS. Sin TIJERAS y sin EMBUDO, no concebim?s la personalidad ni aun la existencia del H. Sr. Diputado por el Segundo Distrito de Cebú. ¡Y que es peregrina la teoría de la "toleranc:a" zurcida por el semanario anticlerical! Demos el caso que caminan VV. por lu calle, sin ocasionar molestia alguna a ninguno de los transeuntes. De p1·onto se cruzan VV. con un alarbe, e! cuil como les descubre al alcance del brazo, comunica al pu11o un movimiento de avance y lo deja cae,· sobre el 1·ostro, dejándoles a VV. maltrechos. En opinión del Tío Tijeras ese supuesto anim:il tiene derecho a descargar la puñada, pero la víctima carece del de la defensa, porque debe ser "to'erante". Y eso lo afirma quien se ha pasado toda la v:da mordiendo en la fama y buen nombre de los demis, aun de los seres más inofensivos de la sociedad. Y querría imponer a todos el deber de no repeler la injusta agresión, para continuar ejerciendo sin consecuencias enojosas su oficio de roedor. No, Honorable Señor, no. El amor a las ideas no ha de ser platónico. Nuestro Catolicismo no puede limitarse a oir Misa y rezar el rosario. Nos creemos en la obligación de protegerlo contra los ataques de sus muchos enemigos, nobles unos pocos, convencionales los más, y por su; hipidos y protestas no hemos de cejar. El que no quiera mojarse las bragas que no salga a pescar. Quien se arredre ante las píldoras del adversario, que no le provoque con sus imprudentes disparos. Pero ir por moras y quejarse luégo de habe: vuelto a casa con arañazos en la cara y aun en otras partes, demuestra no saber lo que se trae en~re manos. Respete "The Independent" a los Católicos 'J cuanto se relaciona con su religión, y los Católicos se cuidarán de meterse con él. Estamos a la defensiva. No se nos aducirá un solo caso en el que haya partido de nuestro campamento el primer grito de combate o la primera, bala de fusil. No lo olvide el Honorable Señor Don VicentJ Sotto, Abogado con Bufete y Diputado por el Segundo Distrito de la ciudad de Cebú. No lo echen en saco roto su testaferro de la "cilleja" y la compañía de tijereros de la redacción, a quienes no les faltarían medios más "honorables'º de ganarse la morisqueta y el "tinapá". ¡Palabra! Verdad es que hay hombres muy exigentes.El día pasado tropezamos con uno muy disgustado porque "The lndependent" se reduce al papel de~ perro ladrador. ¡Y no muerde! Aquel individuo no nos conocía, mas nosotro; sabíamos de tiempo atrás su manera de pensa1". Comenzamos por dar algunos golpes de ince;ario a la labor "depurativa" de la publicación del Honorable Señor Diputado por el Segundo Distri ·o de Cebú. Era la carnada. Mordió el anzuelo y dejó caer, sin entusiasmo, alguna alabanza para Tío Tijeras, pero quejóse amargamente a renglón seguido de lo que, en su opinión, era cobardía o incapacidad. Hurgué con disimulo en aquella escondida lla1a y muy pronto salió a la superficie el pus. Según mi interlocutor, no debe lanzar bravatas el periodista cuando no tiene la seguridad de poderlas poner en acción. Y habiendo "The Independent" prometido si:¡uió diciendo, apagar el "tinhoi del obscurantismo", como le llamaba a ESTUDIO, muestra falt1. de capacidad o de valor al dar la callada por respuesta a los repetido puyazos de esa revista clerfral. Yo no estoy conforme, dijo al terminar, con l'Ls doctrinas de ESTUDIO, mas por lo mismo que soy "librepensador" admiro a quienes defienden con tanta tenacidad su propia religión. Gracias. Pero no es para sorprenderse. El taoón y la constancia en el sostenimiento de una idea están en razón directa del convencimiento que de ella tiene el disertante. El pobre Tío Tijeras no cree en NADA. ¿Cómo quiere mi interlocutor que rompa lanzas en pro de cosa alguna? Fuera demasiado exigir . .. Vol. 11. -9- Nu'l'l. 49