El Aglipayanismo es Herejia

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Title
El Aglipayanismo es Herejia
Language
Spanish
Source
Estudio Volume III (Issue No. 57) Febrero 2, 1924
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
F~brero ESTUDIO 2, 1924 El Aglipayanismo es Herejía REALIDAD HISTÓRICA DEL MILAGRO i A verdad histórica de los hechos extraordi.•• narios, que llamamos milagros, puede conoc.erse con el mismo grado de certeza que cualquiera de los hechos que nos enseña en sus páginas la Historia. Y no es de maravillar, puesto que los milagros son hechos perceptibles por los sentidos y se hallan sujetos al estudio y comprobación, como los hechos reales, que impresionan a diario nuestros sentidos. Dos maneras de comprobación podemos señala1· en todo hech~ mÚagroso: la experiencia propia y el testimonio ajeno, es decir: cuando presenciamos nosotros mismos el milagro, o cuando lo recibimos de los que fueron testigos presenciales, o sujetos del mismo hecho milagroso. Para convencerse hoy día de las curaciones mi,lagrosas, que se realizan con harta frecuencia, por ejemplo, en la gruta de Lourdes, basta estar bien enterados de la enfermedad de los pacientes, y luego ver con nuestros propios ojos que se levantan repentinamente de sus camillas, que se curan instantáneamente, tuberculosis, gangrena, cáncer, f1·actura de huesos, ce.quera, sordomudez, desviación de la espina dorsal, etc. etc. Sin embargo para los que no se hallan presentes a tales hechos extraordinarios, que exceden ev-identemente a. toda fuerza humana, basta saber que al pié de la maravillosa gruta, funciona con toda regularidad un cuerpo o tribunal de médicos, que s.e ocupa en comprobar las curaciones realizadas a los pies de la Virgen Inmaculada, o (T! paso de Jesús Sacramentado. Y .estos doctores examinan seriamente estas tres fases: La .el enfermo ¿era incurable?. . . 2.a ¿se ha curado? 3.a ¿continúa después curado?... Sólo pues, se registran los milagros, que contestan sati.~factoriamente a estas tres preguntas; los demás que ofrecen alguna sombra de duda, se rechazan. A fin de que el apóstata Aglipay y los sabios lectores de su "Catequesis" se convenzan de la verdad histórica de los milagros referidos en los Libros Santos, le pondremos ante la v-ista un hicho sorprendente, recientemente acaecido en Lourdes en Octubre de este año pasado de 1923. Lo conocemos por el testimonio de la prensa veraz, que lo mismo nos refiere los horrores del hambre en Rusia, como las energías desplegadas por el gran Mussolini en Italia, y el famoso golpe de estado, ejecutado en España en Septiembre del año pasado por el magnánimo General Primo de Rivera. A consecuencia de la epidemia gripal, de que fuimos también víct'Ímas los filipinos en 1918, fué atacado en Royan, Francia, el niño de 12 años Jacques Fleury. De resultas de la enfermedad contrajo una bronconeumonía que degeneró en el mal de Pott cervical y quedó el niño completamente paralítico. Y ¿cómo pudo ser curado este niño? Oigamos el inte1·esante relato del intrépido diario franc.és La Croix. "No podía, dice, tenerse el niño en pié, ni menos andar, como lo certificaron los doctores .Baudet y Rocher cuatro o cinco días antes de partir. Jacques llegó a Lourdes el 8 de Octubre, ha.ciendo el viaje echado, pero no encerrado en su co1·sé ·de yeso, quec hubier.on de quitárselo por los dolores y la deb.ilidad del niño. .. El ?Jtartes 9 y el miércoles 10 pasan sin novedad. El 11 le repugna ser metido en agua fría, y se contenta con lociones en la frente, la nuca y las partes inferiores, y el enfermito se encuentra mejo1·. El viernes 12, después de comulgar en la Gruta, lo meten en la piscina; y, al ir a :uicarle, he aquí que se tiene tieso, sube sin dificultad las gradas y avanza hasta la cortina, que cierra el local. En el hospital bu ja él solo del carruaje y anda sin dificultad. He aquí las conclusiones de los distinguidos médicos, según el J ournal de la Grotte, firmadas por el Dr. Marchand: 1.a El joven Jacques Fleury ha padecido realmente de mal de Pott cervico-dorsal con paraplegía.-2.a La curación de todos los síntomas morbosos ha sido súbita y completa, en la piscina, esta mañana, viernes 12 de Octubre de 1923.-3.a-Esta curación, vistas las condiciones en que s.e ha realizado, no puede ser atribuída a un proceso natural. La población de Royan, que había visto siempre a Jacques echado en su carrito, le ve ahora corretear, despierto y juguetón" ... ¿Qué os parece, Señores de la "Catequesis"? ¿Son imposibles los milagros? ¿Son hechos perceptibles, sensibles, realmente históricos? . . , Y estos milagros se han ido repitiendo hace 66 años a los ojos del cultísimo público francés, y ante inmensas muchedumbres de peregrinos de todos los países de la culta Europa y de América. Con todo, ante estos milagros asombrosos, obrados poi· una fuerza y poder sobrenatural, o como se expresa el Dr. Marchand, que no pueden ser atribuídos a un proceso natural, los partidarios del apóstata cura de Batac, contestan de la mismísi?na manera que los judíos en tiempo del Divino Salvador, o cerrando los ojos a la evidencia; o atribuyendo los portentos realizados por Jesucristo a Belcebú; o tergiversando los hechos y mintiendo descaradamente como en la Resurrección de Jesús al tercer día, con! orme estaba por El mismo vaticinada; o tratando vilmente de dar la muerte a Lázaro, resucitado después de cuatro días de muerto; o finalmente confesando muy a pesar suyo unos milagros tan claros y evidentes realizados a vista de todos; pero cruzándose de brazos estoicamente ante la evidencia; y exclamando impía e ilógicament.e como los incrédulos del siglo XX: ¿qué hacemos, Sáíores, porque Jesucristo obra muchos milagros? ¡Si lo dejamos así, todos aeerán en él! . .. Y la conclusión final, parece la consigna g.eneral de la rabia judaica, conjurada contra el Señor y su Iglesia: "Y así, dice el testigo ocular San Juan, desde aquel día no pensaban sino en hallar medio de hacerle morir". ¡Neguemos, dicen los .enemigos del milagro, neguemos siempre; calumniemos, que algo queda; enviemos a Zola para que con su indecente pluma se oponga a los milagros que se realizan ante la gruta de Lourdes, y echemos mano de la prensa, de la novela, del folleto impío, para apagar esta luz que nos ciega, y esta verdad que nos confunde! . .. Pero la luz se abre paso; la miserico1·dia de Dios desciende a raudales sobre los cuerpos y sobre las almas, y la Iglesia va capitaneando a sus hijos, como un día Moysés a su ¡JUeblo, en medio de maravillas y portentos sin cuento. ¡Borrar los milagros que se contienen .en los Libros Santos; y cerra1· voluntariamente los ojos a las obras de Dios que se vienen realizando en la Iglesia de Jesucristo, en seguir el funesto camino de los enemigos de Jesucristo! Examinemos como los Doctores en la Gruta de Lourdes; pero creamos los hechos milagrosos realizados sobi·e todos las fuerzas de la naturaleza. P. DE ISLA. -5- Núm. 57