De ocho mil a quince mil pesetas cuesta un buen traje

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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina

Title
De ocho mil a quince mil pesetas cuesta un buen traje
Language
Spanish
Source
Volume VI (Issue No. 129) Marzo 4, 1954
Year
1954
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Be ocho mil a quince mil pesetas cuesta un buen traje de to En alguna ocasión, hablando de la Escuela Taurina de Vista Alegre, nos hemos referido en AMBIENTE al coste de los equipos de torear. Esta es la preocupación máxima de muchos novatos» en el arte de Cucha­ res; gente modesta por lo gene­ ral, la adquisicón de su equipo les cuesta el dlásico ojo de la cara, y no por mor del moña­ co, sino del sastre; claro que, co­ mo ahora veremos, existen faci­ lidades ipara ei’ alquiler de los trajes, pero el sueño de todo no­ villero pincipiante es tener bu propia ropa, su estoque, su mon­ tera; su traje de seda, con borda­ dos de plata y oro; ese traje antiquísimo y clásico que da a la figura ceñida del hombre, en el ojo caldeado de la plaza, l’a ma­ jeza y la prestancia del héroe. Ed decano de los sastres de toreros en Madrid es, a su vez un antiguo torero: don Angel Linares. El ha contado cómo comenzó su vocación per los rue­ dos, alternada con la aguja; los años de su infancia vendiendo canarios y aleluyas; el padre» co­ chero por la noche y zapatero de día; el aprendizaje en una sas­ trería de la calle de Espoz y Mi­ na; el hallazgo de veinicinco pe­ setas, entonces una fortuna, que le permitió comprar ana entrada y ver a loa entonces novilleros Machaquito y Largar» tj >. -—Yo. desde mi fila tercer©'— fltóce eT señor Linares—del ten­ dido tres, vi perfectamente toda la lidia. ¿Cuanto ganan esto© fenómenos por torear? Mil quinientas pesetas, me dijeron. Pues eso lo hago yo. Y lo h:zo. Se laní o a las cam­ peas ^en dos pueblos del cinturón madnleñó, sin abandonar por eso la aguja, formando parce de algunas cuadrillas famosas. Después, gj entusiasmo taurino le fué decreciendo; hizo su pri­ mer vestí So de torero a i‘.estro Corchaíto, al que cobró 1.500 pesetas, ganando cuatroricrfr*© línuidas tv-t su trrabajn. Era algo menos de Ib que cobraban aquel?os fenómenos, n^ro el oficio era ma« sequro, más fijo v ... no había toras; aquesta grandes furrios de pa^as, pode­ rosos dz» testuz v de enormes corn&mer/tas intactas . . . Dan Angel L'nares decido, pues, refugiarse en el taller de su sastrería de torero,. Los pri­ meros encargos trajeron otros . . ., y hasta hnv. Como ha con­ tado Urrutia,, Don Angel Linares tuvo una creación: el vestido blanco, cuyo primer modelo tuvo por obieto descargarlo v alige­ rarlo de precio» poniéndole al al­ cance» incluso, de los subalter­ nos. Pero tuvo el inconveniente r'e que la figura centtral de la f esta el matador, aparecía vesti­ do iguaT que sus banderilleros; hutx, que reformar el vestío blanco y añadirle adornos de jro para el espada. Hoy, el precio de un traje ¿e torero oscila, según los adornos —oro, plata, seda—» entre las 8.000 y las 15.000 pesetas. Por la primera cantidad puede obtenerse un traje bastane decente y es el que se encargan los novilleros que empiezan a abrirse camino Los diestros famosos sueden ha­ cerse trajes más euros De PXi MMM * <#■. modos, demasiado caro© no son, teniendo en cuenta que muchos de ellos son autenticas obras ma­ estras de la aguja» que sus bor­ dados valen un Potosí y . . • que •as ganancias de un torero de buen cartel permiten e©o y mu­ cho más. pnr Ta trajes, di— pi inconvenien­ te de ore los ■orin ripiantes no pue­ dan permitirse tales desembolsos. Para eHo, los sastre© de toreros han organizado servicios de al­ quiler; alquilar un equipo com­ pleto. en oro, plata o sedas, cues­ ta unas 300 pesetas; la montera» (il) 25; el capote de brega, Muchos de estos muehach que han alquilado su estoque por cinco duros serán, quizíu esas famosas figuras, capaces de gastarse cuatro mil duros en u* vestid- superl’ujofio. Gracias t estos servicios de alquilar, tas plazas de (provincias ven salfir a los jóvenes torerillos vestidos e<sus trastos completos. Por estqá estabtacimienos de alquiler ha», pasado muchos que luego has sido nombre© alustre© en la his­ toria de la tauromaquia Y DISTILLERY, INC; MANILA.PJ. !?; ELIZALOE A-CO..INC. ¡U5 GCNCRAL-MANAGCRS