En serio y en broma

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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina

Title
En serio y en broma
Language
Spanish
Source
Volume VI (Issue No. 129) Marzo 4, 1954
Year
1954
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
, - y ?EÑ SERIO Y E¿P| ggOMA Por primera vez desde e/ año 1395, los ingleses se han atrevido a aplaudir una partida de ajedrez. Fué dirigida a un amigo en vía- E3tu escandalosa infracción de las reglas tradicionales del no menos tradicional juego ha indignado ^violentamente a los organizadores del torneo de Hastings. Acaba de ser publicada la última carta del asesino de mujeres JL R. Christie. peras de su ejecución, y decía; ’*La comida en la prisión de Pentoville es excelente. Estoy echan* do gr?^0A las nueve de la ma­ ñana del dia siguiente «e inter­ rumpió el proceso. ——0O0 ■ ■■ Hace dos sig'os Jos extranjeros que iban a ser juzgados en Ing^aterr.^ tenían derecho a exigir que la rrutad de Tos jueces fueran extoanjqros (también. 0O0-------Indignados jwnrque el cobrador de loe» impuestos pasó de largo por cu a’dea, los residentes en Papuá, un pequeña comunidad de la Nueva Guinea, dirigieron una instancia al Gobierno acusando al funcionario de negligencia e in­ sistiendo en que querían pagar sus tributos fiscales como ciuda­ danos respetuosos de la ley. -------- 0O0-------La encuademación o empaste de libros usando el material más adecuado al tema o materia de cada libro, es ha r*peei% dad un encuadernador de Nueva Y^rk. En­ cuadernó un libro que trata de la cría del avestruz con piel y plu­ ma de e^tas aw 7>ancudcR: tra­ tado de fi&io’ogía, con piel huma­ na; otro sobre la vida carcelaria, co^ niel de ceb a: etcétera. El personal de servicio intevino rápida mente para hacer calar a los revolucionarios, pero el daño estaba ya recho. Ni siquiera ha crido de disculpa al increíble suceso e! hecho de que los aplaur .90 » estallaran cuando acababa de vencer al ruso Bronstein. La ovaejón •precedente ocurrió hace medio siglo* después dd “match Steiniz-Bwrdelen. -------- o-----— Entre los millares de cartas que Eisenhower recibe cada día hay por lo menos mil ochocientas qtic podríamos llamar “desfavo­ rables”. Están llenas de insultos, obscenidades, fantasías descabelr laclas o excelentes consejos sobre la mejor manera de gobernar a un país. Entre ese “crwrdc maiE” (“correo de chiflados”) llegan ca­ da mes treinta cartas de una nwr jer de cierta edad, soltera, resi­ dente en una pequeña ciudad del Sur, que viene escribiendo con ^s^mb^osa constancia *hl titular d Ja Casa Blanca desde 1913, es b’c'r* que ha dirigido sus ca/rtae a RooSevelt, Trumon y Eisenho­ wer.