Jean Jacques Rousseau - el doctrinario

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Title
Jean Jacques Rousseau - el doctrinario
Language
Spanish
Source
Estudio Volume IV (Issue No. 90) Septiembre 20, 1924
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Septiembre ESTUDIO 20, 1924 Jean Jacques Rousseau.---El~ __ J OR via de introducción a esta segunda pa.rte de la bidgrafia, que hemos escrito de Rousseau, pondremos lo que un panegirista suyo die.e acerca de su carácter como escritor. Este retrato moral es tanto más digno de ser ten.ido en cuenta cuanto que el autor de quien lo tomamos, es un entusiasta convencido de la bondad absoluta de las teo,.ias rousseaunianas. "Rousseau fué esencialmente un idealista, pero un idealista cuyos sueños y visiones eran inspiradas por el influ.io d!J su sensibilidad sobre su entendimiento y su imaginación, siendo, por lo tanto, el menos impersonal de los pensadores". La ·introducción o exordio del panegírico que vamos a transcribir, no puede ser mejor. Según él Rousseau ,P,S un idealista, es decir un pobre loco, que tuvo sueños y visiones; y como todo el mundo sabe de carretilla aqu.ello de "Los sue·ños sueños son", excusado está decir qué le merece1·á quien se ocupó en 1~eformar la sociedad mediante la publicación de unos sueños. ¡Y es posible que haya habido y haya aún gentes que toman en serio tales sueños! No en bald,e ha dicho un pensador que nuesfro mundo intelectual tiene los cascos a la gineta! Veamos yá lo que fué Rousseau, según su panegirista-: "GenerOt;O de co1·azón, lo tenía lleno de las más amargas sospechas; desordenadamente orgulloso, alim.entú su soberbia entre [as realidades más sucias y sórdidas; acariciando ideales de pureza e inocencia se hundió muy hondo en las si1nas de una sensualidad enf,ermiza; afeminado, fwJ úidomable,: optimista sin dobleg<Ilmientos, vióse en el mundo un pobre enfermo plagado de llagas y lacerías; amante apasionado de ln lib,ertad, tra-bajó por establecer la más absurda y cruel de las tira-nías; enfre los de i1otos, fué un lib1·epensdor, y entre los filósofos: fué un sentimentalista de la teop~tia". ¿Qué tal, lector? Esto es superior. Pero si Roussean volviera a la vida ciedamente que no habría de agradecer al panegirista tal1 es "flores" y "requiebros". Nosotros, por nuestra varte, no añadfrernos sino que nos pa1·ece muy extraño y se nos hace muy cuesta arriba haya hombres de talento y de sent·ido medianament.e común que sigan las hu.ellas de un visionario. Y téngase en cuenta que si en alguna ciencia hay que t.ener los ojos bfon despiertos y la imaginación bien sosegada y quieta, es en la que se refie1·e al gob~erno de los pueblos. ¡Y ste Rousseau, "desordenadamente orgulloso", "cuyo corazón estaba lleno de las más amargas y negras soi:;pechas", que "se al·im,entó en su espíritu de las realidades más sucias. y só1'didas", y "se hundió en las más profundas y a-byectas simas de una sensualidad enfermiza"; este RousSeau, "que no vió en el mundo sino un enfermo plagrado de lepras y llagas" y "que trabajó por implantai· en el mundo la más cruel y absu·rda de todas las tiranías" es ahora saludado como el "pad,-e de la libertad y del librepensam·iento". ¡Quién podrá ata1· esas dos moscas por el . .. ? En verdad, en verdad te digo, carísimo leyente, que la incredulidad y la fiwsofía antic1~stíana son de las cosas más cu1·iosas qu!J a la mente humana pueden present<J.rse pum estudio! El Pontífice de la tiranía p,-oclamado padre de la libertad; el rey de las suciedades y de los más abyectos pesim(smos, l,evantado en el pavés y dominando la V91. IV -5 ciencia sociológica moderna. ¿Es esto racional y serio? Digan lo que quieran los Remigios y Rernigias, los Vicentes y Vicentas de Filipinas, la "libreciencia" y el "librepi,enso" de todo el mundo andan p01' lo menos tan mal com..o su padre y maestro. ¿Y en nombre de e::m "libe1·tad" I ii·ánica nos quieren 1'egenerar? Como Sancho, abrenuncio ¡,ara siemp1·e a lu ínsula de tanta felicidad, ¡m,'?R no quie1·0 que nue'VOs Recio.<; de Tirteafuera me maten de hambre, ¡mes jamás habrá de consentir en hocicar ,en las {indizas de Rousseau y compañía. 1l1as vengamo.<; yú a lo,<; libro.<; de este hombre funesto y veamos si en ellos e:eiste o _no una base de J:egeneración .•.ocial. En los "Discours sur les Sciences et les Arts", los "Discours sur l'Inegalité", !! la "Lettre a D' Alembert sur les Spectacles", t1·ata el ginebrino de matar a punta de /rt nza y a fuerza de mandoble.~ lo que él llama vicios sociales, la artificialidad, las insinc.eridade.<;, los lujos, los fal.<;O.-; refinaniient.os, las pasionc.-; ficticias, los placeres des/1011,estos de las modernas !<:Ociedades. El ]Jl'opósito no es malo. Lo malo fué que era él quien daba primero el ejemplo de tales sensuali-:lades y deshonestidades y que apu1·ó demasiado la nota. Al le.er e!-Jas sus obras, viénese instinth•amente a la memoria el recuerdo de nuestros puritanos !! metodistas empe1iadoN en que los hombreli /w-yamos de 1·i vir en un a.yuno continuo y en ww abstinenria completa d1 placeres y goces, wm los más hone.r:;tos y permitidos. Hasta tal punto e:rayeró fo nota que Voltaire, quien cierto mente no puede ser propu,11sto como modelo de .~antidad y de pureza, le escribía diciéndole: "Amigo Rousseau: Con tus ob1·as haces a uno desear <111dar a cuatro pata.-;", pues asi, al menos, nos darás el clr>recho de gozur un poquitín de ln t•ida". ¡El juicio 1w ¡,uede se 'más halagüeño! Ya en estos obras comenzó Ro1lsseau a e.rponer y presentar si1 nuevo sistema de sociología. "Por na-tuJ·aleza todo.e; los hombres nac,emos iguales y libres; la sociedad es la que los ha convertido en esclavos, u dividídolos en clases de ricos y pobres, poderosos y dé.bifes, sie1'vos y dominadores, labrador.es y nobles". Admite el filósofo ginebrino que 8U concepción del estado primitivo del hombre tal i•ez no es hi.c;tórica; mas como le viene de perillas para sacar avante su t,eoría y para e:l:plicar el <tcfual estado social a ella se agan·a como la ostra a la, rora y por nada del. mundo quiere desprenderse de ella. Presenta la p1·opiedad como una confiscación de los dn~echos naturales de la humanidad; justifica la causa say;ada de la insurrección y la re-volución; nos enseña a hom·ar al hombre en cuanto hombre, al simple ciudadano más que al twb/e, al hombre de ciencia o al artista. La moral sencilla y llana ,es la mejor morcil. Y por este estilo pudiéramos ir acontando <'IUH!Ü<wzas tan disparatadas como estas. ¿Pruebas de tales asertos/ Ninguna. Las pruebas no, e11tran en los cálculos de estos filósofos racionalistas o irracionales. Admite que la bas,e de su sistema sociológico es una mentira históYica y sobre esa mentira. ed(fica todo un sistema de negaciones. P1·oclamar el derecho a la 1·.evolución es sencillamente sembrar los vientos que han desencadenado sobre Europa tantas miserias y calamidades, tantas guerras y tantas muertes. Es matar la sociedad . .. lo cual l,1! tenia a Rous .. seuu muy sin cuidado. Num. ~o. Septiembre ESTUDIO 20, 1924 Pretender que la propiedad privada no sea algo natural al hombre, sino un robo más o menos manifiesto de las propiedades a}:enas, es sencillamente proclamar el más descarado comunismo. Y yá sabemos, digo, yá saben los rusos qué gusto tiene e.~a comida comunista.. Seguramente que no quieren volver a probarla en todos los días de su perra vida. Desde el momento en que se afirme que nadie ti,enc de1·echo a lo que gane con el sudor de su frente, comenzamos JJOr s,entar como una base social la holgazanería y la pereza y . .. ¡vamos! que para pereza ya tenemos bastante con la propia inclinación. Aquí quedan por hoy las doctrinas de RoUsseau. Volveremos sobre ellas, pues s11 mismo conoánii,ento es suficiente para hacerlas odiosa:;. Si hay por estas tierras de ---------------- ·-··-----;QíS los clamores " El grito de guerra, El ¡alto! ¿Quién vive? P'°1' toda la sierra? Son nuevos Herodes, Que aquí en nuestra tierra Persiguen a Cristo En los tiernos niños. Se aúnan masones Con los luteranos, Infieles y ateos Con aglipayanos; Todos para el caso, Llamándüse "hermanos" Persiguen a Cristo ' F:11 los tiernos niños. Es que üdian la Iglesia Y envidian su suerte, Y há siglos que sueñan En darle la muerte. Mas yá que se estrellan Con la "Roca Fuerte" Persiguen a Cristo ' En los tiernos niiios. ¿Qué intenta esta turba, Que las almas hiere? Con derramai: sangre De niños, ¿qué quiere? Sabiendo ¡ IT'alvados ! Que Dios nunca muere, Persiguen a Cristo. En lns tiernos niiios. bendición quienes se acuestan al lado dfJf filósofo güiebrino y se declara:n sus e11tusiastas admiradores, es sencUlamente por que no saben lo que se dicen, ni han hojeado u.na sola de las obras de quien proclaman. ser su. autor fai1 orito. FILADELFO. Filadelfo se mardw de fiestas y es posible que no pueda visitar al público en algún ti,~mpo. También los chicos de la prensa henws de tener algún día de vacación. Dos mios casi pruduciendo partos semana tras semana, son para rendir ol mris majo. Y, francamente, Filadelfo no es de acero... Qui.el'e descansar y descansará ... m.al que le pese a Rousseau. Con que hasta. k1. 'l.'uelta, lectores. ¿Qué importa que mueran Las madres de pena, Y gima la Patria De amargura llena? Los crueles Herodes Con rabia de hiena Persiguen a Cristo En 1 os tiernos niíios. Sabemos sus planes E hipócrita intento, Que invocan la Patria Con astuto acento; Y mientras 1ocultan Algun plan sangrientü, Persiguen a Cristo En los tiernos niños. Llamea la espada,_ Que muerte amenaza Teñir con la sangre El templo y la plaza. ¡Afuera ! los viles Que en mi noble raza Persiguen a Cristo En los tiernos niños. ¡Inútil es sueño De la fantasía Acabar con Cristo Y Roma algún día! Mas estos Herodes Con Luzbel por guía Persiguen a Cristo En los tiernos niíios. P. DE ISLA. Vol. IV -6- Num. 90