Emparedados

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Title
Emparedados
Language
Spanish
Source
Estudio Volume IV (Issue Num. 99) Noviembre 22, 1924
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Noviembre ESTUDIO 22, 1924 ~~~~~~~ ~~~-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~,~-,~ i ~m~a\'ec\ac\os 1 ,';~"/,"/;,f/;~~,,~~~~'/>~" .. ~~ ... .,~">~,. ... ~~~~~~"+~~~<';..~~~..,.~~., ~ ... , ... ,..,.~ ...... "+->..-;.."+~~~~~~"+<';..~~~~~ ~-~ - ~;: ~.w1L~0:~:~a~'. los ídolos, sean del géae»o que fueron, nos hemos sentido siempre ico. : :~i+ . .No lo podemos remediar. Es algo instintivo, sólo explicable por la idiosir. :I • - ¡: c1 asia. l~ ___ j" o ffi ~:_:_:~~~ De ahí que nos resulte pocJ menos que imposible resistir <i la tentación. '·~'1 ~;!-...--" - FJ)' J.~!ftllv¡ A ln tentación de echar mano de la piqueta ?J derribar los iconos que profanan .-;.t. el altar. Ora sea el de la Patria, lleno de becerros . .. "Super altare tuum vítulos'', dijo aun a!li el Rey-.Poeta . .. Ora el de ln religión, a donde a las vece.e; alcanza la ola de la supel'stición popular . .. Ora el de la C'iencia, sobre la cual se posan con frecuencia manada.e; de gansos, confiados en que los capitalinos pasaron a la histora con solo grazar. Vol. IV Ora el de la a.cción social, refugio de bnrregos hambrientos, an.c;iosos de pa.star ... ¡Oh! Estos últimos especialrriente constituyen legión. Son como nube de [,angosta ... La incapacidad de gcmarse a pu11o el pan de cada día es compañera de la carpanta febril. El zángano menos voraz consume al cabo- de la jornada más miel que tre . .;; abejas. Eso lo sabe 11á cualquier apicultor. Y cualquier hace'ñdero negrense. Y hasta el menos experimenta.do inspector <l'! un centro escolar. No sabemos que ningún Gargantúa se hoya distinguido jamás co·rno trabajador. Y hemos conocido un ace1·vo de ha1·aganes ca.paces de devorar de una sentad<i un pico de at"l'oz. Apuntes ligero.e; para un estudio de Psicología social y Economía doméstica . . Apuntes sugeridos por las producciones literarias de "José Dubouzet". ¿José Dubouzet? Sí, lector, José Dubouzet, cuyo nomb1'e te sprprende como si le oyeras la primera vez. Es paisano nuestro, a pesa1· de su saborcillo francés. Es un obrero, no obstante el sonsonete oficinesco del apellido extranjero. Y con ser un operario rural, es al mismo tiempo un sociólogo en bruto. En bruto, entiéndase bien. Porque a las veces los vocablos una cosa suenan y otra son. En bruto, es decir, al natuml, sin las engaños as apariencias de los objetos sometidos al barn·iz. · Hemo-s dicho que d-obrero Dobouzet nos ha inspirado aquellas migajas psicológico-económicas. Y es que el obrero Dubouzet no ha tenido nunca gran fortuna en ningún oficio manual. Dedicóse primero a la carpintería, mas las virutas no daban para morisqueta y "tinapi". Sustituyó los utensilios del taller por los aperos de labranza y se dió a la vida del campo. Que no es precisamente la "descansada existencia" cantada por fray Luis de León. Y la labor de cr.parcería, además de ser dema3iado ruda para. él, tampoco daba para pan. Sentó plaza de capataz de obras del GobiernJ Provincial. Al fin de cuentas, se dijo el obrero Dubouzet, siempre es mejor mandar que trabajar. Mas la vaca lechera del erario púbUco tam,oco producía lo necesario para su sustentación. Y Dubouzet di'ó en tabernero, oficio lucrativo cuando se le sabe con talento manejar. -8- Núm. 99 Noviembre ESTUDIO 22, 1924 Pero al tabernero Dubouzet se le iba todo el vino en brindis, como quien dice toda la pólvora en salvas. Y desapareció de la noche para la mañana de_·ando las arcas vacías y los barriles idem. Al cabo de tanto-s descalabros i: o,lgunos más, renunció formalmente a todo trabajo manual. Y se hizo orador . .. Orador socialista. . . Orador con ribetes bolseviques . .. Es decir . .. Incapaz de ganarse la vida trab1jando, se metió a charlatán. Y hasta tienen arrestos para dar a la prensa juicios personales sobre el t'rabajo. y el capital. Veamos algunos botones tomados al azar de la plana editorial de "Nueva Luz". "En nuestro concepto el difícil problema de b cuestión social no es otra cosa que el derecho dr cada uno". Bien, ob1·ero, Dubouzet, muy bien. ¡Recato! Usted debiera ocupar alguna citedra de Universidad. Porque para labrar definiciones es usted un mJdelo de concisión y claridad. Pero como desgraciadamente no todos tienen adaptados los ojos det entendimiento a ese y • nero de iluminación, les ayudaremos con algunos ejemplos. ¿Que yo tengo derecho a escribil' y usted, o )re.ro Dubouzet, le tiene a disparatar? Pues esa es precisamente la cuestión social. ¿Que usted no tiene derecho a la morisqueta que se zampa a diario, porque usted, obrero Dubouzet, no se la sabe ganar? Pues esa no es cuestión social, porque ésta es únicamente el derecho de cada cual. ¿Que a usted, obrero Dubouzet, no le asistía ningún derecho de arrastrarse por las escaleras de ciertos conventos de Negros, al am]X1ro de su sn_ouesta religiosidad, pa1·a comer de gorra durante un mes? Pues, 9brero Dubouzet, esa tampoco es cuestión social, sino de decoro y pundonor individual. Se me antoja que con estos ejemplito_s, todos, obrero Dubouzet, entenderán su definición. "Los Legionarios del Trabajo, gran sociedad cuyos actos todos son inspfrados por lo.e; sacrosm:. tos principios de libertad, igualdad y fraternidad". También esto merece una pequeña aclaració.t, a beneficio de los menos habituados a discurri1'. En Negros hay sin duda muchos trabajadores que se ganan el sustento cotidiano con el sud'o'r de su frente. Y usted, obrero Dubouzet, usted no supo jam'Ís adquirir la 'vianda con su humedecimiento frontal. Eso no es IGUALDAD. Eso es una disparúbd. Sacrosanto principio tambin del sentido común. Del cual parece haberle e;rimido a usted, obrero Dubouzet, l~ divina Providencia por prfoilegio especial. En Negros habrá seguramente gran número de operarios que nunca hiciernn "langis" a curas y frailes . .. por arrancarles un mendrugo de pan. Y usted, obrero Dubouzet, usted ha vivido arriniado a curas y frailes para. . . poder comer. Esto tampoco es IGUALDAD. Esto es una m2nifiesta oposición entre ellos y usted. Usted rondando rastreramente la mesa conventual y ellos labrando la tierra de sol o sol. En Negros hay muchos solípedos y no pocos rumiantes que resuelven prácticamente el problema de la vida sin tener cuenta de Dios. Usted, obrero Dubouzet, querría resolver de idéntica manera la cuest-ión social. Eso sí, obrero Dubouzet, eso es perfecta IGUALDAD. ¡Palabra! "Esas instituciones monacales y seculares qu? de antiguo vienen siendo antagonistas furibundos de los Legionarios." Vol. IV -9- Núm. 99 Noviembre ESTUDIO 22, 1924 Obrero Dubouzet, los Legionarios son de anoche y morirán mañana. ¡Se lo jur0i a V. por Baco! Y las instituciones "seculares", sean o no monacales, mal pudieron ser "de antiguo" antagonfr. tas de lo que acaba de nacer. Usted, obrero Dubouzet, se colaba en los conventos de Negros, a come1' de gorra, aduciendo a su favo1' haber sido "discípulo de los Jesuitas". Nadie ignora que los Hijos del gran Loyolci son insuperables en el arte de enseñar. Pero ¡caray! no consta que Dios les haya concedido la facultad prodigiosa de hacer milagros. Y donde no hay fósforo, obrero Dubouzet, 1·1,? hay Jesuita que le pueda colocar. Y usted, obrero Dubouzet, usted salió poco rnenos que en bruto de las aulas de la Compañía. Y luégo después en las escuelas públicas tampoco le pudieron mellar. Eso estaba yá visto, obrero Dubouzet. Piedra que no pudo labrar un Jesuita, mny benoqueña debe de ser. "Quod non est a natura, tararura", le diría a V., si V. fuese capaz de catar la profunda filosofía de esa sentencia popular. El obrero Dubouzet asegura Jwberse educado con los Padres Jesuitas. El obrero Dubouzet ha frecuentado en sus días de miseria la compafiia de los Párrocos de Negros. Pertenecientes a instituciones "seculares" en su rna.yoríci y "castilas pci." El obrero Dubouzet ha vivido durante un me.~ consecutivo en una casa vcirroqu-ial a mesa y mcintd. El obrern Dubouzet ha sido tratado por los sacerdo·tes católicos con inmerecida distinción. Y a cambio de todo ello, les llama ahora desde las columnas de la prensa "los leprosos de la humanidad." No debe empero sorprende1·nos semejante villano p1·oceder. Bien advertidos nos tenía yá el cono·cido refrán: ''Cha cuervos y ie sacarán los ojos." Calienta en tu seno la víbora entumecida por el frío y· cuando pueda moverse te inyectará su veneno en el corazón. Reparte beneficios a tipos a lo Duboruzet y alcanzarás en pi'emio la correspondencia del rufián. Vicente Sotto continúa en estado comático. Los esfuerzos de la medicina no han conseguido todavía reducirle a razón. Según los Doctores que mejor han estudiado los prodromos del ataque, se debe a Recto. Después de darle con el palo en los morrillos, le propinó una estocada superior. Yo estuve a punto de pedir a la Asamblea las dos orejas para el gran Misionero. Por supusto, las dos orejas habían de ser del mismo Vicente Sotto. Pero pensé para mí: ¿Qué se hace Recto con dos orejas de conejo? Y lo dejé pasar. Se teme yá por la existencia polUica de Vicente Sotto. Los médicos de cabecera no darían por el paciente ni un cuerno ele ectmcol. Vicente Sotto no tiene lastre. . . Lo ha dicho el gran Recto. ¡Si le conocerá! ... R. l. P. CA VANN A, ABOITIZ & AGAN ABOGADOS Roxas Bldg. N.o 212 Tel. 572 11 - - - - - - - --------------PARA E.L SE.R VICIO CIVIL Y CURSOS .. COME.R.CIALE.S POR CORRESPONDENCIA ESCRIBAN AL Cosmopolitan Business College MANILA, P. J. (Profesores americanos) ~ .. ·"·"·'''''•''•''•''•''•''•''·''·''-"•"•"•''·''•''•''·''•''"''"''•"•''•''-"•''·''·''•''•''·''•''·''·''·''·''·''·"•"•''•''•''·''•''·''·' ''•''•''•''•''·''·' .. ''·''•''·''·''·''º''•''•''•''"''"''•''•''·'''''•''•''•''•''·"•''"''•''•''·"·''•"•''•"•"•''•''•''•''•"·"•''•''·"•''• Vol. IV - rn - Núm. 99.