Ululan lobos

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Part of Semana

Title
Ululan lobos
Language
Spanish
Source
Semana Volume IV (Issue No. 84) Julio 1950
Year
1950
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Sin “control” ¡UNA VUELTA A LOS HORRORES DE LA OCUPACION JAPONESA! Tras siete meses de “con­ trol” de las importaciones, ante la merma de la existen­ cia local de productos venidos del extranjero especialmente de los Estados Unidos, el pú­ blico sigue preguntándose cuales son los fines de ese control y que es lo que lo pro­ vocó. Por. supuesto que una ma­ yoría de las amas de casa su­ fren sus consecuencias pero ignoran los motivos del con­ trol y lo que este ha evitado. Llevada la pregunta popular al Banco Central, éste la con­ testa así: “Si no hubiésemos impues­ to el control en las importa­ ciones, el crédito selectivo y el cambio monetario, la situa­ ción económica hubiera em­ peorado tanto que en el plazo de 18 meses (contando desde diciembre de 1949) o sea ha­ cia mayo de 1951 nuestra re­ serva de dolares hubiera que­ dado enteramente agotada. Y fácil sería imaginarse las pri­ vaciones y dificultades que 'y EN EL TEATRO Una joven muy guapa y elegan­ te se presenta a un empresario pa­ ra que la admita en el cuerpo de baile. En el momento de firmar el contrato le dice: no se firmar* —Lo mismo da, no es la letra lo que Ud. tiene que enseñar al pú­ blico. ello entrañaría. Nuestro di­ nero hubiera perdido todo su valor y entonces renacería una situación enteramente idéntica a la que predominó durante la ocupación japonesa pero con una diferencia: que no cabría esperar nada dei futuro. Durante la ocupación japonesa había la esperanzas de la liberación la vuelta a la normalidad. Y aun más. Veamos cual hubiera sido la suerte del r - co, del de la clase media, del agricultor, del obrero, del ar­ tesano: Si el hombre rico fuese un exportador de productos que Si desea usted ayudar a “SEMANA”, puede hacerlo; suscribiéndose a la revista; comprando dos ejemplares y enviando uno de ellos a un amigo o pariente del ex­ tranjero; otorgándole sus anuncios puesto que es leída por multitud de personas selectas, o bien enviando sus trabajos de imprenta a la Editorial Hispano-Filipina, Azcárraga 2109, la que le dará a más de un servicio esmerado, preciqs baratísimos. ULULAN LOBOS. El cetro es tuyo, y en el tope puesto la majestad de tu cerebro brilla; aceite de un sagrario de capilla, calendario que siempre está en bisiesto. Te están ladrando canes sin pretexto siendo pigmeos, por volcar tu silla, y suenan a clarines de Castilla como si fueran cocos baloncesto. Tu cetro es oro que regala ideas y eres orfebre mágico de ensueños, en jardines de poéticas preseas. Con tu franca sonrisa afeita ceños; con mano firme empuña las poleas y haces cabriolas en los canes dueños. JOSÉ E. MONTES. rinden dolares la prosperidad no le abandonaría sino que pel­ el contrario haría vida de na­ bab y tendría en sus manos un poder tremendo. Sus in­ greses hubieran sido fantás­ ticos. El comerciante se arrui­ naría y una mayoría de ellos se vería obligada a despren­ derse de todo para subsistir. El de la clase media hubie­ ra sido el más afectado. La cesantía le hubiere arrojado al arroyo y se hubiera visto obligado a la siembra para viv i r. Y hubiera quedado aplastado por el “sistema” de “ el rico más rico y el pobre mas pobre”. El agricultor convertiría en efectivo sus productos pe­ ro los precios serían tan exhorbitantes que nada haría con su dinero Y recurriría al intercambio como en tiem­ po japonés y las ropas se conAl poeta nacional Manuel Bernabé. seguirían cambiándolas co legumbres. Las alhajas irún a parár al mercado negro Para los obreros, frente a k’s industrias paralizadas la vida sería imposible. Los crímenes hubieran aumentado, los pe queñes comerciantes hubie ran ido a la bancarrota y* e comercio volvería a limitarse a las cafeterías, y la ocupación principal sería otra vez el buy-and-se'l. Pequeños empleados, amas de casa, que durante siete me­ ses habéis puesto el grito en el cielo en contra del “mal­ hadado control”, ¿os conven­ céis ahora de que lo que por este control sufrimos no po­ drá jamás equipararse a lo que, de no haberse implanta­ do el control, sufriríamos do aquí a diez meses? BODA GALLEGOS-ORTEGA Casi en la intimidad celebróse recientemente en la iglesia de Zc Ermita la boda de Antonio Galle gos con la, Srta, Ángeles A. Ortega de la conocida familia Ortega, d< Bacólod, Negros Occidental. Apa drinaron el enlace el Sr. Roqu Gordales y Doña Rosario Sisói Diamante, actuando de caballera d honor el Sr, Antonio Carbó y d dama de honor la Srta. Ampar Ripoll. Fueron padrinos de vel el Sr. George Musser y la prime 'teniente Perpetua A* Ortega, he? mana de la novia. Los niños T< pper Diamante y Annabetle Dic mante portaron los anillos y lo flores. Durante las ceremonias Srta». Encamita Aldeguer Súc canto el Ave María. Acompañó la novia hasta el altar D. Césc Diamante. . .Después del acto los nuevos e posos agasajaron a sus parient y amigos con una recepción en regia residencia del Sr. Musser, Pandacan* [42]